Y sueñas a mi lado, duermes.
La sábana dibuja tu esencia desnuda,
senos cubiertos por el aire,
carne revelada por la luz.
Mis ojos cruzan los senderos del lienzo,
las fronteras de tu piel.
Tu cuerpo es una tierra habitada por mi cuerpo,
un presagio de las manos,
una voz nocturna, eco constante.
Viajo por los resquicios de la noche.
La boca entreabierta de los fulgores
susurra una inmemorial letanía de amor.
Traduce en gemidos el lenguaje de los cuerpos.
Tú y yo, apenas un sueño,
la prolongación de los tiempos.
Carne reencontrando carne,
“je vais et je viens”.
Tú me buscas,
me encuentras,
volvemos.
Sueñas a mi lado,
y yo,
sueño con un sueño.
***
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