«El arte puede servir como un recurso poderoso para entender el curso natural de las enfermedades».1
A veces, el arte da mucha más información que la esperada de manera inadvertida del tiempo y la vida de un artista. Por ello, no es difícil encontrar obras que muestran ciertas enfermedades a través de las cuales es posible diagnosticar a los artistas que las pintaron, incluso cuando en su tiempo el mal era desconocido o no se conocían las causas.
El arte y la medicina se asemejan en el sentido que ambas son disciplinas que requieren de observación y de análisis, el artista para reproducir un objeto o sujeto y el médico para definir qué mal aqueja a su paciente. Será por tal semejanza que cada vez es más frecuente que en los cursos de medicina se incluyen temas de arte, donde los futuros médicos se ven obligados a observar a través de una obra pictórica qué estaba sufriendo determinado artista.
Más allá de la inclusión de los cursos, lo cierto es que existe toda una vertiente, que algunos califican como subcultura, de diagnósticos post-mortem en el arte. Es decir, distintos médicos toman a un determinado artista y analizan sus obras para definir si sufría alguna enfermedad o ven la progresión de alguna enfermedad conocida, como en el caso de Frida Kahlo, por ejemplo.
Sin embargo, todos los diagnósticos que leerás a continuación no deben tomarse como verdades absolutas. El doctor Michael F. Marmor, de la Universidad de Stanford, declaró para Artsy que «Los artistas tienen licencia para pintar como ellos deseen, así que el estilo es mutable y no necesariamente una indicación de enfermedad. La especulación siempre es divertida, pero no cuando se presenta como “evidencia” en las revistas científicas»:
Miguel Ángel
Diagnóstico: osteorartritis.
La osteoartritis es uno de los trastornos articulares más comunes y ocurre por el desgaste de los cartílagos, por lo que resulta difícil imagina que un artista tan prolífico como Miguel Ángel no la desarrollara a temprana edad. En su caso, un grupo de médicos se basaron en la correspondencia del florentino con su sobrino, así como en su trabajo artístico para determinar los males que lo aquejaban, esto después de que prohibieran la exhumación de los restos del artista. Obras como el Retrato de Miguel Ángel Buonarroti de 1535 y 1595 c. sirvieron para mostrar la deformación de la mano izquierda del artista.
Jacopino del Conte, Retrato de Miguel Ángel Buonarroti, (c.1535) / Casa Buonarroti Museum; 2015. Foto Scala, Firenze.
Pompeo di Giulio Caccini, Retrato de Miguel Ángel Buonarroti, (c.1595) / Casa Buonarroti Museum; 2015. Foto Scala, Firenze.
Paul Klee
Diagnóstico: Esclerosis Sistémica Difusa.
La esclerosis sistémica se trata de una enfermedad autoinmune muy rara que provoca que la piel se endurezca, así como algunos órganos internos como los pulmones, el corazón o los riñones. Entre otros de sus síntomas están la aparición de úlceras y cambio de coloración en las manos, así como dificultad para comer por la inflamación del esófago.
Este diagnóstico estuvo a cargo de Hans Suter, un dermatólogo que se encargó de reconstruir el historial médico de Klee a través de entrevistas con su familia, así como revisando su correspondencia para determinar la sintomatología del pintor. Si bien su diagnóstico no afectó la creación de Klee como tal, su vida artística sin duda sí influyó en su enfermedad, pues de acuerdo con Suter, ciertos eventos estresantes desencadenaron crisis difíciles. Incluso se reporta que su doctor aparentemente lo diagnosticó esclodermia —que también involucra el endurecimiento de la piel—, pero que evitó hacérselo saber para no provocarle más estrés psicológico.
Leonardo Da Vinci
Diagnóstico: estrabismo.
Análisis en el retrato Young John the Baptist de Leonardo da Vinci / Christopher Tyler/Creative Commons.
El estrabismo es una condición en la que uno de los ojos mira hacia una dirección distinta. Da Vinci no fue el único pintor prominente al que su estrabismo le facilitó la pintura. Esto se debe a que les resulta más fácil pintar un objeto tridimensional en un medio plano. Para diagnosticarlo, lo único que los investigadores debieron realizar fue analizar varias de las pinturas en las que se utilizó a sí mismo como modelo y en las que –tal vez sin saberlo– también pintó su estrabismo.
Paul Gauguin
Diagnóstico: sigue siendo un misterio
Paul Gauguin, Autorretrato, 1893. / Wikimedia Commons.
A pesar de la labor forense que se involucra en los diagnósticos, la realidad es que en ocasiones no hay manera de saber qué sufría o cómo murió algún artista a menos que haya dejado un registro escrito. A la fecha no se sabe con certeza de qué murió Gaugin, algunos creen que se trató de sífilis. En 2018 se publicó una investigación que analizó unos molares que pertenecían al pintor, sin embargo, no encontraron rastros de los tratamientos comunes para esta enfermedad, aunque esto no quiere decir que Gauguin no muriera por la ETS.
Claude Monet
Diagnóstico: cataratas
Claude, Monet, Mar tempestuosos en Étretat, 1883.
Claude Monet, Lluvia en el Étretat, 1886. Muchos pintores sufrieron problemas oculares como producto de la vista forzada, pero eso no fue impedimento para pintar. Tal fue el caso de Monet, en cuya obra resulta evidente cómo fue deformándose su visión, al grado que no sólo los brochazos cambiaron, también su paleta de colores. Según cuenta la historia, una vez Monet se operó los ojos, destruyó algunos de sus cuadros pues le desagradaba aquello que había pintado.
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1 Andrea Hinojosa-Azaola, Jorge Alcocer Varela, “Art and rheumatology: the artist and the rheumatologist’s perspective”, en Rheumatology, Vol. 53, Núm. 10, Octubre, 2014, 1725-1731 pp. Disponible en: https://academic.oup.com/rheumatology/article/53/10/1725/1816020