Su relación era tan perfecta que en varias ocasiones dudó sobre su existencia. Diariamente la besaba, abrazaba y la hacía suya en la cama, pero aún así siempre tenía una incertidumbre de la realidad que estaba viviendo. Este pensamiento en un principio lo persiguió, no podía vivir con el desasosiego; con el tiempo comenzó a darse cuenta de que su miedo era ridículo. Esta inquietud hacía que experimentara su relación al máximo, ya no importaba si lo que estaba percibiendo era un producto de su imaginación, se sentía increíble y era lo único que debía saber.
Está incertidumbre al principio le hizo verla como los antiguos observaban la luz, como una fuerza era pura y perfecta, una muestra de Dios. Esta idea permaneció por largo tiempo hasta que un rayo de sol cruzó por un cristal y se dieron cuenta de que la luz contenía todos los colores observables por el hombre.
Cuando estuvo con ella en su cuarto por primera vez, comprendió la sorpresa que los antiguos atestiguaron. Ese elemento que parecía perfecto contenía dentro de sí un mundo que le hizo ver un universo de posibilidades.
Sabía que el éxtasis que alcanzaba con ella era insuperable, los sentidos tienen un rango y lo alcanzaban juntos. Alguien alguna vez le dijo que las mariposas tienen la capacidad de ver cientos de colores más que los humanos, le aseguraron que tienen seis fotorreceptores de color y nosotros tan sólo tres, lo que les da la capacidad de observar un rango de color cien veces más alto. Por esta razón sólo podía imaginar la increíble experiencia que sería amarla con los sentidos de la mariposa.
Jamás experimentaremos el mundo como lo ven estos insectos, pero esta serie de imágenes nos acercan mucho. Brian Vu es un artista que actualmente reside en Brooklyn. Su arte evoca a un estado de ser y no ser: partes del ser humano existen en estados impersonales, casi abstractos, y en otros casos en una realidad que nos hace creer que estamos frente a la persona.
Sus imágenes generalmente son descritas como un viaje de ácido visual debido al amplio paleta de colores que utiliza. En este sentido asegura que: “Los colores son maravillosos. Tomamos a los colores por sentado. El objetivo principal y mi propósito con mi fotografía es dar a las personas algo en lo que puedan escapar. Sólo puedo esperar que las personas se identifiquen con ella y consideren el esfuerzo que le doy a mi trabajo. Vibras positivas”.
“Creo que lo que esta palabra [psicodelia] significa hoy en día, es que la gente no debe de tener miedo de expresarse, para liberarse de las normas sociales y llevar más allá los límites del miedo y la restricción. Sé tú mismo y no tengas miedo de divertirte”.
“Me considero más como un artista en lugar de un fotógrafo porque construyo imágenes. Pienso que la fotografía se basa en capturar los momentos de la vida, pero mi trabajo sólo es creado por una cámara. La atemporalidad es algo en lo que pienso.”
De la misma manera en que las ilustraciones de Stephanie Sarley invitan a aprender cómo mastrubar y complacer a una mujer en la cama, el arte de Brian Vu nos invita a acercarnos y reimaginar el amor y la sexualidad a partir de un mundo psicodélico.
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