La inspiración está definida como el “Estímulo o lucidez repentina que siente una persona y que favorece la creatividad, la búsqueda de soluciones a un problema, la concepción de ideas que permiten emprender un proyecto, etc., especialmente la que siente el artista y que impulsa la creación de obras de arte”, y es la inspiración la responsable de que un artista sienta la energía de crear, es el origen de la expresión.
Cada evento marca la vida del artista y deja un poco de sí en su arte. Más allá de los colores y la perspectiva, la pintura tiene un fondo histórico y un contexto que la respalda. Los grandes artistas se distinguen por saber expresar en cada trazo una vida de sufrimientos y alegrías, y saber transmitirlas al espectador. Es común conocer la historia y mensajes ocultos detrás de grandes obras de Leonardo Da Vinci o Miguel Ángel, pero hay pinturas que han marcado la historia del arte cuyo origen se desconoce por la mayoría de la gente. A continuación te presentamos la historia que respalda las grandes pinturas.
El Retrato de Arnolfini y su esposa, realizado por el gran artista holandés Jan Van Eyck, es considerado por varios historiadores del arte como una de las pinturas más importantes debido a la gran controversia que ha causado entre quienes la investigan, empezando por el hecho de que fue pintada en óleo, una técnica rara en el arte de la Europa Occidental del S.XV. Esto le abrió la puerta al artista para explotar su talento y agregar mensajes y detalles de una manera única, difícil de encontrar en otras de sus pinturas. Si miramos con detenimiento la obra, descubriremos que el espejo del fondo refleja la habitación entera, incluyendo dos figuras adicionales a las principales de pie cerca de la puerta. En el reflejo de este espejo no se encuentra el perro que sí está presente en la habitación, y tampoco están tomados de la mano. Lo impresionante del detalle de la obra se evidencia cuando nos acercamos a ver el marco del espejo, que contiene en sus medallones escenas de la Pasión de Cristo.
Sin embargo, la parte controversial de la obra no se encuentra en el espejo, sino en la misma pareja. Era poco usual e incluso mal visto que los personajes de las pinturas posaran en cualquier lugar de la casa, y a esto le atribuyen los historiadores que la pintura pueda contener un significado más profundo. Algunos afirman que la escena se trata de una boda secreta, y que los sujetos del fondo son los únicos testigos. No todos están de acuerdo con esta hipótesis, también ha sido profundamente analizada la manera en que la mujer está utilizando su mano para establecer un vínculo entre ella y su pareja, convirtiendo la obra en un objeto de estudio de la sociedad de la época.
Cuando se habla de pinturas polémicas no podemos dejar atrás El Grito, de Edward Munch, catalogada como una de las obras más caras de la historia. Esta pintura (entre las cuatro versiones que realizó) marcó por siempre la carrera del artista expresionista, y al ser interrogado a cerca de su inspiración, Munch respondió: “Una tarde yo iba caminando por un camino, a un lado tenía la ciudad y debajo un fiordo. Me sentía cansado y enfermo. Me detuve y miré por encima del fiordo. Había una puesta de sol, y las nubes se tornaban rojas como la sangre. Sentí un grito atravesar la naturaleza; me pareció haber escuchado el grito. Pinté esta obra, pinté las nubes como sangre real. El color chillaba. Esto se convirtió en El Grito”. La controversia ha seguido acompañando a la obra durante su estadía en diveros museos y galerías: En 1994 fue robada de la Galería Nacional, pero fue recuperada pocos meses después. Posteriormente, en el 2004, fue robada junto con otra pintura de Munch (Madonna) del Museo de Munch. Ambas fueron recuperadas dos años después.
El jardín de las delicias, realizada por el pintor holandés Hieronymus Bosch entre 1490 y 1510, es una de las obras más complejas y ambiciosas del mundo. Técnicamente es un tríptico, pues se separa en tres paneles que definen El jardín del Edén, el Jardín de las Delicias y El Infierno.
A primera vista, es claro que Bosch plasma el cielo, la tierra y el infierno, posiblemente como una advertencia sobre todas las tentaciones de la vida. Esto es el único punto en el que están de acuerdo los historiadores en lo que respecta a la obra, pues está llena también de figuras intrigantes que seguimos descubriendo seiscientos años después. Por ejemplo, la música tiene un papel importante a lo largo de toda la obra en sus tres partes, y hay diversos personajes tocando instrumentos y partituras musicales de maneras poco convencionales (como flautas insertadas en las nalgas). Estos instrumentos han sido recreados por la Universidad de Oxford únicamente para descubrir que tienen un sonido muy poco agradable al oído, agregando un contexto aun más sombrío a la pintura.
Vincent Van Gogh, un personaje con una devastadora historia, describe en cada una de sus obras la agonía, ansiedad y problemas mentales que sufrió desde temprana edad. La historia detrás del Retrato de Doctor Gachet comienza cuando Theo, el hermano de Van Gogh, estaba buscando un lugar agradable para su hermano después de ser dado de alta del hospital psiquiátrico y escuchó que el doctor Gachet estaba interesado en su obra y le daría asilo. Al principio Van Gogh no sentía gran simpatía por el doctor, y cuando le escribió a Theo expresando sus sentimientos dijo: “Creo que no podemos confiar en el Dr. Gachet. En primer lugar, él está más enfermo que yo, o probablemente tanto como yo. Y cuando un hombre ciego guía a otro ciego, ¿No es probable que caigan en zanjas?”
Pero poco tiempo después desarrolló un gran cariño por el doctor y a sólo dos días de haber mandado la primera carta a su hermano, le contó maravillas del doctor: “He encontrado un verdadero amigo en el Doctor Gachet, casi como un hermano, pues tanto nos parecemos física y psicológicamente”. Periódicamente, la amistad entre Gachet y Van Gogh fue tan profunda que terminó creando el famoso retrato.
Diego Velázquez fue uno de los artistas más relevantes de la Época de Oro española; la Venus del espejo es considerada una de sus mejores obras, y también la más controversial. El tema de la pintura es atrevido, una mujer desnuda recargada en un costado, dando la espalda al observador y mirándolo por medio de un espejo. Fue uno de los primeros desnudos de la historia y el único que sobrevivió de los que hizo.
La obra fue terminada en 1651, justo en un momento en que la inquisición española juzgaba lo incorrecto y lo prohibido, y la desnudez estaba vista como algo sucio y despreciable. Lo único que salvó a Velázquez de ser condenado era el mecenazgo que recibía del Rey Felipe IV de España, La pintura fue resguardada en Rokeby Park, en Inglaterra, por casi un siglo, y a partir de 1906 se reubicó en la Galería Nacional de Londres. En 1914 regresó a ser tema de conversación, pues fue dañada con un hacha por Mary Richardson, como un acto de protesta por el arresto de Emmeline Pankhurst, pero eventualmente fue restaurada.