“Segura de su cuerpo se desnudó. Ella conocía las reglas: sin nombres, sin pasado y sin futuro; sin sentimientos involucrados más que la pasión, si es que a eso se le podía denominar un sentimiento y no un arrebato carnal; solamente al pensar en eso, sus piernas temblaron. Sí, ella conocía las reglas pues ella las había creado. Su cuerpo no era su templo, no era su arma ni su aliada, su cuerpo era lo que ella quisiera, lo que ella creaba, mostraba, cubría o entregaba. No era de nadie más y no debía ningún tipo de explicación a nadie. Siempre le dijeron que tuviera cuidado, que sus curvas pronunciadas, sus labios carnosos y su mirada insinuante podían ser perjudiciales; eso solamente ayudó a que formara su filosofía con la que disfrutaba mucho más a través de sus sentidos. Caminó hacia él, sintiendo ese extraño pero familiar cosquilleo que siempre llegaba a ella antes de sentir a un amante,y con una sonrisa que él no pudo distinguir demostró que no existe nada llamado el sexo débil”.
Una mujer no está limitada por la sociedad en la que vive, pues muchas han logrado sobresalir y vivir bajo sus propias reglas. Hoy más que nunca son ellas las que están dando forma a sus sueños y deseos. Las ilustraciones de Kelly Thompson son reflejo de ello. Mujeres que despiden sexualidad en cada linea y modelos que brillan por su seguridad y amor a sí mismas.
Una sexualidad liberada, despojada de los prejuicios que muchas veces las mujeres se autoimponen. Podemos encontrar los cuerpos en distintas posiciones y enfrentando al espectador. Ahí, en la pasividad de la ilustración, los cuerpos cobran vida y no podemos evitar imaginar su movimiento. Un sutil movimiento de piernas que despierta el deseo completamente, una mano recorriendo el cuerpo invitando a sentir más que a observar.
Kelly Thompson fotografío a hermosas mujeres y su sensualidad la impactó tanto que tuvo que hacer ilustraciones de esas series. Así es como nació la serie “Girls, girls, girls”. En ella encontramos mujeres que posaron como si se tratara del momento previo o después de tener sexo. Largas piernas entreabiertas, miradas provocadoras y más están presentes en las ilustraciones. Es difícil verlas y pensar que el fin es algo más inocente. Sin embargo, no raya en lo pornográfico. Es un homenaje a la belleza femenina, a esa figura que hipnotiza, pero que libera.
Su segunda serie es la de “Darknes of Noon” en la que junto al fotógrafo Derek Henderson creó un libro ilustrado que también contiene fotografías de mujeres reales. El cuerpo desnudo se divide en dos. El real está en la naturaleza, demostrando de golpe la sexualidad del cuerpo de la modelo. El otro cuerpo es el de las ilustraciones. Siempre incompletas, en ocasiones los cuerpos se pierden en el fondo, expresando más allá de lo que vemos. Una sutil forma de convertir a la modelo en un ser etéreo e incompleto, haciendo que seamos nosotros quienes la completemos, pero también le demos una historia.
No es el sexo por el sexo, no es la degradación de la mujer ni un intento de convertirla en un objeto. Recientemente la actriz y modelo Emily Ratajkowski publicó un ensayo en el que decía lo siguiente:
“Para mi, “sexy” es un tipo de belleza, una forma de autoexpresión, una que debe ser celebrada, que es maravillosamente femenina”.
Se trata de reconocer el cuerpo como la obra de arte que es, no como una mercancía sino como algo que cada quien es libre de usar de acuerdo a sus creencias. Ratajkowski lo hace modelando, al igual que las modelos de Kelly Thompson, y ella simplemente convierte esa seguridad y sensualidad en arte perpetua.
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Fuentes: We are UNA, Lennyletter