Japón parece ser un mundo aparte. En aquel territorio ocurren cosas tan extrañas y sobrenaturales que rozan en lo absurdo o lo inverosímil. Por un lado están las historias ancestrales que tienen una gran carga simbólica e intenta dejarle una lección a las personas y por el otro, se encuentran las leyendas urbanas que a mundo occidental le ocasionaría risas pero a ellos le provoca un profundo temor.
Una historia ancestral es la de Joro-Gumo, una araña gigante con la capacidad de disfrazarse de mujer seductora. Una vez que atrapa a su víctima, el monstruo revela su verdadera forma y se come al sujeto. La moraleja es no ser tan ingenuo para dejarse llevar por la belleza. En el caso de las nuevas leyendas urbanas se encuentra Aka Manto, un espíritu maligno que habita en el último cubículo del baño de mujeres. Cuando alguien visita su hogar pregunta: “¿Papel azul o rojo?” Dependiendo la respuesta, la chicha es asesinada o liberada.
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Estas historias transgreden la cordura de los habitantes, implantándoles ideas sobrenaturales en sus cabezas. Como resultado cada vez hay más japoneses locos. Para demostrar esta teoría a continuación se presentarán los crímenes fetichistas más extraños en la historia nipona.
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El hombre que arrojaba mayonesa a las mujeres
Existió una persona que atormentaba a las colegialas arrojándoles mayonesa a su cuerpo. ¿Por qué? Su mente estaba tan depravada que relacionaba el aderezo con los fluidos masculinos. Puede parecer inocente untar un poco de salsa a las personas, pero cuando se sabe que es con un motivo sexual, el acto sobrepasa los límites.
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El hombre que robó tres mil pantaletas
En las caricaturas japonesas o animes se suele ver que los chicos roban las pantaletas de sus compañeras para olerlas o frotárselas. Este fetiche, por depravado que suene, es un problema real en la sociedad nipona. Está tan arraigado el problema que un hombre de 55 años fue arrestado por tener este tipo de hurto como hábito. Cuando los policías entraron a su casa contaron más de tres mil piezas de ropa interior.
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Robar los uniformes sudorosos de deportistas
Un hombre gay fue arrestado por robar los uniformes de un equipo de jugadores de fútbol de Osaka.
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El hombre que robó los asientos de las bicicletas para olerlos
Entre otras barbaridades y actos extraños, se encuentra la historia del hombre que robó más de 200 asientos de bicicleta que pertenecían a mujeres porque le gustaba “como olían y sabían”. Por fortuna aquella persona ya fue detenida.
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El ladrón de maniquíes
Conforme pasan los años, las personas adoptan costumbres muy extrañas. Un hombre de 50 años fue arrestado por robar maniquíes femeninos de una tienda de ropa. Los encargados dicen que eran de cuerpo completo, pero cuando la policía fue a investigar la casa del ladrón, sólo se encontraron la parte superior del muñeco. Lo que pasó con la cintura no se sabe, pero se imagina.
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El hombre que se metió a una alcantarilla para tomar fotos
Dicen que los japoneses tiene la manía de tomar fotografías de lo que hay debajo de las faldas. En Internet hay mucho material que ilustra dicho problema. Un día un hombre se metió a una alcantarilla para tener un mejor ángulo de visión. Por su acto depravado y absurdo entró a esta lista.
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El hombre que robó zapatos de tacón
Para los hombres, las piernas de las mujeres es la parte del cuerpo que más pasión le provoca. El problema es cuando una persona no tiene límites y sobrepasa la normalidad a través de fetiche.
En una colonia empezaron a desaparecer los zapatos de tacón de las mujeres. Un día se descubrió que un hombre entraba a sus hogares con el único objetivo de tomar tan valiosa prenda. Cuando lo arrestaron tenía casi 100 pares de zapatos. Nuevamente la locura incontrolable de los japoneses.
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Como se planteó en el inicio, la cultura japonesa está llena de leyendas e historias que sobrepasan la normalidad. Si sus habitantes crecen con ellas es casi seguro que sus mentes se desvíen y tengan que llevar algo de lo paranormal a su realidad.
Conocer estos crímenes fetichistas nos dan las herramientas para hacer un análisis sobre lo piensan, sienten y desea.
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