Rembrandt: maestro del barroco, del retrato y del claroscuro —entre otros— sigue siendo un gran referente del arte del que todo tipo de artistas suelen tomar inspiración. El impacto de su obra ha sido tal que incluso inspiró una técnica de iluminación para la fotografía, en particular de retratos.
Si bien Rembrandt es sumamente popular, existen ciertos aspectos de su vida totalmente desconocidos para la mayoría que hacen de Rembrandt una persona mucho más humana que la idealización artística que se ha creado en torno a su personaje.
Detalle de Autorretrato, 1652. / Foto: Wikimedia Commons.Su vida estuvo marcada por la decadencia, a pesar de que fue maestro de muchos artistas y, como solía ocurrir en el arte, también sufrió de pesares económicos y otras controversias:
Un amor prohibido
Tiempo después de la muerte de su esposa, Rembrandt comenzaría una relación con la que era su modelo y ama de casa, Hendrickje Stoffelsdochter Jaegher. Cuando la pareja concibió a Cornelia (nacida en 1654), Hendrickje sería excomulgada de la Iglesia dado que había tenido relaciones sexuales fuera de matrimonio y había actuado como una prostituta.
Uso de hierbas medicinales
Aparentemente, en el parto, el médico que atendió a Hendrickje utilizó una serie de hierbas para ayudar a la mujer en su recuperación por el parto, lo cual también fue motivo de controversia, en particular en un tiempo en el que aunque la herbolaria estaba en auge, aún seguía asociada a la magia y la hechicería.
Mujer bañándose, 1654. Hendrickje también fue la modelo. / Foto: WIkimedia Commons.
Nunca se casó con Hendrickje
Aunque habría podido ser perfectamente legal que ambos se casaran dado que tenían una hija juntos, Rembrandt no lo hizo ya que Titus, su único hijo vivo del matrimonio con Saskia, perdería su derecho a la herencia. Pero lo que ni Titus ni Rembrandt esperaban es que el pintor perdiera todo su dinero.
Titus como monje, 1660. / Foto: Wikimedia Commons.
Tuvo que vender todas sus posesiones
Por un periodo, Rembrandt fue un hombre exitoso que contrario al estereotipo de los pintores, no sufrió penurias económicas. No obstante, después de hacer unas inversiones poco exitosas, se quedó sin dinero. Él intentó declararse en bancarrota, pero antes de ello se vio obligado a vender sus pinturas, así como la colección de arte que había formado durante sus años de bonanza.
El pintor en su estudio, 1629. Foto: Wikimedia Commons.
La muerte lo rodeó y marcó su obra
Múltiples biografías hacen hincapié en cómo Rembrandt tuvo mala suerte en cuanto se trataba de la longevidad de sus seres queridos. Durante su matrimonio, tres de cuatro hijos fallecieron, así como su esposa. Posteriormente, Hendrickje y Cornelia también morirían antes que él. Cada muerte marcó de una forma particular al pintor y su obra, en especial después de la de su esposa Saskia, que lo hizo tomarse 7 años antes de volver a pintar con óleos y hacerlo de una forma que muchos críticos describen como sumamente sombría.
Retrato de Saskia van Uylenburgh, 1633. / Foto: Wikimedia Commons.
En portada: Detalle de Rembrandt y Saskia posando en El hijo pródigo en la taberna, 1635. Wikimedia Commons.
*Este artículo fue publicado anteriormente y ha sido modificado
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