“La respuesta está en el amor, pero mientras esperas la respuesta, el sexo detona algunas buenas preguntas”, estas palabras de Woody Allen se refieren a una certeza aceptada por casi todos los seres humanos: el placer sexual es fundamental, satisfactorio y gratificante.
Sin embargo, hay algunos momentos en que es mejor la abstinencia. Lejos de prohibiciones o limitaciones de carácter moral, hay algunas razones que debes tomar en cuenta si no quieres poner en detrimento tu salud. A continuación te compartimos los momentos en los que no debes tener sexo y nadie te lo ha dicho:
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6. Después de depilarte
Las infecciones de transmisión sexual no sólo se contagian a través del contacto costal, tener heridas en la piel también puede ser un factor de riesgo importante. Si acabas de depilarte, lo mejor es que esperes al menos un día o dos para asegurar que las micro dermoabrasiones en la piel −causadas por la eliminación del vello− hayan cerrado por completo.
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5. Antes de una cita con tu ginecólogo
Si tienes agendada una cita con tu ginecólogo –por un chequeo de rutina o por alguna sintomatología– también es necesario abstenerte de contraer relaciones sexuales al menos un día antes. Esto evitará errores en tus diagnósticos, pues los restos de semen pueden modificar el pH de tu vagina.
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4. Sumergidos en el agua
Sí, aunque tener relaciones sexuales en una piscina, un jacuzzi o una tina de baño puede sonar excitante, también podría costarle ciertos riesgos a tu salud. Uno de ellos es que el agua reduce la lubricación, por lo que la fricción podría provocarte algún desgarre vaginal –uno de los principales factores para contraer infecciones– y, en lugar de disfrutar, el roce podría volver las relaciones algo dolorosas. Por otra parte, si estás en una piscina, debes tomar en cuenta que de no estar adecuadamente clorada algunas de los millones de bacterias que nadan en ella podrían instalarse en tu vagina.
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3. Algo no está bien con tu vagina
Si estás pasando por alguna infección vaginal, no es recomendable que mantengas relaciones coitales. La hinchazón producida por ciertas afecciones puede empeorar mucho con la frotación. Del mismo modo, modificar el pH de tu vagina puede atrasar el proceso de sanación; si presentas algunos síntomas como comezón o ardor debes consultar a tu médico para descartar alguna enfermedad grave.
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2. Te aquejan dolores estomacales
Los dolores en el vientre también son una razón para evitar tener sexo. Si tienes una molestia fuerte, probablemente se podría deber a alguna infección y el contacto eventual del pene con el recto podría acarrearte nuevas dificultades; algo que seguramente preferirás evitar.
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1. El condón no es adecuado
Según un estudio de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, así como una investigación en el British Medical Jornal, las tasas de contagio de enfermedades de transmisión sexual se duplicaron en los últimos 10 años. No, no en jóvenes, sino en adultos que rebasaban los 50 años de edad. Esto indica que, pese a la supuesta monogamia de parejas consolidadas, las enfermedades siguen siendo un riesgo. Por ello, usar preservativo se vuelve una medida de salud importante; si el que te dispones a usar lleva mucho tiempo guardado, es demasiado pequeño o demasiado grande para el pene de tu pareja, lo más sano es que aguardes hasta tener uno completamente adecuado y que te mantenga segura.
No sólo estos factores físicos pueden ser un impedimento para tener relaciones sexuales. Cuando no te sientes dispuesta a tenerlas porque no estas preparada o en el mejor plano emocional, o simplemente no tienes ganas de tener sexo, definitivamente no debes tenerlo.
Muchas mujeres acceden a tener relaciones sexuales, pese a su falta de deseo y el temor a un reproche de su pareja. Es perfectamente normal que –de vez en vez– prefieras ver una película, contar historias, o simplemente dormir junto a tu pareja sin intención de llegar al coito. El sexo no es para sufrirlo.
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Fuente:
Bustle