El desnudo seduce, cautiva y atrapa, pero nunca transgrede. Es poco probable que en el momento histórico que vivimos, un desnudo cause el escándalo que era habitual experimentar en otros tiempos; en efecto, sigue causando asombro ver ciertos cuerpos descubiertos e insertados en determinados contextos, pero admirar a un hombre o una mujer sin ropa poco a poco se ha convertido en una escena más habitual que desobediente. Por ejemplo, en una fotografía o como recurso de un performance, la demostración de la anatomía sin tapujos incluso se ha vuelto un lugar común para la creación artística.
Esto no quiere decir que no existan todavía personas que se ofenden, frustran y rompen ante la corporalidad despojada de coberturas; sobre todo si ésta guarda en sus aspectos algún defecto o deterioro. Si acaso llegan a soportarla siempre y cuando cumpla cánones de belleza sutiles, normativos y “correctos”.
“¿Qué sucede entonces con la producción de Mapplethorpe?”
Esto quiere decir que en los modos de apreciación estética o artística se suele hacer una distinción aparentemente fundamental dentro del público: el discernimiento entre lo erótico y lo pornográfico basándose en estructuras que cumplen con exigencias de finura, o bien de tosquedad y rabia, circunscribiendo las primeras a la foto de desnudo “artístico” y las segundas al entretenimiento pornográfico.
Pero ¿qué sucede entonces con la producción de Mapplethorpe? ¿Podría seguirse concibiendo cual registro de lo vulgarmente lascivo? Al parecer esa preocupación continúa apareciendo entre un sector particular de los espectadores y algunos artistas que temen a la crítica (interna o externa).
Y no está mal; cada quien atiende y modula su voz de acuerdo a los propios estándares de representación o las demandas ajenas de exposición. En todo caso, si esto aún te genera conflicto y quieres comenzar a hacer fotografía pero no sabes cómo darle solución a una serie de desnudos para que ésta no parezca una colección de obscenidades, aquí hay algunos consejos que puedes tomar en cuenta.
“Admirar a un hombre o una mujer sin ropa poco a poco se ha convertido en una escena más habitual que desobediente”
Saber qué estás mirando y qué quieres obtener.
Se suele pensar que capturar un desnudo es tan fácil como tomar tu cámara y disparar como en cualquier otra sesión. Y si es tu primera vez haciéndolo o lo es para el modelo, no saber por dónde empezar puede tornarse un poco extraño. Toma de referencia alguna foto que conozcas y empieza desde ahí para no producir imágenes ordinarias y sin sentido.
Probar en blanco y negro
Puede sonar un cliché el fotografiar en blanco y negro al momento de hacer desnudos, pero hay una razón bastante poderosa: de esta manera, la imagen se centra en aspectos tales como la luz, las sombras, las formas, etcétera.
Ambientar la habitación
Quizá suene obvio, pero para algunos fotógrafos no lo es y ciertamente para un modelo que nunca ha experimentado algo así, tampoco. Resulta bastante complicado realizar tomas hacia alguien que está muriendo de frío.
Usar las lentes necesarias
Para modelos y fotógrafos inexpertos en el desnudo, puede ayudar durante las primeras sesiones (o tomas) ocupar lentes de gran tamaño. Eso genera la sensación de no estar extremadamente cerca el uno del otro y no entrar en temas de inhibición.
Anonimato
Probablemente tu modelo tampoco se sienta “observado” si le muestras en tus primeras fotos que su rostro no está apareciendo. Obviamente, no puedes defraudar su confianza y dejar de hacerlo después, pero es algo que pueden hablar y seguro la idea del anonimato le permitirá darte mejores tomas.
Divertirse
Todo debe ser relajado y divertido; una de las mejores cosas que puedes hacer es platicar con tu modelo, hacer chistes, divertirse y tenerle una sábana cerca por si quiere tomar un respiro entre tomas y cubrirse.
Recursos y locaciones
Es claro que estas fotos van a realizarse, en su mayoría, dentro de un estudio o tu propia casa; ten todo listo para diferentes tomas y poses, ir improvisando y mantener a tu modelo de pie entre cada cambio puede bajar el ritmo de trabajo.
Recurrir a poses simples
Las mejores capturas de un desnudo suelen ser las más simples y aquella que demuestran el carácter del modelo. No solicites poses exageradas o demasiado teatrales (a menos que ése sea tu cometido) y llegado el momento, pídele al fotografiado que haga lo que quiera frente a la lente.
Cubrir
¿En serio? ¡Si esto se trata de desnudos! Pues sí. Menos piel es mejor en algunos casos y la demostración sutil de ciertas partes del cuerpo cuando otras están cubiertas puede generar resultados mejores a los esperados.
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Recuerda que también puedes hacer uso de música para romper con el estrés del momento o aligerar las presiones en el ambiente con música; estas Canciones más relajantes en la historia pueden ser una verdadera ayuda. O puedes también robar cierta inspiración de series como las que se muestran en Fotografías de una mujer compleja, natural y sensual al desnudo y en La fotógrafa que fue censurada por explorar el desnudo en la naturaleza.
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Referencia:
Digital Photography School