Contrario a lo que las películas y series nos hacen creer, Banksy fue capaz de intervenir el Museo Británico en el 2005, colocando una nueva pieza en sus paredes y tal práctica no es nada desconocida para este artista anónimo.
Anteriormente había logrado colgar algunas de sus piezas en cuatro galerías en Nueva York, así como en el Tate Britain en octubre del 2003. Pero a pesar de su fama como bromista y sus antecedentes en esta práctica, las autoridades del museo en su momento no lo vieron con buenos ojos.
Tal actitud se originó en el simple hecho de que Banksy fue capaz de burlar su seguridad y hacer pasar una piedra entre el resto de la colección del museo durante 3 días, el tiempo que le tomó a los trabajadores del museo notar que tenían una pieza de más.
Lee más: 4 robos de obras de arte más espectaculares de la historia
La pieza en cuestión era una piedra prehistórica falsa, que en su relieve muestra la figura de un hombre, un carrito de supermercado y un animal al fondo. Conocida como la Peckham Rock, estuvo acompañada de una ficha técnica que confundía aún más a la piedra con un objeto propio del museo.
Tal ficha decía:
«Pintura Rupuestre
Este de Londres
Este ejemplo, bien conservado, del arte primitivo data de la era post-catatónica y se cree que muestra un hombre primitivo aventurándose hacia los terrenos de caza desconocidos. Se sabe que el artista responsable es conocido por haber creado una gran cantidad de obras en el sudeste de Inglaterra bajo el apodo de Banksymus Maximus, pero poco más se sabe de él. La mayoría del arte de este tipo lamentablemente no ha sobrevivido. La mayoría ha sido destruída por los oficiales municipales que fallan en reconocer el mérito artístico y el valor histórico de pintarrajear en las paredes».
En su momento, al tiempo que esta pintura ocupaba un espacio del Museo Británico, el artista mantuvo una especie de concurso en su sitio web en el que instaba a sus seguidores a acudir al museo y tomarse selfies para poder ganarse un carrito de supermercado.
A partir de entonces la pieza ha sido parte de algunas exhibiciones, la más reciente organizada por el propio Museo Británico que organizó una muestra de arte satírico y de disidencia “I object. Ian Hislop’s search for dissent”.
Te podría interesar:
Art+Feminism: el plan del MUAC para visibilizar a las mujeres artistas
El día que Gauguin compró una niña tahitiana de 13 años para hacerla su esposa
La pintura maldita de Hitler que nadie quiere comprar