La belleza está trabajando a través de la aceptación pura y desinteresada.
Tu vida es tu vida. No dejes que sea golpeada en la húmeda sumisión.
Soy una jodida charada suspendida en el centro del ridículo y siento lástima por aquellos cuyo fin se refleja en el mío.
¡Simplemente hazlo!
Todas esas son líneas que leyó Shia LaBeouf durante una de sus obras llamada #INTRODUCTIONS, en la que tomó distintos guiones aportados por estudiantes de la Escuela de Bellas Artes de Central Saint Martins, y los actuó frente a una pantalla verde.
El mundo conoció la obra porque se convirtió en un meme. «Just do it», grita el actor a la pantalla en un discurso motivacional cliché escrito como una sátira y cientos de usuarios de internet aprovecharon que se encontraba frente a una pantalla verde y lo editaron para que el actor apareciera en diferentes situaciones. El artista apareció junto a Gokú, Superman, o incluso hasta en escenarios sexuales y millones pudieron burlarse de él.
Sin embargo, su obra de arte había logrado su cometido. El metamodernismo dentro de su obra dio el resultado esperado.
Cuando LaBeouf pensó en la obra junto con los artistas Rönkkö y Turner (también miembros del movimiento metamodernista), su propósito era que otras personas tomaran lo que filmaron y lo usaran para editarlo o remixearlo con diferentes elementos en el fondo. Así fuera para un chiste o para un proyecto serio, el punto era motivarlos a crear. A pesar de que el resultado fueron miles de memes, el performance (si es que le podemos llamar así) tuvo el impacto esperado.
¿Te parece extraño?
El movimiento metamodernista es confuso. Es un revés al modernismo y usa el arte de formas irónicas para ofrecer un mensaje serio. Por eso, aunque la gente se burle del artista, su obra sigue teniendo impacto dentro de su contexto.
Irónicamente. «Just do it» es una expresión que diría Shia LaBeouf al momento de crear arte y sería el primer consejo que nos daría para ser un artista.
Las líneas que se utilizan durante el performance, y la forma en que las entrega frente a la cámara, nos hacen pensar que habla en serio. Es decir, él puede hablarnos sobre cómo evitar sentirse ridiculizado al momento de crear una obra de arte. De hecho, todas sus obras, desde #IAMSORRY –en el cual hacía un statement sobre la industria en Hollywood– hasta HEWILLNOTDIVIDEUS –su protesta fallida hacia Donald Trump–, el mundo se ha burlado de su trabajo, pero eso no lo ha detenido. Al contrario, sigue «haciéndolo».
«Algunas personas sueñan en el éxito. Tú te esforzarás por lograrlo. Nada es imposible». Es otra de sus frases, y la segunda lección. Su obra #TOUCHMYSOUL buscaba analizar la posibilidad de tocar el alma de una persona en la era digital. El trío de artistas manejó una línea telefónica donde podían recibir llamadas de extraños a través del mundo para preguntarles «¿Puedes tocar mi alma?» Podría parecer superficial, pero de las mil llamadas recibidas obtuvieron respuestas que llegaban con «dulce energía, risa, canto, silencio, historias de vida y emociones».
«Si estás cansado de empezar de nuevo, deja de rendirte». #ALLMYMOVIES fue otro performance en el que Shia vio todas las películas de su filmografía comenzando desde la última y finalizando con la primera. Durante la transmisión las personas podían ver su reacción, desde el aburrimiento y tedio durante Transformers hasta la felicidad de Tru Confessions. En algunos momentos se podían ver rastros del arrepentimiento que sentía en algunas películas, pero al mismo tiempo podíamos ver la seguridad del lugar en el que se encontraba. Es decir, aunque en cualquier momento de su carrera se pudo haber rendido, sin los errores que cometió no sería el artista que es actualmente.
«No dejes que tus sueños sean sueños». No hay un performance de Shia que ejemplifique este punto, pero lo más cercano a ello es su proyecto de 2016 #TAKEMEANYWHERE en el que, junto con sus compañeros, publicó unas coordenadas GPS en Internet para que pudiesen ser localizados y fueran recogidos por extraños para que los llevaran a cualquier lugar. Pusieron su confianza en usuarios de Internet y lograron viajar desde Colorado hasta Alaska en automóvil por distintos choferes. Sacaron lo mejor de las personas y cumplieron su cometido.
«#SIGUETUCORAZÓN», la quinta lección la tomamos de otro de sus performances llamado #FOLLOWMYHEART en el que el equipo transmitió el latido del corazón de Shia durante seis días. Durante ese periodo, miles vieron a través de una transmisión la hipnotizante imagen del artista y sentir —inevitablemente— una conexión con él, seguido del instinto de escuchar sus propios corazones. LaBeouf ha confiado en cada uno de sus proyectos, y eso es lo único que necesita el artista para lograrlo: confiar en sí mismo, en su obra y la intención con la que está hecha.
Shia LaBeouf es un genio incomprendido del arte contemporáneo. Sus performances se aprovechan de la incredulidad de las personas para demostrar que dentro de toda la ironía se encuentra un mensaje profundo. La valentía que tiene el actor es de admirarse; aunque en el mundo del espectáculo pocos lo toman en serio, en la escena artística es una mente visionaria que no ha tenido miedo de tomar riesgos y que no se queja de que hacen memes con sus trabajos ya que, después de todo, ése es el plan. Su arte trasciende por ese tipo de hechos e, indudablemente, es uno de los mejores ejemplos de cómo ser un artista en tiempos tan complejos como los que vivimos.
