Algunos ya no creemos en el matrimonio y, en definitiva, a pesar de lo enamorados que lleguemos a estar, tan sólo escuchar que alguien “ya se comprometió” nos suena falso. Cuántas veces hemos escuchado de “infidelidades” dentro de relaciones estables que nos hacen dudar de querer entrar en una “relación seria” y cuántas “relaciones estables” no conocemos que son las más tormentosas.
Hay quienes tratan de aplazar lo más posible el tener una relación “seria” o duradera, y a la inversa quienes tienen a edad temprana una relación duradera, pero con “aventuras” o infidelidades. Ambas situaciones reflejan una cuestión: todas las relaciones atraviesan por etapas y la experimentación sexual es parte de ellas.
Para saber un poco más sobre la inquietud de experimentación sexual por la que atraviesan las relaciones, la plataforma en línea “Encuentros Ilícitos” hizo una encuesta a sus usuarios en Gran Bretaña y les preguntó: ¿Cuántas parejas sexuales deberías tener o has tenido antes de una relación más estable o comprometerte? Las respuestas indicaron que el promedio de relaciones con el cual las personas interactuaban antes de establecer una relación más duradera o de comprometerse, es de 10.
En definitiva, para quienes apuestan a una relación de pareja, no hay una cantidad exacta de relaciones por las que tengas que pasar para llegar a una relación duradera o estable. Sin embargo, si experimentas en otras relaciones sin forzarte a cumplir un número o estándar, seguramente te dejarán muchísimo aprendizaje.
Si nos preguntamos ¿qué es lo que cambia, las personas con las que andamos o cambiamos nosotros? evidentemente ambas. Nosotros maduramos y nos hacemos conocedores, para bien o para mal, de artes y artimañas que llevamos a nuevas relaciones. Aquí te dejamos algunas ideas para entender por qué experimentar es importante, antes de que en cada relación te proyectes y sientas que es el “amor de tu vida”.
Monotonía e insatisfacción sexual = infidelidad
No necesariamente la experimentación sexual anterior nos llevará a una relación más estable o “fiel”, quienes experimentaron previamente a una relación que se pretende duradera, tienden a estar menos satisfechos sexualmente dentro de una relación larga y monógama. La infidelidad nace de la insatisfacción que puede traer la monotonía y otras búsquedas sexuales.
La monogamia no necesariamente es la respuesta a una relación comprometida
Para algunos otros, consolidar una relación no necesariamente implica la monogamia, sino una relación que consolide el amor, pero en la cual la sexualidad sea abierta. Si nada más no es para ti eso de la monogamia, sólo ten las agallas bien puestas y sé muy claro con la persona con quien te relacionas. Evitarás el desagrado de vivir con cara de farsante. Es mejor hacer acuerdos claros desde el principio; una una relación abierta puede ser incluso más honesta y comprometida.
¿Eres promiscuo o inexperto?
Mientras quienes han tenido menos de 10 parejas son considerados “inexpertos”, quienes establecen contactos sexuales con más de 10 personas son considerados “promiscuos” y más aún, quienes han tenido más de 20 relaciones se consideran sospechosos de poder mantener una relación de pareja sin relaciones “ilícitas”, es decir, infieles. Más allá de los números y las etiquetas deberías preguntarte: ¿Más allá del sexo, qué aprendizaje te han dejado esas relaciones por las que has pasado?
A ellas les importa más el pasado que a ellos
Las mujeres son más propensas a querer saber el pasado sexual de sus parejas que los hombres, ellas suelen hacer más preguntas que ellos sobre la cantidad de parejas con las que han estado anteriormente o las experiencias sexuales vividas. Una relación duradera conlleva una dosis de confianza en tu pareja, esa la irás desarrollando cuando has experimentado más relaciones, pues abonarás la confianza en ti, en el otro y en la relación.
Experimentamos más que en el pasado
Las tendencias actuales indican que las personas experimentan más con su sexualidad que en el pasado. Las personas tienen un estilo de vida sexualmente más activo y aventurado que hace 10 años. La experiencia abona la relación siempre y cuando asimiles lo vivido.
Ser experimentado, no quita lo rutinario
Estar en una relación larga no te garantiza que no exista insatisfacción sexual. La monotonía y la rutina pueden llevarte a pasar a la más miserable rutina, aunque seas un donjuan o una damisela experimentada en las artes de la pasión.
En cualquier caso, ejercer la sexualidad de manera libre, sin que nuestras opciones se reduzcan a estereotipos de “promiscuidad” o “mojigatería”, que resultan etiquetas estrechas para procesar nuestras propias experiencias, nos harán más plenos para decidir con quién queremos estar y explotar nuestra sexualidad.
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Referencia:
Illicit Encounters
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