Después del impresionismo, otros pintores surgieron para reclamar una nueva técnica pictórica que retratara un espacio abierto de manera hermosa y total. Sus cuadros no se construían con pinceladas ni mucho menos capas de óleo que le dieran vida a los personajes, sino que, con discretos puntos de distintos colores, lograban hacer formas extraordinarias y retratar los más bellos paisajes y desnudos.
Maximilien Luce, Costa del Mar en Normandía
A partir de 1884 y sobre todo en Francia, los colores primarios se combinaban en pequeños puntos que jugaban con la óptica del espectador y dotaban a sus lienzos de tonalidades cromáticas para formar un cuadro distinto a lo que se había hacho con anterioridad. Su motivo era la naturaleza, del mismo modo que en los pintores impresionistas, pero tenían un rigor científico para lograr capturar la luz de otro modo.
Georges SeuratEl estudioso de la luz Charles Blanc aseguraba que existían conexiones físicas armónicas entre los colores que se podían lograr con los primarios para mostrar algunos otros que ni siquiera estuvieran pintados. Conocido también como divisionismo, el puntillismo buscaba lograr una vibración luminosa mediante puntos que vistos desde la distancia, compusieran paisajes bien definidos. Los colores nunca se mezclaban pero los pequeños puntos lograban que el ojo del espectador los perciba así.
En esta corriente pictórica, las formas se piensan dentro de una geometría de volúmenes y masas puras para dotar a sus pinturas de orden y claridad. Buscaban un orden estable, matemático en sus cuadros y retomaron teorías del color y la forma para llevarlas a su máxima exposición, parte de un manifiesto de la manera en la que crearían su arte. El químico y teórico del color Michel Eugène Chevreul, comenzó a hacer sus pinturas para descubrir la maestría de los colores en el lienzo. En sus cuadros, aquel que los miraba podía asegurar que los colores puros dotaban tonos más interesantes.
Henry Van de Velde
El puntillista más reconocido y admirado por todos fue el francés Georges Seurat, uno de los talentos franceses más importantes de esta corriente, que junto a Paul Signac, establecieron las pautas para el puntillismo. Se conocieron en la Sociedad de Artistas Independientes, los que les permitieron organizar exposiciones a pesar de la renuencia de aquellos academicistas que criticaban sys osadas técnicas. Los impresionistas no los aceptaban y en una exposición que organizó Camille Pissarro para reunir tanto a puntillistas como impresionistas, Monet y Renoir dejaron el recinto y se llevaron sus obras con ellos.
Seurat consideraba que la racionalización de las emociones, las escenas y los colores debía ser algo esencial para poder crear sus obras. Sus pinturas se convierten en una combinación de manchas colocadas cuidadosamente para brindarle calma y armonía a sus lienzos. Casi siempre con un retrato de la sociedad parisina, muestra a hombres, mujeres y niños que se asolean y conviven al lado del Sena.
Cada que iniciaba una pintura sabía que necesitaría de bastante tiempo para terminarlo. Seductoras, metódicas y sorprendentes, sus cuadros son más que simples composiciones de puntos, sino un trabajo vanguardista, estudiado, como si se tratara de un laboratorio para fusionar el arte y la ciencia. Construía mapas mentales complejos que no reflejan una realidad sino un esquema sintético.
Su pintura “Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte” es considerada un ícono del siglo XIX. Por dos años trabajó en esta pintura con esmero. Figuras inmóviles de una esfera social alta y los reflejos del agua pintados de manera magistral, los colores cálidos y fríos tienen un balance perfecto.
Su amigo, Paul Signac transformaba los puntos en delicadas pinceladas que lograban imprimir más dinamismo a los cuadros. El puntillismo se convirtió en su gran pasión, pues veía con entusiasmo la fusión de arte y ciencia, de los sentimientos con la técnica. Fue tanto su apego y devoción por el puntillismo que publicó un volumen llamado “Delacroix au neo-impresionismo”, en el que además de hablar sobre la unión de las disciplinas a través de la pintura, pone de manifiesto su admiración por el pintor romántico.
Pintura del Sena por Paul SignacEl puntillismo italiano fue conocido como divisionistas y Segantini o Previanti fueron grandes representantes. Pintores como Henri-Edmond Cross, Yael Rigueira, Charles Angrand, Maximilien Luce, Henry Clemens van de Velde y Theodore van Rysselberghe. Vincent van Gogh también compuso algunos cuadros utilizando el puntillismo.
Maximilien Luce
The Dogana Paul Signac
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