Te escribiré un poema en el que tú seas mi verbo.
Iremos al objeto directo, sin adjetivos, sin tiempos gramaticales.
En el sufijo no habrá pronombres y los complementos circunstanciales no tendrán
comas criminales.
No nos detendremos en tildes diacríticas ni habrá conjunciones subordinantes. Todo
será coordinación copulativa, nunca disyuntiva y menos adversativa.
Morderé sin oraciones el pretérito imperfecto de tu lengua española.
***
Te puede interesar:
Poemas eróticos que harán temblar tus piernas