“Puto”, “joto”, “puñal”, “marica”, “raro, “desviado” … ¿Cuántos “adjetivos” más has escuchado para nombrar a un hombre homosexual? ¿Cuántos de ellos has usado tú?
Referirse de manera despectiva a quienes tienen una orientación distinta a la nuestra es sólo muestra de ignorancia y una enorme carga de prejuicios. Pero referirnos de esta manera a otra persona –cualquiera que sea— ¿qué es lo que implica para quien lo pronuncia?, ¿existe un sentimiento de superioridad o autoridad moral para designar a alguien con estos calificativos? O ¿es más bien miedo a lo que no se conoce? O ¿acaso es repulsión a uno mismo y a los deseos más ocultos?
No lo sabemos. Desenterrar todos los mitos sobre la masculinidad y rastrear todos sus vértices es una tarea titánica que difícilmente podría resolverse en estas líneas. Lo que sí vamos a hacer enseguida es confrontarnos con imágenes eróticas de amor y placer entre hombres, todas ellas son parte del trabajo de Ethan Barry –artista radicado en Vancouver, Canadá– que llega hasta a nosotros gracias al particular lenguaje estético con el que ha sabido captar la atención de sus miles de seguidores en Instagram.
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Desinhibidas, explícitas y tajantes, estas ilustraciones nos hacen atestiguar el momento del encuentro amoroso masculino. Con aparente simplicidad, estas líneas rojas y azules crean otra dimensión que nos sumerge de manera inmediata. En su sitio oficial, Barry describe que su trabajo es «una experiencia encarnada de relaciones interpersonales, diálogos diarios, identidad sexual, voyerismo y nostalgia». De manera minimalista nos hace entrar de lleno a los afectos que los sujetos retratados emanan a través de sus cuerpos. Todo el escenario detrás es estos lienzos en los que nuestra imaginación se ejercita.
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Para quienes no estamos acostumbrados a estas prácticas, ver estas imágenes en las que no existen los roles de género es complicado. Pero al margen de los cuerpos, ¿en qué se diferencian estos amantes de los que conocemos la mayoría?, ¿no existe dentro de ellos una pasión igual a todas las demás?
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En ellas encontramos el mismo derroche de placer, la ausencia de límites racionales, la falta total de pudor y racionalización, y –en general– todo lo que implica el erotismo humano. No tendría mucho sentido si fuera de otra manera. Pero hay algo que salta de inmediato a la vista: ¿por qué las ilustraciones que describen tácitamente el erotismo heterosexual tienen tanta aceptación pero estas nos resultan, de algún modo, incómodas?
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Pese a que la cantidad de información disponible al día de hoy nos conduce a encumbrar el respeto por las diferencias, tenemos aún grandes dudas respecto a la verdadera libertad sexual. La aceptamos siempre y cuando no se nos muestre, mientras permanezca oculta. Sin embargo, mucho más allá de nuestra orientación, es posible ver en estas ilustraciones un sentido de erotismo con el que nos identificamos.Y es que es eso lo que precisamente hace el arte: proporcionarnos una experiencia que logra transportarnos, sacarnos de nuestro estado común, atravesar los límites de lo que antes no hubiéramos imaginado. Por cierto, es de hacerse notar que este artista no sólo es ilustrador, también hace pintura, grabado, dibujo y fotografía. ¿Qué te ha parecido su trabajo?
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Las ilustraciones nos dan la oportunidad de echar a andar nuestra imaginación, pero también de explorar nuestras pasiones y los más profundos sentimientos humanos. Por su impacto, a veces sirven como instrumento terapéutico; por ejemplo las ilustraciones que debes ver cuando crees que todo es oscuridad o la serie de ilustraciones de lo complicado y hermoso que es ser mujer.
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ReferenciasEthan Barry
Regio gay