La violencia ha sido uno de los temas más persistentes y constantes a lo largo de la historia del hombre, por lo que ha sido una de las escenas más representadas por artistas de diferentes épocas. Al hablar de violencia en el arte no sólo nos referimos a representaciones de imágenes crueles o crudas, sino a una denuncia social hacia los diferentes actos violentos.
La violencia contra las mujeres ha cobrado gran importancia en la actualidad si nos referimos a los diferentes casos que se recogen a diario por la prensa. Es cierto que estamos más conscientes de estos actos; sin embargo, continúan siendo un tema tabú en una sociedad que no quiere aceptar su vulnerabilidad y fracaso en hacer frente a las relaciones de abuso de poder (no sólo en temas de violencia de género, sino a cualquier maltrato en general). “La violencia machista, esa particular forma de violencia de los hombres sobre las mujeres, esa especie de plus de violencia que recibimos las mujeres, por el mero hecho de serlo, no es un fenómeno social que haya aparecido recientemente, ni es exclusivo de las sociedades contemporáneas. Por el contrario, forma parte de nuestras costumbres, de nuestras tradiciones, de nuestras relaciones y formas de organización social, en suma, de nuestra cultura”.
A continuación repasaremos 10 diferentes obras en las que se aborda la violencia a la mujer, así como su desvalorización como persona para pasar a ser un objeto de deseo y la fragmentación del Yo femenino.
Turquino y Lucrecia, de Mariano Fortuny Marsal (1861) representa la violación por parte del hijo del último rey de Roma hacia Lucrecia; la violencia se representa en un barroco italiano enfocándonos en el cuchillo mientras que en el fondo oscuro encontramos a un sirviente que se esconde. Los claroscuros acentúa el drama de la escena.
En La violación, de Edgar Hilaire Degas, en la zona derecha de la composición encontramos a un hombre de pie con una postura que sugiere un estado de tensión; por otro lado, encontramos a una mujer de espaldas, posiblemente llorando o intentando esconder su vergüenza. Este cuadro es un poco más subjetivo en cuanto a la interpretación de la escena.
Con el paso de los años la pintura de René Magritte se tornó reflexiva y minuciosa; se caracterizó, sobre todo, por la asociación de elementos disímiles entre los que establece ingeniosas analogías o nexos insólitos y disparatados pero convincentes dentro de la realidad pictórica. La tercera imagen es La violación, una pintura que deja a todos pasmados por su crudeza y fuerza de denuncia en cuanto a la representación de la mujer sólo como un cuerpo.
Los días gigantescos, del mismo autor, es una escena agresiva en la que la violación se denota con el enlace de dos cuerpos, en el que a la mujer –desnuda- se le observa en una situación tensa, mientras que el cuerpo del hombre –vestido- es un costado de ella.
Con Picasso encontramos otro ejemplo en La violación de las Sabinas, en ésta hace una reinterpretación, a partir del cubismo, de una leyenda que cuenta que los primeros romanos raptaron a mujeres de familias vecinas para poder establecer una nueva población, y así lo relataron Tito Livio y Plutarco (en la antigua Roma el término violación se refería a secuestro, pero hasta hoy es el ultraje del cuerpo femenino).
Con José Clemente Orozco, en La violación, encontramos la escena de una mujer violada por dos soldados, es aquí donde aparece la denuncia social en manos del pintor mexicano, quien se queja de los actos atroces de la guerra.
En las siguientes imágenes encontramos artistas contemporáneas, como Ana Mendieta y su performance, en el que denuncia un acto de violación cometido en una universidad, en éste se violó a una joven, quien fue encontrada como en la fotografía del performance.
Las siguientes tres imágenes son de la artista Mónica Castillo; en Curriculum, Composition y Autorretrato cualquiera, la artista define a la identidad como representaciones fragmentadas.
https://img.culturacolectiva.com/content/2013/11/Curriculum-Composition-y-Autorretrato-cualquiera.jpg https://img.culturacolectiva.com/content/2013/11/monica-castillo.jpg https://img.culturacolectiva.com/content/2013/11/Autorretrato.jpg
Con este repaso por diferentes producciones artísticas, se observa al cuerpo femenino como objeto de representación de la violencia por parte del hombre o de la misma sociedad, no es una situación ajena a nuestro contexto histórico, la violencia –sea de género o no- siempre se encuentra presente como representación de la dinámica de abusos de poder que se da entre los individuos que conforman a una sociedad.