El mundo del arte, a menudo, se asemeja a una guerra de intereses. Todo depende de quiénes estén involucrados y qué se ponga en juego. En cuanto a los artistas —o sus carreras, mejor dicho—, los coleccionistas son quienes podrían tener la última palabra. A su manera, las subastas son otro campo de puja, reveses y controversias. Pueden generar un verdadero dolor de cabeza para el acervo antropológico, histórico y cultural de un país, por ejemplo. El patrimonio nacional podría fácilmente verse afectado por culpa de las subastas, pero este no es el caso.
Cuando se habla de subastas es inevitable no mencionar a las casas de mayor valor: Christie’s y Sotheby’s, las cuales mantienen una lucha constante por convertirse en el número 1 en compra y venta de arte. Desde el siglo XVIII, estas firmas se han apropiado del mercado y han registrado en sus eventos piezas de gran valor.
Sotheby’s fue fundada en Londres, en 1744, y durante sus primeros años ofreció colecciones de libros de importantes personalidades. Sin embargo, poco tiempo después se inclinó por el ámbito de las Bellas Artes. Desde entonces ha logrado colocarse como una de las casas de subastas más prestigiosas del mundo.
Por su parte, Christie’s fue fundada en diciembre de 1766, también en Londres. Aunque comenzó siendo una casa de subastas que se incorporaba al estricto mundo del arte, consiguió en poco tiempo colocarse con una gran reputación entre las mejores y que hasta la fecha ha logrado grandes ventas por la colección que posee.
Ambas compiten por ser la de la mayor venta anual. Sus cifras ascienden a los millones de dólares, con artículos antiguos, rarezas y obras de artistas de todo el mundo. A continuación lo que mejor ejemplifica la batalla entre las dos casas subastadoras de arte más prestigiosas del mundo:
Mujeres de Argel, de Pablo Picasso
En el año 2015 se convirtió en el cuadro más caro jamás subastado. Fue vendido por la firma de Christie’s en Nueva York por 179,36 millones de dólares.
Florero con margaritas y amapolas, de Vicent van Gogh
Este año, en su subasta de otoño, Sotheby’s hizo alarde de su peculiar catálogo de obras y colocó Florero con margaritas y amapolas, de Vicent van Gogh, considerada una de las pocas obras que vendió el artista en vida. El mejor postor pudo llevársela a casa por 61,7 millones de dólares.
Número 19, de Jackson Pollock
En 2014 Christie’s volvió a batir su propio récord. Número 19, del pintor estadounidense Jackson Pollock, fue vendida en 58,4 millones de dólares.
Accidente de auto plateado (doble desastre), de Andy Warhol
En la subasta de Sotheby’s realizada en noviembre de 2013, la pieza de Warhol alcanzó la suma de 105,44 millones de dólares, con lo que se posiciona dentro de la lista de las obras más caras del mundo.
Tres estudios de Lucian Freud, de Francis Bacon
La pieza de Bacon se vendió en 142,4 millones de dólares en noviembre de 2013, por medio de una subasta realizada por Christie’s, convirtiendo a su comprador en una de las personas más poderosas en el mundo del arte.
La masacre de los inocentes, de Pedro Pablo Rubens
En el año 2002 la casa de subastas Sotheby’s reveló La masacre de los inocentes, una pieza de su colección de pintura antigua, un óleo sobre lienzo realizado en 1612 por Pedro Pablo Rubes. La obra se vendió por 76,7 millones de dólares.
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No es fortuito que la mayoría de las personas asuman que el arte es elitista y que, sobre todo coleccionar obras, es para los de cuentas bancarias abultadas. Sólo basta con darle un vistazo a la subasta más cara de la historia para comprobarlo.