Visualizamos a un artista como un ser extravagante e incomprensible. Sus actos rayan en lo absurdo y extraño. Esta idea surge cuando vemos una obra que nos hace reír por lo absurdo, nos sumerge en la intriga o nos transporta a un lugar surrealista. Así pasó con Dalí y su pintura “El Enigma de Guillermo Tell”, que según dicen, es una mofa a Lenin por tener tener un enorme miembro fálico que le sale por el trasero. Seguramente el bigotón de Salvador lo pintó de esa forma para robar la atención de todos los críticos de arte. ¿O no?
Aquí están los datos curiosos que no sabías de Salvador Dalí.
Otro caso que puede calificarse como irracional es el hábito que tenía Marina Abramovic dentro de sus performances. Ella extendía su mano sobre una superficie, separaba sus dedos y comenzaba a clavar un cuchillo en el espacio que quedaba entre ellos. Este acto iba cada vez más rápido hasta el punto de volverse una locura. Todas las personas que lo presenciaban empezaban a incomodarse con la idea de que en cualquier momento Abramovic iba a rebanarse algún dedo.
Algunos espectadores abandonaban su presentación, declarando que Marina estaba loca por querer impresionar a los asistentes con actos extravagantes. Así se fueron, creyendo que todo es una “actuación” y que en la vida real son unas personas tan comunes como tú y yo. La verdad es opuesta a lo que se piensa. En realidad, algunos artistas son tan extraños dentro y fuera de sus obras. Aquí algunos ejemplos.
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Gustav Klimt usaba orina de gato en su obra
Gustav Klimt pasó a la historia por la pintura “El beso”. La gente lo reconoce como un autor sensible y cálido por lo que pintó. En primer lugar, su cuadro más famoso no es lo que parece y, en segundo, lo de cálido y sensible se puede poner mucho en duda cuando se conoce la fijación que tenía con la orina de gato. Su estudio estaba repleto de estos animales y ocupaba su meada como fijador. Este hábito que nadie esperaba demuestra que en la cotidianidad Klimt no es lo que refleja su obra, es más extravagante.
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Chris Burden traspasó los límites de su cuerpo
Si un artista sólo quisiera tener la atención de un público, las excentricidades terminarían junto con el perfomance para regresar a su vida diaria de una manera sana y salva. Si esto fuera cierto, cuál sería el motivo para que Chris Burden dejara que un amigo le disparara en un brazo, que se crucificara a sí mismo en un Volkswagen o que se arrastrara por un suelo lleno de vidrios apoyándose únicamente en su pecho. Si el arte sólo fuera impresionar, no habría razón para hacerte daño a ti mismo al grado que te dejara marcas en el cuerpo. Chris lleva la expresión artística a otro nivel, la combina con su vida diaria y la hace parte de todo su ser.
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Oskar Kokoshka y su muñeca
El pintor expresionista dejó increíbles retratos de su amor con Alma Mahler, viuda del compositor Gustav Mahler. Él la amaba con suma pasión, pero ella escondía un lado de femme fatale que cuando salió a la luz, dañó a Kokoshka. Se separaron. Sumido en la desesperación, Oskar mandó a construir una muñeca de tamaño similar a su expareja. Este artilugio sustituyó a la mujer en todas las facetas de la vida. Este objeto era tan importante para el pintor que la invitaba a salir por las noches veraniegas para que tomaran el té.
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Cai Guo-Qiang se comunica con los extraterrestres
Cai Guo-Qiang es un artista contemporáneo que basa su obra en los explosivos. Usa pólvora para crear fuegos artificiales con una estética sublime. También gusta de hacer esculturas realistas de animales. En apariencia es un ser normal, dejando a un lado su posible piromanía, pero su obsesión con los cohetes tiene una razón muy rara. Para Guo-Qiang, con la pirotecnia inicia una vía de comunicación con los extraterrestres.
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Salvador Dalí y su vida surrealista
Hay muchas historias increíbles sobre Salvador Dalí y sus travesuras. Su ocelote y oso hormiguero como mascotas. El más famoso bigote de todos los tiempos. La vez que casi muere asfixiado por dar una conferencia sobre el Surrealismo en un traje antiguo de buzo. Hay mucha anécdotas que demuestran que Salvador era igual de excéntrico fuera en su vida diaria así como en su obra. Para que quede claro, un día llenó su auto de coliflores y emprendió un viaje a París. ¿Por qué? Sólo porque era Salvador Dalí.
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Andy Warhol tenía un pie momificado
Se podría decir que la casa de Andy Warhol era su propio estudio y recinto de las mejores fiestas de Nueva York. Cuando no estaba creando imágenes Pop Art, se dedicaba a grabar películas o trataba de hacer música junto con The Velvet Underground. Día y noche llevaba el arte a otro nivel. Si crees que su pintura de lata Campbell’s no tiene nada de extravagante, entre sus reliquias se encuentra un pie momificado del Antiguo Egipto. ¿Cómo lo obtuvo? Sólo él lo sabe.
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Estos artistas son extravagantes tanto en sus obras como en su vida. Con esto se demuestra que lo último que buscan es impresionar a las personas, en realidad quieren cambiar drásticamente sus vidas, sin importar el precio que tengan que pagar. Si quieres saber más sobre actos extraordinarios, debes ve los performances más controversiales de todos los tiempos o los 5 artistas que fueron violados durante sus actos artísticos.
