Probablemente has visto estas obras antes. Han sido coleccionadas por estrellas de cine y de la música desde el siglo XX, pues toda su composición es atractiva tanto en colores como en formas y figuras. Se trata del trabajo de la artista Tamara de Lempicka (Varsovia, Polonia 1898 – Cuernavaca, México 1980).
Tamara de Lempicka fue una pintora que creó imágenes consideradas como los íconos del siglo XX. Todo empezó tras la Revolución Rusa, cuando la artista se trasladó junto a su pareja a París. Fue en esta ciudad que comenzó a especializarse como artista, que aprendió sobre pintura y donde se vio fuertemente influenciada por el Art Déco; movimiento que se originó en el año 1900 después de la Exposición Universal en París. Varios artistas franceses formaron un colectivo dedicado a las artes decorativas de vanguardia. El movimiento influyó a la arquitectura, el diseño, a la moda y a las artes visuales.
La artista, nutriéndose de estas nuevas propuestas y de esta amalgama de estilos, se hizo famosa por sus retratos y desnudos que adornaron más carátulas de libros que ningún otro artista de su época. Además, participó en varios salones de París. Sus creaciones destacan por su belleza y ejecución.
Vemos en estas representaciones a mujeres de colores metálicos que tienen apariencia escultural. Los marcados contrastes de luces y sombras y los fondos abstractos nos recuerdan tanto al cubismo como al futurismo. Vemos también una característica en común es sus piezas: los labios rojos que dotan de sensualidad consecutivamente sus diversas escenas. Estos detalles, además de las posturas de las mujeres hacen que la sensualidad inunde las piezas. Son imágenes casi escandalosas para la época en la que se realizaron. Podemos encontrar desnudos frontales que se muestran sin pudor y sin decoro. La sensualidad posiblemente es sublimación de su propia experiencia, extensión de sí misma, pues fue una de las primeras artistas en declararse abiertamente bisexual.
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Referencias:
The Post Internatzionale