Desde el afamado caso de O.J. Simpson al que se le juzgó por el asesinato de su exesposa Nicole Brown y que acaparó la atención de los medios llevando a cientos de televidentes a seguir el juicio día con día, distintos juzgados de Estados Unidos prohibieron la entrada de todo tipo de cámaras a sus cortes.
La prohibición de las cámaras fotográficas en las cortes de los Estados Unidos provocó entonces que los retratos artísticos de los juicios adquirieran un mayor valor, ya no sólo artístico, sino como representación visual de lo ocurrido en cada tribunal.
Fotos: Shirley y Andrea Shepard / El País.Lee más: Lo que debes saber sobre el significado de narcotraficante en México
Cuando comenzó el proceso judicial de Guzmán Loera, cinco mujeres artistas se convirtieron en los ojos de miles de personas que seguían de cerca el caso, pero la distancia o las restricciones no se los permitían.
Ellas son: Shirley Shepard, Andrea Shepard, Jane Rosenberg, Christine Cornell y Elizabeth Williams.
La mayoría de ellas llegaron a su profesión casi por accidente, ya fuera que estudiaron Bellas Artes, diseño e incluso una de ellas estudió economía. Sin embargo, su talento para los retratos, así como su rapidez a la hora de realizar sus dibujos ayudó a que encontraran empleo al interior de las cortes, un trabajo constante que en ocasiones, puede convertirse en un éxito mediático.
Fotos: Shirley y Andrea Shepard / El País. Lee más: Joaquín “El Chapo” Guzmán, el capo más buscado por el gobierno y cuyas fugas lo convirtieron en leyenda
Lo anterior no significa que sea una profesión rebosante de artistas que deseen entrar a las cortes:
«El negocio se ha reducido en la última década, en su mayor parte por los recortes de presupuesto en los periódicos y las estaciones de televisión han acortado la demanda. Alguna vez hubo 13 artistas de la corte en Nueva York […] hoy hay tres».
Fotos: Shirley y Andrea Shepard / El País.Lee más: Joyas, animales exóticos y grandes fiestas: Así es como el narco gasta sus ganancias
Sin embargo, cuando se trata de casos de alto perfil, sus obras son de lo más cotizadas y las han puesto en primera fila de momentos históricos. Por ejemplo, Jane Rosenberg ha sido testigo de los juicios del atentado de la maratón de Boston, el ataque terrorista al World Trade Center de 1993, el fraude del banquero Bernie Madoff, el juicio del mafioso estadounidense John Gotti y actualmente, el de Guzmán.
Fotos: Shirley y Andrea Shepard / El País.A pesar de la fama que les han traído estos juicios, el trabajo de estas mujeres también resulta peligroso. Por ejemplo, en algunos de los retratos del caso del Chapo Guzmán, los rostros de los testigos protegidos no se pintan para evitar que sean identificados… por lo que estas mujeres poseen una información valiosa que podría poner sus vidas en peligro. Del mismo modo, involucran ciertas rutinas que podrían ser difíciles, desde no poder comer o ir al baño según las medidas de seguridad que se implementen —que en el caso del Chapo fueron muy altas, debido a su historial de escapes—.
Fotos: Shirley y Andrea Shepard / El País.También te podría interesar: