El renacimiento es característico por su acervo acentuado en la genialidad de sus movimientos artísticos. Fue en dicha época histórica que personalidades como Michelangelo Buonarroti, mejor conocido como Miguel Ángel, lograron destacar. El artista italiano, nacido un 6 de marzo de 1475, fue reconocido por su desempeño en el mundo de la pintura, escultura y arquitectura.
Durante su educación como artista tuvo contacto con grandes personalidades que lo admiraron y envidiaron debido a su gran talento, mismo que lo llevó a realizar las grandes obras que hoy conocemos. Sin embargo, no podemos olvidar que todo genio, más allá de sus majestuosas cualidades es en principio un ser humano, y su vida está llena de acontecimientos y decisiones.
A continuación te decimos ocho cosas que tal vez no sabías de Miguel Ángel.
Bóveda de la Capilla Sixtina/La creación (1508-1512)
1) Talento prematuro
Apenas cumplidos los trece años, el padre de Miguel Ángel ofreció los servicios de su hijo al pintor Domenico Ghirlandaio. En esta joven época, Miguel Ángel logró encontrar su pasión por la escultura. Así fue como realizó su primera escultura a gran escala: El monumental Baco.
El Monumental Baco (1496-1498)
2) El rival de Miguel Ángel
En su adolescencia, Miguel Ángel conoció a su primer rival Pietro Torrigiano, mientras estudiaba en la casa de Lorenzo de’ Medici. La habilidad del artista era de tal asombro que opacaba los trabajos de los demás estudiantes, por lo que Torrigano, lleno de furia y envidia, decidió embestirlo y golpearlo, desfigurándole permanentemente la nariz. Aquél enemigo se sentía orgulloso de haber dejado su marca, la cual Miguel Ángel recordaría toda su vida.
3) La estafa a Rafael Riario
Las relaciones con Lorenzo de’ Medici fueron de gran ayuda en la vida de Miguel Ángel, ya que le enseñó la estrategia del comercio como mecenas de las artes. Así fue como en los principios de su carrera, cuando el artista empezó a circular sus obras, una de éstas fue adquirida por Rafael Riario. El hombre fue engañado por Lorenzo de’ Medici, al decir que era un cupido cargado de un viejo estilo griego valorado como una preciada antigüedad. Riario no tardó en saber la verdadera procedencia de la pieza. La reacción del comprador fue la suerte de Miguel Ángel, ya que este suceso le permitió llegar a los grandes círculos de Roma.
4) La única firma
La llegada de Miguel Ángel a Roma le permitió crear a sus 25 años su único trabajo firmado: La Piedad, escultura tallada en mármol. Fue la primera obra que lo caracterizó como uno de los grandes artistas renacentistas.
La Piedad (1498-1499)
5) El obsesivo perfeccionismo
El perfeccionismo obsesivo de Miguel Ángel lo llevó a una vida de trabajos sin pausas, incluso la historia relata que trabajó la misma semana en la que murió a sus 88 años en 1564. Durante la construcción de la Basílica de San Pedro, y detallando su ultima pieza: La Piedad de Rondanini.
Basílica de San Pedro (1506-1626)
Piedad de Rondanini (1552-1564)
6) Los secretos en la La Bóveda de la Capilla Sixtina
Desde 1505, estuvo al servicio de nueve pontífices católicos consecutivos de Julio II a Pío IV, lo que le permitió la creación de un símbolo del arte renacentista: La Bóveda de la Capilla Sixtina, con sus cuatro años de elaboración, y guardando entre sus pinceladas uno de los pocos autorretratos del artista, en el Juicio Final. En la actualidad esta majestuosa pieza sigue siendo un lienzo que esconde misteriosos pensamientos del gran Miguel Ángel.
Bóveda de la Capilla Sixtina/El juicio final (1508-1512)
7) Los sonetos de Miguel Ángel
La escritura era otro campo del saber dominado por Miguel Ángel. Realizó cientos de sonetos que envolvían diversos temas, aunque no fueron publicados muchos de éstos fueron adaptados por compositores musicales en la Roma del siglo XVI.
8) El asalto de las grandes obras
Los bolsillos de la historia siempre aguardarán misteriosos vacíos. La vida de Miguel Ángel está llena de éstos. No obstante, la percepción es lo que activa a nuestra subjetividad, y de este modo apreciar la grandeza de los genios. Cada una de sus obras ha despertado desde actos creativos hasta de vandalismo. Un ejemplo de esto ocurrió en 1972, cuando un geólogo llamado Laszlo Toth saltó una barrera de seguridad en la Basílica de San Pedro y con la ayuda de un martillo dañó la nariz, el antebrazo, el párpado y velo de la escultura La Piedad. Lo mismo sucedió con el David en 1991.
David (1501-1504)
Recordar a los genios que permanecen en la memoria del arte, es parte del ejercicio del saber, nos pone en un tiempo y espacio ajeno al nuestro que nos permite visualizar nuestras realidades como seres humanos.
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Bibliografía:
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ArteHistoria. (2013). ArteHistoria. Retrieved from ArteHistoria: http://www.artehistoria.com
BBC. (2015). BBC. Retrieved from BBC: http://www.bbc.com