“Cuando era verde en juicio y fría en sangre”.
Antonio y Cleopatra, William Shakespeare
Salad days es una expresión shakespereana inglesa que hace referencia a la juventud adolescente, siempre acompañada de la inexperiencia, el entusiasmo, idealismo, inocencia e indiscreción que se asocian con esta etapa de la vida. El uso de esta frase representa el apogeo de la vida.
Esta frase se convirtió en tema de discusión y confusión, pues en ese entonces, aquellos que leían la obra de Shakespeare pensaban que se referían a algún tipo de ensalada. Sin embargo, la joven Cleopatra se refiere a su inexperiencia y amor frívolo, tal y como si fuera un simple trozo de lechuga ante su romance con Julio César. Ella insiste en que su romance con César nunca fue real y en ese entonces sus palabras no tenían sentido, pero ahora más adulta evalúa la situación, tiene un juicio más maduro con criterio y gustos distintos, y retrata su juventud como un tiempo de indulgencia.
La frase de Shakespeare se volvió épica y una manera bastante conocida para referirse a la juventud. La Reina Elizabeth II la utilizó en un discurso en el que se refería a los votos que hizo ante Dios y su gente,cuando apenas tenía 21 años: “aunque ese voto fue hecho en mis salad days, cuando era verde en juicio, no me arrepiento ni retracto de ninguna palabra”. Muchos autores la han utilizado como título de sus novelas, como Fracoise Sagan o Charles Romalotti. Los hermanos Coen la usaron en el diálogo de su película Raising Arizona y la banda de punk Minor Threat hizo titulo su último EP con esta famosa expresión.
Tal vez esa expresión sea idónea para definir el mejor momento de nuestra vida; en que los errores son válidos porque sólo se vive una vez, cuando las responsabilidades aún no atosigan nuestra vida y es posible hacer cambios en la dirección que queramos. Se trata de un momento en el que creemos en los sueños y aún somos verdaderamente buenos, sin el dolor que sufriremos después. En la juventud todo el tiempo estamos incómodos pero al mismo tiempo, deja de importarnos la opinión y las convenciones del mundo adulto.
De este modo y con esa filosofía, el fotógrafo Fryd Frydendahl enfrenta a los jóvenes daneses, porque para él la juventud no se define con una edad determinada, sino con la sensación de no tener preocupaciones específicas. En su serie, que tiene como título la frase que Shakespeare dio a conocer, busca hacer un retrato de la inexperiencia de la juventud, porque según él, Salad days es acerca de ser joven y estúpido.
Este trabajo más que un proyecto fotográfico es un estudio antropológico, pues nos permitirá guardar un vestigio de lo que significa la juventud en el siglo XXI. Con sus fotografías, podemos ser testigos de una ilusión en la que el tiempo se detiene y nos presenta a desconocidos parcialmente ocultos que no les interesa lucir magníficamente perfectos en la toma.
Cuando Frydendahl era joven, le gustaba fotografiar lugares cercanos a su hogar, como las dunas de arena o su patio trasero, donde asegura, tuvo una gran juventud en la que decidió qué quería hacer de su vida. Sin embargo su juventud se resquebrajó con la muerte de uno de sus padres, por lo que tuvo que crecer muy rápido. Tal vez, sea por este motivo que le atraiga de un modo tan particular el tema de la juventud pues considera nunca es demasiado tarde para vivir los años mozos.Frydendahl vive y trabaja en Dinamarca y Nueva York, se graduó de la Fatamorgana, escuela de fotografía danesa y del International Center of Photography de Nueva York.
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