La ciudad de Hatra comenzó a ser construida desde hace más de 2 mil años por el imperio Seléucida, los hombres que levantaron sus muros por primera vez jamás hubieran imaginado la serie de vicisitudes que soportarían estas estructuras. El primer reino árabe, los embates del imperio romano y hasta la dictadura de Saddam Hussein; todos en algún momento reclamaron su dominio sobre la ciudad, pero mantuvieron de pie a sus hermosos edificios. Esta situación cambió en 2015, cuando el Estado Islámico tomó su control y derribó las milenarias estructuras.
Decenas de grupos musulmanes habían custodiado a Hatra a lo largo de los años, pero la ideología del Estado Islámico modificó todo. Según van Dijk, la ideología es un instrumento con el que interpretamos al mundo. Los conocimientos, creencias, opiniones y actitudes determinan la postura que abordamos sobre temas socialmente relevantes, tales como la política, la religión o la educación.
La relación que tiene nuestra ideología con respecto al arte es única. Cuando vemos una pieza en un museo no sólo la valoramos desde un punto de vista estético, sino que también juzgamos la intención y el tiempo en el que fue producida. El Estado Islámico vio a los muros de Hatra como una muestra de la idolatría, por lo que debían de ser destruidos. A lo largo de la historia han surgido voces similares que ven en las obras de arte una amenaza, por fortuna, en muchas ocasiones no han podido cumplir sus terribles metas, aquí algunas de ellas.
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“Baco enfermo” (1595)
Caravaggio
Muy probablemente esta obra se trata de un autorretrato. En ese tiempo Caravaggio estaba sufriendo de sífilis por tener múltiples amantes a lo largo de su vida. Baco se presenta como el símbolo perfecto para demostrar su enfermedad al ser el dios del vino, inspirador de la locura ritual y el éxtasis.
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“Muerte de la Virgen” (1606)
Caravaggio
“Muerte de la Virgen” fue creada en un tiempo que debatía sobre los últimos días de la madre de Jesús. La sociedad de la época rechazó este cuadro por dos razones: en primer lugar, Caravaggio utilizó a una famosa prostituta como modelo de María y en segundo lugar, consideraron que su posición no reflejaba su santidad.
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“Venus del espejo” (1647-1651)
Diego Velázquez
Velázquez a sus 24 años fue nombrado pintor del rey Felipe IV y a los cuatro años fue ascendido a pintor de cámara. Este puesto le dio la libertad de crear una de las obras más polémicas de su tiempo. La pose erótica de la diosa Venus se convirtió en uno de los primeros desnudos integrales de la pintura española, por lo que rápidamente fue rechazada por la Inquisición. En 1914 la controversia volvió cuando una sufragista militante británica atacó al lienzo con un hacha corta de carnicero para protestar el arresto de Emmeline Pankhurst.
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“La maja desnuda” (1790-1800)
Francisco de Goya
La razón detrás del impacto de esta obra es sumamente interesante: en la España de finales del siglo XVIII, los desnudos ya no causaban tanta controversia. Sin embargo, el público demostró su indignación debido a la mirada sin complejos que retaba al espectador. La Inquisición confiscó la obra e inició un juicio a Goya, el cual logró salir sin castigo (debido al influjo del cardenal Luis María de Borbón y Vallabriga).
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“Olympia” (1863)
Édouard Manet
Inicialmente fue exhibida en el Salón Francés en 1865 a una gran altura para evitar posibles ataques; “Olympia” fue criticada por los conservadores que la condenaron inmoral y vulgar. El erotismo no tuvo tanto que ver con la polémica, más bien fue la representación de una prostituta en esta posición la que causó el mayor impacto en la sociedad parisina de la época.
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“La clínica Gross” (1875)
Thomas Eakins
Eakins es conocido como uno de los artistas más importantes de la historia estadounidense. En esta obra pintó al doctor Samuel D. Gross en una clase en la Universidad Thomas Jefferson. La pintura causó revuelo en su época debido a la sangrienta imagen que muestra los horrores de operación y también por el terror mostrado por la mujer sentada a un lado del doctor.
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“Lección de guitarra” (1934)
Balthus
Durante su juventud, Balthus no mostró interés en los estilos de pintura modernista como el Cubismo. Sus pinturas mostraban la inclinación que tenía por mujeres jóvenes y su obsesión por retratarlas en poses eróticas y voyeristas. “La lección de guitarra” es una gran prueba de ello. Causó revuelo en su primera exhibición en París debido a la representación sexualmente explícita. La naturaleza de esta obra es todavía incómoda para muchos: medios como el New York Times se han rehusado a reproducirla.
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“Erased de Kooning Drawing” (1953)
Robert Rauschenberg
Técnicamente esta obra no es una pintura, pero vale la pena mencionarla por el escándalo que provocó. Robert Rauschenberg fue un artista estadounidense que se convirtió en uno de los principales protagonistas del Pop art. En 1953 compró un dibujo de Willem de Kooning, pero no para colocarlo en su pared: el mundo del arte quedó impactado cuando Rauschenberg presentó como su nueva obra el dibujo borrado del pintor holandés. No existía fotografía alguna del bosquejo, pero en el 2010 el Museo de Arte Moderno de San Francisco logró mejorar los trazos originales.
La controversia no sólo se ha limitado a la pintura, en la década de los ochenta hubo un artista con VIH que creó “armas letales” con su sangre. Estas obras demuestran que el arte no sólo es un reflejo de su tiempo, sino que tiene la capacidad de cambiar su realidad.
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