Dicen que los mejores libros, las mejores obras, canciones, películas y cualquier expresión artística, resulta mejor cuando nuestro corazón está roto y bueno, para ser sinceros, el postulado tiene mucho de cierto porque con el sentimiento a flor de piel, nuestra creación se convierte en el dolor más profundo que esperamos liberar de alguna manera.
No, no se trata del melodrama que todos imaginan pero sí es liberador dejar fuera todo ese desconsuelo por un segundo y hacer que el público sienta tanta rabia como nosotros cuando nos rompieron el corazón. Pronto nos damos cuenta de que ese pesar tiene escape y nuestra mente no halla cómo parar de proponer cosas mejores. Sentirnos desolados en los terrenos amorosos, puede ser la mejor cura para nuestra falta de chispa y creatividad.
Así como alguna vez dijo Juan Rulfo, “cada suspiro es como un sorbo de vida del que uno se deshace” y con esos suspiros, intentamos reponernos de todo el dolor que emana de nuestro interior. Estos artistas no suspiraron sino que crearon y gracias a estas muestras, somos capaces de sentir su dolor.
“Camille en su lecho de muerte” (1879)
Claude Monet
Fiel esposa y musa, Camille era una mujer bella, bien educada y de una familia respetable que conoció al pintor en París cuando modelaba para diversos artistas. Ambos compartían el deseo de enriquecer sus vidas con las nuevas tendencias modernas. Ella era conocida como la reina de París y ésta es una de las pinturas más poderosas y tristes del artista. Con suficiente ternura y amor, Monet pinta a una Camille casi extinta. La esposa de Monet sufría de dispepsia y otras complicaciones médicas que la hicieron fallecer a los 32 años. Monet le dijo a uno de sus amigos ” no puedes saber la obsesión, la alegría, el tormento de mis días. Estuve en el lecho de muerte de una mujer que fue y aún es muy querida para mí, me sorprendí de los colores que la muerte le dio a su rostro inmóvil”.
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“Las dos Fridas” (1939)
Frida Kahlo
Cuando Frida se fue con Diego a Detroit sufría todos los males de estar en un país tan distinto de México, lleno de edificios, smog y sin sus tradiciones tan arraigadas. A su regreso, decidió que era momento de divorciarse de Diego pero el sufrimiento que tenía era demasiado intenso. La pintura, con cielo nublado y gris, encarna el conflicto que sentía en su relación. Su rompimiento matrimonial está representado en las dos Fridas: una vestida de tehuana, relacionado con lo mexicano, el mundo indígena y a la que Diego quería. La otra Frida, mestiza, es la que ni siquiera a ella le gusta. En una de las manos sostiene el retrato de Diego Rivera. En uno de sus diarios, Frida aseveró que ese cuadro significa todas las emociones que la embargaban cuando se separó de su esposo.
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“La novia del viento” (1914)
Oskar Kokoschka
El amor y obsesión que Kokoschka sintió por su amada, se refleja en este hermoso cuadro. Cuando el pintor se alistó, escribía a la mujer que le robaba el aliento cada día. En un ataque sufrió graves contusiones, pero hasta en sus delirios podía ver a Alma Mahler, quien protagoniza la novia del viento. Ella, sin un minuto más para soportar el asfixiante amor del pintor, rompió con él y huyó a los brazos del arquitecto Walter Gropius, su antiguo amante con quien duró más de cinco años.
Como si nada hubiera sucedido, Kokoschka siguió obsesionado con esa mujer que había sido todo para él. Entonces, sin esperar a que la emoción dejara de absorber su ser, realizó su famoso cuadro “La novia del viento”. Él y Alma yacen entre las pinceladas llenas de fuerza, los dos lucen una tranquilidad característica sólo de aquellos que terminan de hacer el amor después de los conflictos más grandes, justo en el instante final de una pasión consumida –quizá por última vez–. El sexo fue el elemento que unió su romance pero en Kokoschka siempre quedó presente la figura de la mujer más hermosa que había visto, al punto en el que vivió tan obsesionado que mando a hacer una muñeca que se pareciera a su novia.
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“Dolor exquisito” (2003)
Sophie Calle
“Me fui el 25 de octubre sin saber que esa fecha marcaría el comienzo de una cuenta regresiva de noventa y dos días que desembocarían en una ruptura banal, pero que viví por entonces como el momento más doloroso de mi vida. Le eché la culpa a aquel viaje. De regreso a Francia, el 28 de enero de 1985, decidí, por exorcismo, contar mi sufrimiento en vez de mi viaje”. Este fragmento aparecen en algunas cartas a su amado que dejó en París y no ha querido despedirse de ella. “Hace cinco días, el hombre que amo me ha dejado. Era un amigo de mi padre. Él siempre me hizo soñar”.
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“El abandono” (1905)
Camille Claudel
Camille Claudel fue aprendiz y amante de Rodin. Durante varios años tuvieron una relación. Al final, él la abandonó para regresar con su esposa. Hizo tres versiones de esta escultura. La primera, llamada “Sakountala” la realizó con arcilla y representa un leyenda hindú en la que el rey le pide perdón a su amante por no reconocerla a ella o a su hijo. La segunda versión, llamada “Vertumno y Pomona” simboliza el enamoramiento de Pomona hacia el dios Vertumno. La versión más triste es “El abandono”, realizada en bronce y cuyo significado es mucho más pesaroso. Probablemente esta obra represente el último abrazo, el último beso de dos amantes que se despiden. Él en posición de súplica, ella afligida pero lista para huir.
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El edificio Kavanagh (1934)
Corina Kavanagh
Este edificio en Buenos Aires fue construido por una mujer de familia adinerada en la década de los 30. Corona se enamoró del joven hijo de Mercedes Castellanos de Anchorena, una señora que buscaba alejarla de su hijo. Según cuenta la leyenda, ordenó su creación para bloquear la vista que daba del palacio de la familia Anchorena a una capilla de la misma familia llamada Basílica del Santísimo Sacramento. Corona vendió tres estancias que poseía y levantó el edificio en 14 meses. Hoy, el único sitio ideal para ver la iglesia es el pasaje que corre la edificación.
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“Objeto indestructible” (1988)
Man Ray
Con un metrónomo y un ojo, Man Ray construyó una obra surrealista para exponer la fuerza de los ready made. Entonces, su amante, musa y pareja, Lee Miller, lo abandonó y reemplazó ese ojo sin dueño por el de ella. En la parte trasera escribió un manual con instrucciones que decía: “Coloca en el péndulo de un metrónomo el ojo de la persona amada a la que ya no volverás a ver. Pon en marcha el metrónomo hasta el límite de tu resistencia. Con un martillo, intenta destruirlo de un solo golpe”. 24 años más tarde, unos estudiantes siguieron las reglas y así, sin poder repararse ese metrónomo maldito, Man Ray compró 100 metrónomos más para hacer una serie de su obra, sin embargo, en esta ocasión la llamó “Objeto indestructible”.
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“Mi cama” (1998)
Tracey Emin
Con sábanas sucias, fluidos corporales, manchas de sangre, botellas vacías y hasta condones, Tracey Emin plasmó su biografía en su cama. En ese lugar pasó cuatro días de profundo despecho tras una ruptura amorosa. El estado de la cama era tan lamentable como el de la artista.
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“The Lovers” (1988)
Marina Abramovic y Ulay
Ulay y Marina son dos artistas del performance que colaboraron durante 10 años. Cuando terminaron su relación en 1988, decidieron convertir su dolor y pérdida en una obra de arte. Así, aseguraron una transformación emocional y espiritual. Ambos se situaron en cada uno de los extremos de la Gran Muralla China. Él comenzó su recorrido en el desierto de Gobi y ella en el Mar Amarillo. Caminaron 2 mil 500 kilómetros para encontrarse justo en el centro de la maravilla y así, despedirse dándose un último abrazo.
https://www.youtube.com/watch?v=zaso0j9x098
[Puedes ver: La necesidad del amor y despedida según Marina Abramovic.]
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“Rumors” (1977)
Fleetwood Mac“For you, there’ll be no more crying,
For you, the sun will be shining…
Cuando el disco “Rumors” de Fleetwood Mac salió a la venta, sus integrantes pasaban por una ruptura amorosa entre ellos. Éste es uno de los más vendidos y exitosos de la banda. Christine McVie escribió una de las letras más tristes del material discográfico: ‘Songbird’: tenía el corazón completamente roto y tal vez debemos a esto su gran éxito.
El dolor de las rupturas amorosas puede ser tan fuerte como oscuro. Aquí 13 obras inspiradas en el dolor de una ruptura amorosa que te enseñarán que, probablemente, no somos culpables de lo que el destino nos depara pero siempre, ese destino, nos ayudará a ser más fuertes. Si crees que el amor es la fuente de todo, muy probablemente tengas razón, entonces, te recomendamos mirar: 10 famosas pinturas que evocan el amor y la sensualidad.