Tenían no más de quince años. Muchas de ellas fueron raptadas a esa edad por elementos del ejército japonés durante la Segunda Guerra Mundial. Eran llamadas “mujeres de confort” o “de consuelo” y eran secuestradas para convertirlas en esclavas sexuales al servicio de los soldados.Las investigaciones dicen que fueron cerca de 200 mil mujeres coreanas a las que los japoneses privaron de su libertad. Hoy quedan 38 sobrevivientes para las que la guerra todavía no termina.Toshio Tamogami, ex jefe de las fuerzas aéreas de Japón, dice que las historias de atrocidades y violencia sexual en contra de las “mujeres de confort” es falsa. Ahora, un video hallado por investigadores surcoreanos podría ser el primer filme que documenta esta terrible historia, misma que los japoneses niegan.
El video dura apenas 18 segundos. No tiene sonido y las imágenes que presenta son en blanco y negro. Investigadores del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Seúl encontraron la cinta en los Archivos Nacionales de Estados Unidos.Se cree que fue filmada en septiembre de 1944, justo frente a una de las llamadas “estaciones de confort”, en donde las mujeres raptadas eran obligadas a tener sexo con soldados. Estos prostíbulos, usados por las tropas japonesas, se ubicaban en Yunnan, al sur de China.Todo indica, según los propios investigadores, que el video pudo haber sido filmado por el sargento estadounidense Edwards. C. Fay, quien también fue autor de distintas fotografías de esclavas sexuales que fueron descubiertas hace 17 años.
https://www.youtube.com/watch?v=T2ADqC1guFU
Video: YouTube, Gossip Spot.
Muchas de estas mujeres murieron en los propios burdeles y las que sobrevivieron, están cansadas de esperar una disculpa sincera de las autoridades del ejército japonés. “Somos muy viejas. Todos los años morimos, una por una”, dijo Lee Ok-seon, una de las sobrevivientes de este terrible capítulo. “Puede que la guerra haya terminado, pero para nosotros continúa”.“Era como un matadero, pero no para animales, sino para humanos”, contó Ok-seon, quien en muchas ocasiones intentó escapar de los burdeles. “Me atraparon y me pegaron una y otra vez”.No les gustaba el término “mujeres de confort”. Según la propia Ok-seon, el nombre les disgustaba pues no estaban ahí por voluntad propia. Fueron secuestradas y cada día las obligaron a tener relaciones sexuales con tantos hombres como sus dedos pudieran contar.
Fue en 1981 cuando las historias de estas mujeres salieron a la luz. Japón reconoció que sí utilizaba burdeles pero sin el maltrato o secuestro de mujeres coreanas, en 1993. En el año 2007, las autoridades de Tokio ofrecieron disculpas por primera vez, aunque las sobrevivientes nunca las consideraron sinceras.En un intento por hacer que esta historia no afectara sus relaciones con otros países asiáticos, en 2015 Japón acordó con la anterior administración surcoreana que designaría un fondo de compensación de más de 8 millones de dólares a las víctimas y a las familias de las mismas, algo que tampoco dejó contenta a la asociación a la que pertenecen estas mujeres coreanas, ya que no se les tomó en cuenta a la hora de la negociación.De su mente nadie borra las imágenes de lo vivido durante la II Guerra Mundial. En el lugar que habitan, llamado “Casa de Compartir”, las placas y estatuas cuentan sus historias, esas que por tanto tiempo el gobierno japonés quiso ocultar.
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