André Maurois, el escritor francés, alguna vez dijo: “cuando las cosas no van bien, nada como cerrar los ojos y evocar internamente una obra bella”. Por su puesto, esta invitación de evadirse para fantasear con lo bello dependerá de la sensibilidad y el contexto de quien asuma esa obra con tal calificativo.
Aquel que se para frente a un lienzo, puede —o no— sentir admiración y con base en esa atracción elige tomarle una foto, mirarle más tiempo, tomarse una selfie, buscar la réplica en imán para el refrigerador —y si las condiciones de la pieza, así como la posibilidad económica del espectador lo permite—, incluso podría adquirirla para llevarla consigo y vestir alguna pared de la sala de su casa.
La posibilidad de acercarse a la oferta creativa contemporánea y con ello aglutinar mayores oportunidades visuales de escape y deleite, es fomentada por la XVII Bienal de Pintura Rufino Tamayo, integrada por 53 obras pertenecientes a 51 artistas, la cual estará del 10 al 17 de mayo en el Museo Tamayo de la Ciudad de México.
En un ejercicio lúdico —tal vez ingenuo pero honesto—, estas serían las 10 piezas de la Bienal que pudieran formar parte del catálogo imaginario para sortear la realidad, así como lo plantea Maurois; y también, ¿por qué no?, pensarlas como obras que podrían vestir algún interior doméstico de recreo.
Francisco Valverde Prado.
(Cuernavaca, Morelos, 1972).
Monday Afternoon, 2016. Pigmentos y resinas epóxicas sobre madera.
(Una de las dos piezas que obtuvo el premio de adquisición en la XVII Bienal de Pintura Rufino Tamayo).
Américo Elizondo Garza.
(Monterrey, Nuevo León, 1957).
Momentos, 2016. Óleo sobre tela.
Heriberto Quesnel.
(Ciudad de México, 1971).
El origen del mar, 2016. Óleo, acrílico, lápices de color sobre páginas impresas del siglo XIX y collage sobre tela.
Miguel Ángel Vega Magallón.
(Guadalajara, Jalisco, 1982).
Venus, 2016. Óleo sobre tela.
Youngsun Kim.
(Gwangju, Corea del Sur, 1978).
Ombligo de Reina I, 2016. Óleo sobre tela.
(Una de las dos obras que obtuvieron mención honorífica en la XVII Bienal de Pintura Rufino Tamayo).
Conchita Rivera.
(Rosario, Sinaloa, 1969).
Leda y el cisne III, 2016. Óleo sobre tela.
Felipe Núñez.
(Oaxaca, Oaxaca, 1979).
Pintura descompuesta, 2016. Óleo, aerosol y carbón sobre tela, engrapada sobre tabla de madera.
Fernando Motilla Zarur.
(San Luis Potosí, San Luis Potosí, 1986).
Hikuritos entrelazados, 2015. Óleo sobre tela.
Alonso García.
(Naucalpan, Estado de México, 1981).
Marea lunar, 2016. Técnica mixta sobre madera.
Hugo Gallegos.
(Ecatepec, Estado de México, 1979).
Chimalhuacán, 2016. Óleo sobre tela.
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