En nuestro mundo los colores y las formas son sumamente importantes. Desde hace años hemos dado prioridad a los ángulos, ya sea para entender el espacio que habitamos o las estructuras que nos rodean. Una combinación de arte y diseño invaden nuestra vida, y es así como sabemos que ambas expresiones mejoran nuestra realidad, la cual podría ser plana y gris.
Artistas como David Hockney, Picasso y Eduardo Paolozzi fueron esenciales para transformar la identidad del pueblo occidental. Ya sea con pinturas, esculturas e instalaciones, los grandes nombres de principios del siglo XX dieron paso a un universo artístico nunca antes visto. Es gracias a su trabajo que Morag Myerscough, artista inglesa, hoy transforma ciudades, y por lo tanto la vida de millones de personas, a través de sus ideas y obras.
Nacida en Holloway, al norte de Londres, Myerscough creció en la ciudad con una fuerte influencia artística. Hija de una diseñadora textil y un músico clásico, estudió en escuelas de arte donde encontró la inspiración para cambiar al mundo de una manera creativa e impactante. Después de una larga carrera en el diseño y el arte, en 2016 regresó a México, y en entrevista con Cultura Colectiva cortesía de Johnnie Walker nos contó de sus planes para hacer en la Ciudad de México lo que ha logrado en países como Estados Unidos o Inglaterra. Su trabajo se caracteriza por el uso de fuertes líneas y colores, tal como se puede observar en el Centro de Salud Kentish Town en Londres, lugar que ha sido aclamado por lograr tener una atmósfera relajada aún cuando es un sitio enfocado en tratar con personas enfermas.
La artista se nutre de la vida y es por eso que en las grandes ciudades gusta de hacer cosas que la complementen, pero también dejar su huella al transformar la urbe y la vida de las personas, según ella:
“Espero que el diseño y la arquitectura puedan unir a la gente y de esa forma ayudar a mejorar su situación. He trabajado con distintas y prestigiosas escuelas y hospitales a lo largo del tiempo y eso ha mostrado que si todos trabajan juntos, las calificaciones pueden mejorar y ayudar a la gente a sentirse mejor de manera más rápida. Todo porque las personas demuestran que les importa y que trabajan juntos por el mejor resultado posible”.
Su despacho de diseño es uno de los más importantes de Londres y eso la ha llevado a exponer en los museos más famosos del mundo. Obras como “Urban Africa”, “Alan Aldridge o “The Man With Kaleiscope Eyes” han sido parte de su aportación al Design Museum de Londres, convirtiéndose en una de las mujeres más valiosas para el arte contemporáneo del país británico.
Morag es inteligente, divertida y muy intuitiva. En el estudio de la colonia Roma en el que trabaja con la pieza que presentará pronto, se le puede ver llena de pintura, pero siempre con un outfit londinense que demuestra que está lista para lo que sea. Al preguntarle acerca de sus principales influencias, la respuesta no pudo ser mejor:
“Las líneas y los colores que uso reflejan el trabajo de los artistas que tanto admiro: Picasso, Tinguely, Yves Klein, David Hockney, cuando ‘pintaba el escenario’. Me gusta la poesía concreta, Rothko, Dan Flavin, Jenny Holzer, Barbara Kruger, Gerhard Richter, Schwitters, Rauschenberg, Christo, Gordon Matta-Clark, Lawrence Weiner y la lista podría seguir”.
El espacio es parte de nosotros. Nos relacionamos con él de una forma que ni siquiera notamos, pero cuando un cuarto expone la luz de cierta forma, ilumina de manera radical la sala con una belleza casi celestial, es muy distinto a encontrarse bajo las lámparas de luz artificial que encontramos en gran parte de las oficinas genéricas. Tal vez Morag no sea arquitecta, pero sin duda sus obras hacen que la luz juegue con el color y las formas de sus diseños, los cuales llegan a transformar cualquier espacio en el que se interpongan.
Del arte salió el diseño, pero pronto se convirtió en un arte en sí, y hoy personas como Morag complementan eso entablando el discurso con el trabajo corporativo. Mucha de la acción social que realiza para escuelas, hospitales y comunidades, es financiada por marcas que creen que gente como ella, a partir de la creatividad, es capaz de cambiar un mundo gris e indiferente.
“Es increíble lo que logras cuando amas lo que haces”.
Es así como a México llegó este año de la mano de Johnnie Walker, con una obra llamada “Walking Man” que se podrá ver en distintos lugares de la Ciudad de México durante los próximos días. Las formas tridimensionales así como el color, son los principales elementos que buscan mostrar un paisaje colorido y entusiasta. Johnnie Walker está colaborando con distintos artistas reconocidos a nivel mundial, para demostrar que siempre se debe avanzar para ser el mejor. “Walking Man” es sólo una de las distintas obras que van más allá de lo convencional. Cuando una ciudad como la CDMX es considerada una de las más contaminadas, cuando se sumerge en la delincuencia y la indiferencia, trabajos como los de Morag Myerscough son los que dan vida a una urbe que creía estar perdida.