El arte se divide en etapas, estilos, corrientes, movimientos y más. Todo con la finalidad de entenderla bajo ciertas características. El arte contemporáneo llegó a destruir barreras y mezclar todo lo que uno pudiera y dispusiera hacer. Gracias a esto nació el collage, técnica artística con más de 100 años que ha logrado que el arte antes considerado clásico y elitista se convierta en algo profano.
El sexo se vio beneficiado del collage gracias a que las fotografías sirvieron para entrar en la obra, ocultando algunas cosas y dejando al descubierto otras, pero siempre manteniendo un grado de erotismo. El cuerpo se contorsiona para evadir la realidad que lo limita y el collage le da nuevas formas, nuevas oportunidades y nuevos espacios. Así nace la obra del artista español Naro Pinosa.
Pinosa crea su obra a partir de la manipulación digital. A diferencia de muchos artistas que deciden darle sutileza a su trabajo y usan herramientas que les permitan hacer creaciones casi perfectas, en las que los cuerpos se fusionan con precisión, en donde los matices se equilibran, el color se iguala y hasta la temperatura se cuida, la obra de Pinosa arroja recortes digitales y los pega como si de la tarea de un niño se tratara.
Su obra se divide en dos, una en la que el cuerpo clásico se yuxtapone con el moderno y la otra en la que los cuerpos se transforman en nuevas creaciones, a veces obscenas y a veces horríficas. Los modelos clásicos son expuestos junto a sus contrapartes modernas, figuras esbeltas, ideales de belleza. Aquí no hay lugar para el cuerpo real, los modelos son quienes figuran en la obra hoy como hace dos mil años.
La otra parte de su obra es una surreal manipulación de imágenes que muestran lo que pasaría si nuestros cuerpos fueran transformados por químicos o algo peor. Las pesadillas que pueden causar sus obras son equiparables a lo que una cinta como The human centipede puede ocasionar.
Es claro que la sexualidad se encuentra viva en la obra, pero se trata de una extraña visión de ésta. Parece que no hay protagonista. A diferencia del arte erótico e incluso de las que serían las imágenes originales, los collages de Naro Pinosa exponen híbridos mutilados incapaces de provocar algo más que risa o lástima. El artista se encarga de darles un nuevo significado, desmitificar esos cuerpos perfectos y denigrarlos incluso más que el de cualquier cuerpo normal.
Nos encontramos entonces ante una nueva faceta de la sexualidad. Una representación que tiene dos respuestas: o perdió la sensualidad de los cuerpos al ser conjuntada y trastocada, o se elevó a algo nuevo, una sexualidad superior que toma elementos dispersos para beneficiarse y alterar nuestros sentidos sin que nos demos cuenta.
Naro Pinosa explora tiempos, cuerpos, fantasías y más para jugar con el sexo y el arte. Su obra se limita a recortar y pegar, pero esas simples acciones han dado vida a un nuevo collage digital único en Internet. Será el tiempo y la evolución de nuestro comportamiento sexual el que dicte si Pinosa acertó o se equivocó con estas cuestionables figuras neosexuales.
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Fuentes: Instagram, Estetica del arte