Parece que el mundo del arte y la desolación femenina van ligados de la mano. Seguramente muchos conocen a aquellos escritores y poetas que sufrieron una vida intensa, llena de excesos y sobre todo, de desamor. Es fácil nombrar a algunos de ellos, como Pollock o Modigliani, pero sin duda la lista de un pasado complicado está mucho más atestada de nombres femeninos.
En México todos piensan en Frida Kahlo cuando consideramos una vida llena de tragedias: con polio, el accidente que marcó su vida y la dejó postrada, y por supuesto, su tormentosa relación con el pintor Diego Rivera. Pero su historia no es ni la más cruda y mucho menos un referente para sufrimiento femenino ni en este país ni en el mundo entero.
Otras mujeres artistas sufrieron la más triste vida y tal vez gracias a ella su arte tiene los referentes culturales y simbólicos que las llevaron a la fama. Por supuesto, todas lo hicieron de un modo completamente distinto y en épocas diferentes. Algunas sufrieron los estragos de la guerra, otras, la locura intempestiva que las llenó de dolor por unos instantes y las proveyó del talento más fervoroso en otros, algunas más nunca tuvieron un amor correspondido que las llenara o su sueño por el enamoramiento de cuentos de hadas nunca fue real.
Te presentamos algunos de los casos más desoladores:
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Maria Izquierdo
Muchos consideran a Izquierdo como una de las mejores pintoras mexicanas, sin embargo, su vida personal y reconocimiento no fue tan sobresaliente como sus trazos. Fue la primera pintora mexicana en exponer sus obras fuera del país. Con 28 años pisó el Art Center de Nueva York. El machismo de la época le causó muchos obstáculos, sobre todo, por ejemplo, de Diego Rivera. Su influencia más grande fue Rufino Tamayo, quien además de ser su mentor, también se convirtió en su más grande amor; estuvieron juntos de 1929 a 1933. Parecía un apasionado romance, sin embargo, cuando la artistocrática hija de un militar porfirista llamada Olga Flores apareció, todo cambió. Ella simplemente le pidió al pintor que la abandonara y así fue.
Izquierdo siguió su creación artística. Era un espíritu libre que con sus composiciones enigmáticas y ambiguas logró un estilo surreal único que yuxtaponía las tradiciones indígenas con las novedosas vanguardias europeas. El poeta Antonin Artaud se fascinó con sus pinturas y presentó su trabajo en París. Se casó con el pintor chileno Raúl Uribe, sin embargo, la pintora sufrió una embolia y más tarde una hemiplejia que hacía sus trazos cada vez más torpes. Sus amigos, conmovidos, intentaron ayudarla con colectas y subastas, pero paulatinamente se olvidaron de ella. Aquél que le profesaba amor, en cambio, prefirió hacer negocio con el nombre de su mujer, intentaba imitar su estilo y vender lienzos como negocio propio.
Poco después abandonó a la pintora, ella ni siquiera podía hablar. Murió abandonada, casi en el olvido y paupérrima en la ciudad de México en 1955.
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Nahui Olin
Carmen Mondragón, bautizada como Nahui Olin por el Doctor Atl, era una mujer sumamente pasional, llena de energía y vitalidad. De joven estuvo casada con el militar Manuel Rodríguez Lozano, quien después se convertiría en pintor, poco después, las constantes peleas y las historias de Lozano que decían que Nahui mató a su primogénito, se convirtieron en el detonante para que el matrimonio se acabara. Ella comenzó con su producción artística que se basaba en lienzos, poesía y como musa para otros artistas. Empezó su épico romance con el Dr. Atl, formaron una dupla excéntrica que vivía su día a día con tanta pasión que las discusiones, los celos y el romance poco a poco los consumieron.El Doctor Atl celaba a la pintora porque constantemente posaba desnuda para otros pintores y fotógrafos, ella también lo celaba. Una noche, cuando Atl dormía, Olin desnuda se tendió sobre él y le puso una pistola en el pecho. Forcejearon y cuatro balazos se incrustaron en el suelo. Después de diferentes escenas de violencia, Nahui lo abandonó con una nota: “Enamorado de quien nunca te ha querido –cabrito– te he puesto los cuernos con 20 enamorados de verdad –viejo loco, te crees inteligente porque explotas el talento de los demás– qué me importa tu despecho. Te mueres de rabia porque soy la ambición de todos los jóvenes de México”.
Encontró la calma al lado de Eugenio Agacino, marino español, se rumoraba que eran la pareja perfecta, pero murió intoxicado en Cuba. Ella lo esperaba en la orilla del mar de Veracruz. Él nunca llegó. Desde ese momento, la artista decidió alejarse de la vida pública. Deshecha por su mala suerte en el amor, por perder a su único aliado de esos días, su carrera artística finalizó, aunque la escritora siguió realizando poesía para disfrutarla en soledad. Vivió 40 años más, obsesionada con la vida pasada, algunos rumoran que se llenaba la cara con polvo blanco y se acercaba a la Alameda Central para vender su cuerpo por algunos centavos. Otros días se sentaba y sacaba de su bolsa algunos trozos de carne para alimentar gatos, a los que adoptaba y llevaba a su casa, después, si morían, los disecaba y dejaba como adorno.
–Antonieta Rivas Mercado
La hija de Antonio Rivas Mercado, el arquitecto a cargo de la construcción del Ángel de la Independencia, fue escritora, poeta, bailarina, mecenas y creadora del grupo de teatro Los Ulises. Tenía todo el dinero que su padre le había heredado y ayudó a muchos artistas a triunfar. Estuvo enamorada de Manuel Rodríguez Lozano, pero él, abiertamente homosexual, no podía sentir lo mismo por ella. Más tarde se entregó con devoción a José Vasconcelos, se escribían la correspondencia más melancólica y amorosa del universo aunque él estaba casado. A los 31 años, en el reclinatorio de la catedral de Notre Dame, se dio un balazo en el corazón. La imposibilidad de que José Vasconcelos la amara de verdad y los anhelos esperanzados de vivir una vida romántica fueron algunos de los motivos que la orillaron a tomar esta decisión.
“ Sólo padeciendo de amor se sabe cuánto se ama”.
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Camille Claudel
Camille Claudel es tal vez, junto a Rodin, una de las figuras más importantes de la escultura en el siglo XX. Siempre tuvo el apoyo de sus padres para vivir cómodamente, como no podía acudir a la escuela de Bellas Artes por ser mujer, la enviaron a la academia parisina Colarossi. Su maestro fue, de hecho, Auguste Rodin, 24 años más grande que ella y quien poco después se convirtió en su más grande amor. Ella muchas veces sacrificó su creatividad y su talento para ayudarle al escultor. Por diez años estuvieron juntos, pero Rodin también estaba con Rose Beuret, una mujer con la que tenía un hijo. Él menospreciaba a Camille, la humillaba y la presentaba con sus otras amantes. La salud de Claudel se hizo cada vez peor, en 1892 intentó abandonar al artista después de que supo que estaba embarazada, su voluntad no pudo más que el embrujo al que estaba sometida y regresó a sus brazos tras aceptar la decisión de abortar. Más tarde, la desilusión era tanta que por fin decidió dejarlo, parecía que su vida cambiaría positivamente de una vez por todas y comenzó a producir hermosas esculturas. Conoció a Claude Debussy y se enamoró profundamente de él, sin embargo, su amor nunca fue correspondido.
Dejó de crear y entró en ella un carácter paranoico horrible. Se perdía por días, destruía su obra, insultaba a Rodin y poco a poco se deterioraba, muchos aseguran que padecía esquizofrenia y debido a su carácter inestable, no mucho tiempo después de la muerte de su padre, la encerraron en un manicomio, donde vivió sus últimos días en el abandono y la locura. Su cuerpo fue sepultado en la fosa común de dicha institución.
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Käthe Kollwitz
Pintora, escultora, artista gráfica, escritora y pacifista, Käthe Kollwitz conoció la muerte desde muy pequeña. Sus hermanos murieron cuando ella era muy joven, lo que le provocó ataques de ansiedad por el resto de su vida. Considerada como una de las mejores artistas alemanas, Kollwitz conoció artistas como Greiner, Friedler o Kögel, además de poetas naturalistas como Máximo Gorki o Emile Zolá. Como pintora, basó su obra en el realismo crítico y casada con el médico Karl Kollwitz, tuvo dos hijos: Hans y Peter, el segundo murió en combate durante la Primera Guerra Mundial y el corazón de la artista se rompió para nunca ser reparado.Realizó numerosos carteles en contra del nacionalsocialismo, que parecía tener cada vez más poder, pero éste, atroz y sin límites, llegó al poder. Su obra fue retirada de museos y fue prohibida de toda exhibición. En 1936, la Gestapo la arrestó junto a su esposo para ser llevados a un campo de concentración, a punto de suicidarse para que ese destino no los atrapara, los líderes del movimiento Nazi les permitieron abandonar Berlín. Su esposo murió en 1940, su nieto en la guerra, el gobierno destruyó su casa y tuvo que huir como refugiada en el castillo de Moritzburg como huésped del Príncipe Ernesto Enrique de Sajonia. Murió antes del final de la guerra, pero su visión artística fue sin duda clave para la Secesión.
-Diane Arbus
La fotógrafa Diane Arbus proviene de una familia judía adinerada asentada en Nueva York. A los 18 se casó con Allan Arbus y tomó su apellido, él era fotógrafo y le contagió esa pasión para retratar la moda y las tendencias de vida en Estados Unidos para mostrarlas en publicaciones como “Esquire” o “Vogue”. Sin embargo, más tarde una infidelidad de él hizo que Arbus se distanciara y decidiera separarse de Allan, es ahí cuando, como él lo indica, ella logró convertirse en una verdadera fotógrafa.Conocida como la fotógrafa de “monstruos”, Arbus retrató las personas más extravagantes en las partes más inhóspitas de Estados Unidos, así redefinió las fronteras de lo que se puede fotografiar y desafió la normalidad y la belleza. En 1971 sufrió una severa depresión. Tenía 48 años, era residente de una cooperativa de artistas en Greenwich Village, estaba en la etapa más exitosa de su carrera, pero algunos creen que tenía problemas mentales que se reflejaban en sus extrañas creaciones artísticas, aseguran que tenía trastornos emocionales como los que antes había experimentado su madre y una hepatitis que probablemente los empeoró. No dejó ninguna nota ni advertencia, nadie comprende a la fecha qué es lo que la llevó a tomar una decisión tan contundente: tomó una sobredosis de barbitúricos y antes de quedar inconsciente, se cortó las venas de ambas muñecas.
-Marina Tsvetaeva
Con una vida marcada por la tragedia de la guerra, Tsvetaeva es una de las mujeres rusas con los versos más interesantes. Contrajo matrimonio con un militar de familia ruso-judía, con el que tuvo tres hijos y a quien le dedicó su libro “La lámpara maravillosa”. A partir de 1918 tuvo que vivir separada de su esposo durante cinco años. A pesar de su dolor, su carrera iba en ascenso, mantenía una constante producción de poemas e inició correspondencia con el poeta Rainer María Rilke. En contra del régimen nazi, hizo su obra “Poemas a los checos”, más tarde regresó a la URSS sólo para ver que su familia sufría: su hermana Anastasia en un campo de trabajo, y su esposo e hija bajo vigilancia y más tarde tomados presos. En 1941, con la invasión nazi en su esplendor, su hijo fue enviado a trabajar en campos de minas y su marido fue fusilado, por lo que el 31 de agosto se ahorcó.
Comediante 4
“Ya no te necesito,
y no es porque no contestaras
a vuelta de correo, cariño.
Ni por saber que estas líneas,
escritas con tristeza,
las leerás entre risas.
(Escritas por mí a solas —
¡y sólo para ti!— ¡por vez primera!
con alguien las descifrarás).
Ni porque rozarán
los rizos tu mejilla —¡Soy maestra
en leer acompañada!
Tampoco porque a un tiempo
suspiraréis inclinados
sobre las mayúsculas desvaídas.
Ni porque caerán a la par
vuestros párpados —es difícil
mi letra— ¡y en verso, además!
¡No, amiguito! —Es más fácil,
es peor que un enfado.
Ya no te necesito —
porque… porque— ¡Ya no te necesito nunca más!”.
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Artemisia Gentileschi
Artemisia, la joven talentosa que era capaz de pintar algunos de los mejores cuadros del tenebrismo italiano, fue cedida por su padre y puesta en custodia de su amigo Agostino Tassi. El pintor la violó, traicionó a su mejor amigo y aseguraba no haber hecho nada malo. Para vengar a su hija, Orazio le escribió en 1612 al pontífice Pablo V para lograr un castigo: “Una hija del suplicante ha sido desflorada a la fuerza y conocida carnalmente muchas veces por Agostino Tassi, pintor, amigo íntimo y colega del suplicante”.El juicio fue quizá más traumático que el mismo hecho. Relató con crudeza los hechos, fue sometida a exámenes casi medievales para saber si lo que aseguraba era cierto. La humillaron y le aplicaron instrumentos de tortura en los dedos para probar que decía la verdad. Artemisia aseguró que su maestro la había forzado a tener sexo y para que no hablara, le había prometido casarse con ella y así compensar su crimen, pero su palabra no se cumplió. Cuando lo interrogaron, lo negó todo.Pese a todos los testimonios, el acusado sólo fue condenado a un año de prisión y la sentencia ni siquiera fue cumplida, a los ocho meses caminaba con parsimonia por las calles de Roma. Cuando salió, el artista continuó su trabajo como pintor, y como si el destino fuera ventajoso, a partir de ese momento recibió los trabajos más importantes de su carrera, como la decoración de familias aristócratas. Pero la libertad del pintor no fue tan cruel como lo que su propia familia lo fue con la joven. Su padre y Agostino volvieron a ser amigos inseparables e incluso trabajaron juntos.
Artemisia se convirtió en una de las artistas más destacadas y una de las pintoras más importantes de todos los tiempos. Fue la primera mujer miembro de la Academia di Arte del Disegno de Florencia. Pintó otra obra de “Judith decapitando a Holeofernes” y en ésta, muchos especialistas aseguran que muestra el odio y la repulsión que al final sintió por Tassi.
-Elena Garro
Elena Garro fue una de las mejores escritoras mexicanas. Novelista, dramaturga y periodista; su vida fue de las más controvertidas. Fue acusada de traicionar al grupo de intelectuales durante el Movimiento del 68 y sin duda, su esposo, Octavio Paz, fue uno de los eclipses más grandes de su carrera. Se casó a escondidas de sus padres y dos años después tuvieron a su hija Helena. Sentía gran aprecio por los indígenas y siempre luchó por su defensa. Muchos aseguran que el escritor, ganador del Premio Nobel, limitaba el desarrollo intelectual de Elena y más tarde, en 1956, su matrimonio terminó. En 1963 estuvo involucrada con las investigaciones de la CIA sobre el asesinato del presidente estadounidense John F. Kennedy, pues conocía al presunto asesino y lo denunció. Como resultado, años después escribe “Andamos huyendo Lola”.Pero el escándalo que cambió la vida de la escritora fue el del movimiento del 68. Durante el Movimiento Estudiantil, publicó en la Revista de América: “El complot de los cobardes”, donde acusó a 500 intelectuales de mandar a los jóvenes al matadero. Sin embargo, el ataque de Elena recibió un golpe de regreso: Sócrates Amado Campus Lemus, uno de los líderes del Movimiento, declaró que Elena les manifestó a varios estudiantes que el movimiento debía tener prestigio nacional, mismo que tendrían si incluían a Carlos Madrazo, presidente del PRI, a la causa. La escritora negó esto y acusó a los periodistas de cambiar su versión.
Muchos la consideraron traidora y al mismo tiempo, fue perseguida por el gobierno durante 20 años. Huyó al extranjero junto a su hija y volvió hasta 1991.
“Aquí la ilusión se paga con la vida”.
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Tal vez debamos seguir las palabras de Arianna Huffington, cofundadora de The Huffington Post: “Debemos aceptar que no siempre tomaremos las decisiones correctas. Que a veces estropearemos las cosas. Pero entender que equivocarse no es lo contrario al éxito, es parte del éxito”.
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