La mayoría de las personas está de acuerdo en que para ser artista, es necesaria una sensibilidad extraordinaria. Picasso, Rivera, Pollock o Modigliani son reconocidos en todo el mundo como representantes de la pintura del siglo XX. No hace falta buscar en sus biografías, sus obras muestran todo lo que un hombre sentimental y expresivo puede capturar en el lienzo, ¿no es cierto?
Para ser artista, también hace falta el temperamento necesario para llevar al límite las emociones. Éstas son las historias de aquellos pintores que terminaron del lado opuesto de la visión romántica de la musa como inspiración para majestuosas obras de arte. El lado más oscuro y las horas más bajas de personas depresivas, celosas, obsesionadas o incapaces de ser fieles en una relación de pareja.
Artistas apasionados, hombres enamorados que no supieron llevar sus emociones más intensas y terminaron convirtiéndose en monstruos creativos, capaces de arruinar por completo la vida de sus amantes. Conoce una visión poco difundida de egoísmo, obsesión y muerte alrededor de un amor fallido:
Diego Rivera
El monstruo del muralismo mexicano fue muy conocido en vida por su capacidad para conquistar a las mujeres que lo rodeaban, a pesar de su aparente fealdad. Rivera sostuvo relaciones de pareja con un sinfín de mujeres, tanto en Europa como en México, pero marcó poderosamente la vida de dos de ellas: Angelina Beloff, su primer gran amor y Frida Kahlo, la celebrada pintora mexicana. La rusa exiliada en París se enamoró profundamente de Rivera y fundaron una relación de una década, sólo para que el pintor volviera a México y nunca más supiera de él. Kahlo sufrió por años de las infidelidades de Diego y su relación estuvo llena de conflictos tormentosos y reconciliaciones enfermizas.
–
Amedeo Modigliani
El artista italiano se entregó completamente a la vida bohemia de París, donde era conocido por su gran talento y su adicción al alcohol y el hachís. Enamoradizo y soñador, Modigliani rentaba un piso en Montmartre donde solía llevar a sus amantes, que entendían la circulación de parejas entre la sociedad parisina de entonces. Una de sus mujeres fue arrojada contra un cristal, otra de ellas perdió para siempre su belleza cuando Modigliani decidió marcar su rostro con cristales rotos. Vivió bajo su lema: “pintar a una mujer es poseerla”. Poseyó a la actriz Elvira, a la modelo Aicha, a Gaby, a Adrienne, la señora Menier, a Renée, Hanka Zborowska, Louise, la argelina Almaisa.
La situación cambió radicalmente cuando Amedeo conoció a Jeanne Hébuterne, una hermosa joven de 19 años que llegó al corazón del pintor y se convirtió en su compañera de vida y juerga. Cuando Jeanne esperaba un hijo de Modigliani, el estilo de vida del italiano pasó factura a su salud y cayó enfermó de tuberculosis para morir súbitamente. Esa misma noche, Jeanne loca de dolor y a punto de dar a luz, decidió arrojarse de un quinto piso y poner fin a su vida sin el pintor.
–
Jackson Pollock
El expresionista abstracto norteamericano, polémico en cada discusión sobre la valía del arte y su definición, conoció a la pintora Lee Krasner en el ambiente artístico neoyorquino. Después de un tórrido romance la pareja decidió casarse y se mudaron a Long Island en 1945. Krasner abandonó mayoritariamente su trabajo artístico y se volcó en apoyar a Pollock en la creación de sus más grandes obras. El matrimonio se mantuvo en pie durante 12 años, donde compartieron el día a día y se hicieron inseparables, hasta que Krasner descubrió que Pollock mantenía una relación con Ruth Kligman. El estado de la adicción al alcohol del artista se agravó y ella quedó destrozada meses antes de la muerte del pintor en un accidente automovilístico.
–
Rufino Tamayo
Uno de los pintores mexicanos más reconocidos internacionalmente del siglo XX es Tamayo. De su biografía, resalta el matrimonio casi perfecto que llevó con Olga Flores Rivas, musa de inspiración y compañera de vida; sin embargo, su relación estuvo envuelta en celos, frustración y desdicha. El gran amor de Rufino fue María Izquierdo, con quien compartió cuatro años de su vida antes de conocer a Olga. La inseguridad de la pianista llevó al límite su relación con Tamayo y le prohibió siquiera mencionar a María, pero su obra la evocaba sin siquiera pensarlo. Una vez que la pareja consiguió quedar embarazada, la presión de Rufino llevó a Olga a decidirse por abortar debido a sus condiciones económicas. Años después, Olga buscó incesantemente un hijo y frustrada bajo la presión de Tamayo, nunca pudo darle un hijo.
–
Manuel Rodríguez Lozano
Manuel Rodríguez Lozano fue un artista inquieto y misterioso que experimentó con distintas vanguardias a lo largo de su obra pictórica. A los 21 años, conoció a María del Carmen Mondragón, de familia acaudalada e influencias en el porfiriato. Se enamoraron perdidamente y en 1913 decidieron casarse. Sus primeros años fueron de júbilo en París, donde conocieron la vida bohemia y a los protagonistas del movimiento artístico de entonces.
Entre la vida lujosa de Mondragón y la carga trágica de la vida de Rodríguez Lozano, la relación se convirtió en un ente frío, inmóvil y apenas capaz de reaccionar por sí mismo. Los rumores sobre su incapacidad incluso de sentir odio van desde la supuesta muerte de su primogénito a una temprana edad, provocado por un ataque de ira de María después de descubrir la homosexualidad de su esposo. Manuel también fue el tormento de Antonieta Rivas Mercado, que padecía de una obsesión por él, donde la indiferencia del pintor la llevó a sumergirse en la locura e incapaz de aceptar a sus amantes homosexuales, decidió quitarse la vida.
–
Augusto Rodin
El escultor más famoso de la contemporaneidad protagonizó un pasional y furtivo romance con una de sus alumnas que terminó en tragedia. Se trataba de Camille Claudel, una hermosa chica de ojos verdes y mirada penetrante que se clavó en el francés, trastornando su vida y obra escultórica. El fuego y la inocencia de Camille se apoderaron de Rodin, quien comenzó a verla más frecuentemente hasta que establecieron una relación de deseo y admiración propia. Cuando Camille se enteró de que Rodin aún vivía con su esposa, inició el camino por un decadente espiral de ansiedad y estrés que la llevó a destruir gran parte de sus obras con ataques de histeria y pánico agudos. Claudel pasó los últimos treinta años de su vida recluida en un taller, hasta que finalmente murió y entonces su alma pudo olvidar el daño que causó el escultor en ella.
Conoce más sobre lo que no se cuenta de grandes artista de la talla de Munch, Klimt o Freud después de leer más sobre los poderes sexuales de grandes artistas. Descubre la historia detrás de la enigmática Françoise Gillot, estudiante de derecho que conoció al pintor que delineó el arte en el siglo XX y vivió el infierno de ser rechazada por Picasso.