¿Recuerdas lo mucho que aprendiste sobre la ciencia mientras jugabas en el Papalote Museo del Niño?
Recientemente voceros del Papalote Museo del Niño anunciaron su posible cierre permanente como consecuencia de la crisis económica en el marco de la pandemia de covid 19. El Papalote, como muchos otros recintos culturales, no ha podido laborar regularmente desde hace más de 6 meses, reportando muchos números rojos en su administración. Así se puede leer en el comunicado:
«Papalote Museo del Niño es una Asociación Civil sin fines de lucro, autónoma y que depende para operar de sus ingresos autogenerados, estas condiciones han puesto al Museo en peligro de cerrar definitivamente[...] Por primera vez en 27 años, PAPALOTE Museo del Niño está en riesgo de desaparecer y miles de niñas, niños y sus familias podrían dejar de disfrutar de este emblemático y querido espacio de juego, convivencia y aprendizaje».
Ante este inconveniente nació la iniciativa “Salvemos a Papalote”, una manera de recaudar fondos para cubrir los gastos de mantenimiento y el salario de 159 colaboradores. El objetivo es juntar 50 millones de pesos a través de su página www.papalote.org.mx/donativos/
Foto: ErasmusuEsperando que las experiencias y anécdotas de este museo se puedan perpetuar, realizamos un recuento de las mejores actividades y atracciones que recordamos del Papalote Museo del Niño en donde tocas, juegas y aprendes:
¿Qué pasaría si no pudieras ver?
Un recorrido en donde se mostraba la importancia de los sentidos poniendo en perspectiva la falta de la visión. Los visitantes tenían que encontrar la salida de un cuarto del cual no podían ver nada, esto con el objetivo de generar empatía hacia las personas ciegas o con debilidad visual.
Tormenta eléctrica
Se trataba de una gran esfera de cristal con un electrodo en forma de mariposa al centro. Cualquiera podía acercarse y tocarla para observar cómo los rayos eléctricos se relacionaban con su mano creando una especie de rayos controlados.
Máquina de energía
Otro de los grandes atractivos del museo, una enorme rueda, como las que se encuentran en las casas de los hámsteres, pero de tamaño humano. Al poner a girar esta rueda se generaba energía que movía una máquina de pelotas sobre rieles que recorrían todo el museo de la Ciudad de México.Foto: Museo Papalote del Niño
Piano gigante
Tal como lo vimos en las películas y series de televisión, en Papalote existía un piano de proporciones bíblicas el cual podías tocar por los pies; bailando y tocando al mismo ritmo. Esta atracción se podía realizar en solitario o en grupo, era un clásico realmente divertido. Una experiencia parecida a lo que se vivió en algún momento en el metro Polanco, pero mucho más controlada.
Generador de Van de Graff
Una gran bola metálica era la protagonista de este experimento. Al tocarlo una persona generaba tanta electricidad estática que se podían ver los cabellos erizados por completo, como un peinado punk. Imágenes difíciles de olvidar, al igual que los conceptos científicos que se demostraban. Este generador aún se encuentra en el museo Papalote Cuernavaca.
Cama de clavos
Otra de estas atracciones y retos muy populares en las producciones de la pantalla grande y chica. Se trata de un famoso experimento de física que prueba algunos de conceptos como fuerza y presión. Con cierta precaución, los visitantes podían recostarse en una cama hecha con 3 mil 300 clavos, un reto bastante impresionante. Afortunadamente esta es una de las atracciones que aún se conservan en el museo de la Ciudad de México y en su sucursal en Cuernavaca.
Foto: Sopitas
Taller de arqueología
Para todos los amantes de las excavaciones. Papalote tenía reservada una gran área llena de tierra y herramientas propias de un arqueólogo, aquí los visitantes pretendían hacer una excavación profesional en un sitio maya en el que podían encontrar ofrendas y tumbas.
Pared de clavos
Este experimento siempre tenía una gran fila de curiosos que querían plasmar su silueta en una pared hecha de clavos de plástico los cuales generaban un divertido relieve. Esta es otra de las actividades aún presentes en el museo de la Ciudad de México, Cuernavaca y Monterrey.
El árbol Ramón
Gracias a este enorme árbol de selva de 15 metros se podían conocer a muchos de los habitantes de este ecosistema, guacamayas, ocelotes, monos o águilas. Afortunadamente es un clásico que aún se conserva en el museo Papalote de la Ciudad de México.
Burbujas gigantes
Un gran experimento que ningún visitante salió sin hacer: hacer una burbuja de jabón tan grande como su propio cuerpo. En esta zona del museo también existían algunas herramientas para hacer una pared de burbuja y aprender sobre la descomposición de la luz o la tensión superficial. Esto todavía se puede hacer en las sucursales de Ciudad de México y Cuernavaca.
Foto: Time Out
No hay mejor manera de introducir a pequeños y grandes a la ciencia que con experimentos sencillos, divertidos y atractivos, y el Papalote Museo del Niño ayudaba a cumplir con este cometido. ¡Muchos años más a este museo!
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