Elena Pardo se ha consolidado como una artista audiovisual miembro del Sistema Nacional de Creadores, es directora del Laboratorio Experimental de Cine y actualmente está presentado la primera pieza de cine expandido que piensa exponer a lo largo de tres años.
Pardo trabajó en las comunidades mineras de Vetagrande en Zacatecas y Calpulálpam en Oaxaca para documentar su vida diaria y las experiencias de cultura frente a la actividad minera.
Pulsos Subterráneos es una pieza que se presentar como cine expandido, con proyecciones simultáneas del registro fílmico, fragmentando la narración colectiva, a través de imágenes de la intervención humana en el paisaje; acompañado de testimonios sonoros y musicalización mezclados en vivo.
Pardo explica qué es el cine expandido y cómo es su manera de trabajar: «Como es una presentación en vivo, voy a usar proyectores de 16mm. Hay músicos que sonorizan con sonidos ambiente y entrevistas y se va editando y se va conformando la pieza en vivo. Yo lo que hago es hacer looks de película que voy cambiando y editando en vivo».
«Lo importante de cine expandido es que la gente participe en la creación, que a partir de todos los elementos que se ven en vivo separados se genere una experiencia al estarla viviendo. La música y que haya alguien mezclando las entrevistas le da más capaz de significado a lo que estás viendo y experimentando. En un documental que no es en vivo, se te propone una manera de verlo y acá tienes que participar un poco más porque no está tan lineal la narrativa», explicó la creadora del performance.
La artista asegura que ella lleva haciendo este tipo de cine desde hace ya un tiempo y quiso hacer este trabajo para abordar el tema de la minería: «Yo tengo ya muchos años trabajando tanto en Oaxaca como en Zacatecas y empezó a surgir esta situación de la minería recientemente que se han hecho las nuevas concesiones y entonces vi de manera personal como iba afectando la vida de las personas que conozco y me interesó explorar el tema».
Pulsos Subterráneos contribuyó a cambiar la perspectiva de la propia Elena, quién tenía un idea antes de comenzar y después se dio cuenta de que había un trasfondo: «Aunque ya había trabajado de distintas maneras en esas comunidades de Zacatecas y Oaxaca nunca me había acercado más como para hacerle una entrevista a las personas de la comunidad, entonces vas conociendo también lo que piensan un poquito más a profundidad».
«Quizá yo me acerqué más pensando en la experiencia oaxaqueña que es de rechazo total a la minería y al llegar a Zacatecas me di cuenta que ahí lo viven un poco distinto que tienen tantos años conviviendo con la minería que no tienen un rechazo tan fuerte pero les saca de onda como se hace ahora la minería que es más abusiva y que afecta más el pueblo y les afecta cosas que ellos ven en su vida cotidiana como sus casas que antes no pasaba. Algo que aprendí es que no es igual la experiencia de la minería», indicó la directora del Laboratorio Experimental de Cine.
«El texto es algo que escribí cuando propuse el proyecto entonces al acercarme me doy cuenta que algo más complejo que eso. Viven situaciones opuestas en el sentido que ahora que se les están rompiendo sus casas y quisieran que esa mina ya no trabaje de esa manera, no han encontrado la manera para detenerlos», aseveró Elena Pardo.
En el proceso de creación, Pardo se dio cuenta que toda esta realidad es mucho más profundo de lo que se va a simple vista: «En realidad es que son zonas que han vivido una historia muy distinta de la minería. Ese es mi descubrimiento, entender que es mucho más complejo y por ejemplo en Zacatecas sacan plata, oro y otras que se usan para cosas tecnológicas y entonces también te pone a pensar que lo que usamos todos los días requiere de eso entonces que no es tan sencillo, pues a veces nosotros somos los que provocamos que sucedan esas explotaciones mineras porque necesitamos muchas cosas, queremos muchas cosas».
Por último, Elena Pardo comparte con los lectores de Cultura Colectiva cuáles son las experiencias personales que dejó Pulsos Subterráneos: “Olvidarse de los prejuicios y de las ideas previas, con las que uno se acerca a las situaciones y detenerse a ver como cada uno lo vive. Admiro mucho la manera como se organizan las comunidades y eso me interesaría conocerlo más a profundidad. Conocí en Zacatecas a gente que está apasionada de las piedras, hay un mundo que no conocía yo, hay como una especie de mineros independientes, entonces acercarme a la gente y conocer más sus historias».
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