«Si usted es el superhombre, permítame entonces ser por siempre animal». Con esas palabras, Austin Osman Spare rechazó determinante a Hitler, tras haberle sido ofrecido el puesto de retratista oficial para el Tercer Reich. Este artista de figuras oníricas y procesos inconscientes fue candidateado por la Embajada Alemana y ampliamente reconocido, en algún momento, como el pintor que rechazó una gran oportunidad con el imperio que se planteaba dominar al mundo, pero ¿qué más podemos decir de él y hasta dónde se puede rastrear su obra?
Spare fue un niño prodigio para el dibujo en el Londres de principios del siglo XX; con el pasar de los años y su profesionalización en el arte, su obra pictórica tuvo altibajos, aunque poco a poco se nutrió a partir de su interés por el ocultismo y la decadencia de la época.
La conjunción de arte y magia en la época moderna se la debemos, íntegramente, a Austin Osman Spare. Según registros, cerca de donde creció Spare había vivido William Blake, un poeta y pintor muy similar a este otro artista sobrenatural, quien creó su propio sistema cosmológico entregado a visiones que plasmó en dibujos, pinturas, poemas y parábolas.
Spare se adelantó, a comparación de Blake y muchos otros coetáneos, a su tiempo; muestra de ello es su técnica. De poderosa autenticidad, su obra está plagada de pinceladas de reflexiones que sólo un hombre extraordinario podría haber alcanzado y de diabólicas formalizaciones que quizá sólo un poseso pudo elucubrar.
El artista aseguró durante toda su vida que su iniciación en la magia fue gracias a una bruja wicca llamada Mrs. Paterson; asimismo, su fijación contracultural y antipolítica burguesa se dio a notar cada vez que renunciaba al circuito artístico de la época, como un acto disidente del comercialismo.
Conocido en múltiples ocasiones como “El Gran Mago”, las pinturas y decenas de dibujos que componen años de su producción total, fueron el vehículo para que se entendiera a su persona como una figura clave para el ocultismo del Siglo XX. Su nombre era tan fuerte y de tal relevancia para los amantes de lo esotérico, que de acuerdo con anécdotas y escritos, el mismo Aleister Crowley temía a Spare.
Influenciado por Gauguin y en un ejercicio que le hubiera fascinado a los surrealistas que llegaron poco tiempo después, Spare se inició en la orden mágica de la Estrella Plateada de Crowley, se inspiró en la literatura fantástica y exploró en todo momento los intersticios de la conciencia humana.
Antes que André Breton y sus colegas oníricos, Spare –una suerte de protosurrealista– ya experimentaba con los actos automáticos del arte, ya dejaba que algo-sin-nombre le guiara por sus procesos creativos. Austin Osman Spare fue, más allá de un sujeto que rechazó a Hitler y a su gobierno –dato que deberíamos poner en mayor tela de duda y cotejar con los registros del Entartete Kunst y el Blut und Boden–, un pintor que pocas veces goza de reconocimiento o que ni siquiera nos hemos dado el tiempo de investigar. Ejemplo perfecto son estas palabras; que aún se encuentran muy cortas con todo lo que este hombre representa para el mundo de las artes.
