Rufino Tamayo ha sido una de las mentes más prodigiosas en la historia del arte mexicano, su increíble legado sigue siendo analizado gracias a su peculiar técnica y profundas temáticas, tal es el caso de Dualidad, uno de los murales más emblemáticos de la Ciudad de México, aquel que se encuentra detrás de las puertas de uno de los museos más importantes de todo Latinoamérica, el Museo Nacional de Antropología.
Historia de Dualidad
Se trata de un mural de vinilita sobre tela montada en madera de 3.53 metros de altura por 12.21 metros de largo, consta de cuatro paneles unidos y se encuentra en la entrada del auditorio Jaime Bodet, el principal del museo. Rufino Tamayo lo creó expresamente para que formara parte del acervo del museo especializado en la antropología e historia mexicana y lo presentó en el año de 1964, junto con la inauguración del mismo.
Foto: Wikimedia Commons
Rufino Tamayo fue encomendado para este importante trabajo debido a su interesante propuesta visible en sus obras anteriores acerca de las reinterpretaciones del pasado indígena de los mexicanos, así como un concepto de nacionalismo más cercano a la historia y cultura y alejado de la figura gubernamental. A Tamayo se le solicitó que la obra contemplara una temática referente a las tradiciones y mitología prehispánica, continuando la línea artística que surgió tras el fin de la revolución. El artista se decidió por desarrollar la mitología que existía alrededor de la poderosa figura de Quetzalcóatl, una de las más populares en el conocimiento popular.
Dualidad
De la obra destacan dos figuras principales, el perfil de una serpiente emplumada en color verde turquesa con la boca abierta, la representación del dios Quetzalcóatl, del lado izquierdo sobre un fondo rojo y con un sol naciente, mientras que del otro lado se puede ver a un feroz jaguar atacando con sus garras, es decir, la representación del dios Tezcatlipoca, sobre un fondo azul ultramarino acompañado por la Luna. En la parte inferior del mural se puede ver a la tierra, roja del lado izquierdo y negra en el derecho.
Foto: Noticonquista UNAM
Mito de Quetzalcóatl y Tezcatlipoca
En la mitología prehispánica Quetzalcóatl y Tezcatlipoca son hijos de la pareja divina primigenia, Ometecuhtli y Omecíhuatl. Los mexicas aseguraban que la constante lucha entre Tezcatlipoca y Quetzalcóatl, era la fuerza que activa el movimiento y la energía esencial del universo, misma que dio origen a las eras cósmicas y a la creación de los cuerpos celestes, la Tierra y los seres vivos.
Este mural es una obra que refleja y sintetiza uno de los principios creativos más importantes para nuestros antepasados, una interpretación de cómo concebían el origen del universo. Tamayo logró capturar la esencia de la mitología prehispánica y darle una perspectiva moderna y artística.
Foto: Pinterest
No pierdas la oportunidad de verlo en cuanto tengas la oportunidad de visitarlo, afortunadamente puedes apreciar a detalle de este mural sin pagar el boleto para ingresar a las salas del Museo Nacional de Antropología.
En portada: Rufino Tamayo, Dualidad, 1964 / Wikimedia Commons