Sexo, drama y amor se conjugan de manera magistral en la obra de Gabriel García Márquez. Para él, la relación erótica y física, completamente pasional, domina al amor y los sentimientos. Es decir, en una relación en la que haya cariño y otro tipo de afecto, la pasión y la sensualidad no permiten definir como tal ese erotismo que aunque se desborda, siempre es aniquilado en algún momento por el sentir del amor. La incapacidad en la que hace énfasis Márquez es sin duda la falta de compromiso al amar, sus personajes no con capaces de amar a otros y anteponen el sexo porque no ven otra cosa. De igual manera, tiene que ver con un mecanismo de defensa ante miedo de tener un amor normal y real.
Sí, por supuesto que el amor es maravilloso. Te lleva por mundos inimaginables, te hace sentir feliz y desentierra el comportamiento dulce y meloso que guardas en el interior para externarlo de todas las maneras posibles. Pero en definitiva los bajos deseos, la perversión y la sexualidad deshinibida, son tres puntos realmente atrayentes, que aunque te hacen extrañar un poco la sensación del amor, es también una oportunidad de soltarle la rienda a cada rincón del cuerpo, a cada parte que necesita un poco de calor y unos besos alocados que se queden para siempre ahí.
El deseo puede ser oscuro, mucho. Al grado de que esos besos o ese calor que requerimos para vivir, se convierta en una serie de experimentos, posiciones sexuales y sudor a chorros que te harán pensar en cómo fuiste capaz de guardar tanto tiempo esos deseos oscuros que emergieron de la nada. Esto le pasaría a los personajes de García Márquez si dejaran la inhibición, no todos, sino algunos. Para “Gabo” el erotismo, sin importar si era explícito o si era poesía pura, explotaba gracias al amor, pero ¿no sería igual de perverso, incluso más, que explotara ese erotismo en forma de pecado, de tentación incontrolable? Estos libros demuestran que sí se puede hacer y que es incluso más afectivo.
–
“Blue Is the Warmest Color”
(2010) Julie Maroh
Emma se despide de Clementine a través de su diario. El color azul es un personaje más de la historia ya que según la situación, será el color de las viñetas del libro. El azul deja de ser frío cuando se interpone entre la pareja. Entonces, se vuelve un tono sumamente cálido, listo para amar y evocar lo mismo.
–
“Castillos de cartón” (2004)
Almudena Grandes
Si estás en tu etapa universitaria o en tu veintes, es la oportunidad perfecta para leerlo, si lo haces fuera de tiempo podrías añorar regresar a esa época. Hacer un trío va más allá de decidir si lo hacen dos hombres y una chica o dos mujeres y un varón. Más bien, Almudena Grandes los plasma como un trío que comparte amor, sentimientos y fantasías, pero también amistad, confianza y un poco de celos.
–
“Trilogía sucia de La Habana” (1998)
Pedro Juan Gutiérrez
Toda una obra repleta de suciedad y perversión. Guitérrez captura el sexo sucio y desenfrenado en un lenguaje mordaz, sin malintepretaciones y directo. Detalla el sexo más rudo y sinsentido, pero placentero, que puede haber. El instinto y la necesidad se ven reflejados en cada frase, es inevitable no sentirse un poco excitado al respecto, pero no es más que un engaño a uno mismo, ya que, aunque no tengas esa necesidad, la vuelves propia creyendo que en verdad requieres sexo sucio y doloroso.
–
“Historia de O” (1954)
Pauline Réage
La posguerra dejó sensibilidades abiertas, entre ellas, las del erotismo y la pureza de la vida cotidiana. Cuando este libro vio la luz, el mundo se escandalizó, pero poco a poco fue tomando fuerza al grado de ser adquirido por hombres y mujeres alrededor del mundo, lo que obligó a que fuese traducido tanto como lo fue “El Principito”. Narra la historia de una fotógrafa de moda parisina que se conoce únicamente por su inicial, “O”, que por amor a su amante, entra a una fraternidad sadomasoquista donde se convierte en un objeto sexual por voluntad propia y donde es sometida a todo tipo de prácticas perversas y lastimeras.
–
“Lolita” (1955)
Vladimir Nabokov
Una chica de ojos coquetos, cabello dorado y perfecta complexión, se encarga de manipular con sus próximas curvas y bellos labios a los hombres que conoce para conseguir su objetivo, en especial a su padrastro, quien se casó con su madre por el simple hecho de intentar tener a Lolita. Entre la lealtad, el deseo y la lujuria se entrevé el deseo naciente de una niña perversa y lista.
–
“Inmaculada o los Placeres de la Inocencia” (1989)
Juan García Ponce
García Ponce pone a prueba la moralidad y sus reglas. Nos lleva por un mundo en donde no hay pruebas difíciles ni culpas. Todo es placer y diversión en donde las personas son el objeto del placer de las situaciones. Inmaculada vive en él pero es entonces cuando vemos que la actitud y el deseo no dependen de un nombre o del resto del carácter, sino de la pasión interna y la lujuria que debemos liberar de vez en cuando.
–
“Luna Caliente” (1983)
Mempo Giardinelli
Ramiro Bernárdez regresa a su pueblo natal en donde un amigo de su padre le invita a cenar y conoce a la bella hij, de quien queda prendado. Entonces los crímenes movidos por la pasión se harán presentes en esta historia que se convierte de a poco en una novela negra. Luego de un rato, se convierte en una pesadilla obsesiva y delirante. La pasión mueve más que cualquier otra cosa.
–
Ante el erotismo, la pasión y el deseo, no nos queda más que sucumbir o ser tan fuertes como para evitarlo. García Márquez lo hace en “Memoria de mis Putas Tristes”, en done le da a un hombre mayor la oportunidad de caer ante la pureza de una chica virgen, entonces, el erotismo cobra cierto sentido de perversión que no es más que el propio comportamiento humano y del que no debe haber culpa. Todo es cuestión de saber controlarlo y no convertirlos en una obsesión desenfrenada.
**
El erotismo es una forma de enamorar a alguien, ¿por qué no dedicarle un poema que derroche sensualidad? Si aún no conoces uno que te atrape consulta estos que fueron prohibidos. Puedes leer otras historias igual de pasionales y sensuales que este listado con estos libros que te mantendrán al filo de la cama.
*
Referencia
Mongolia Central
Código Nuevo