El artista es la mano que, mediante una y otra tecla, hace vibrar adecuadamente el alma humana.
–Wassily Kandinski
¿Cómo debe ser un artista?
Tenemos la idea romántica, idealizada y en cierta medida errónea del bohemio, el alma sensible, aquel misterioso ser que mágicamente encuentra la inspiración y convierte todo lo que toca en una obra capaz de atravesar el espíritu humano; sin embargo, la realidad dista mucho de esa versión estereotipada, porque no es fácil ser artista, es una travesía dura que requiere más compromiso y trabajo del que la sociedad asocia a la vida creativa.
El artista debe enfrentarse a un mercado que castiga para superar los prejuicios, no puede negar la Historia, pero se ve obligado a innovar con su obra y permanecer fiel a sí mismo. Pocos son los que han logrado destacar dentro de los miles de estudiantes de las escuelas de arte que egresan año con año para enfrentar el desafío de vivir del arte.
Algunos artistas se hunden en el conformismo y repiten fórmulas una y otra vez; algunos ceden ante la presión del mercado y cambian sus conceptos e ideales por la decoración y la fama; mientras otros caen en el pecado de esperar toda su vida por aquella obra, “la obra” que los consagre y refleje todos los años dedicados a crear.
El colombiano Santiago Rebolledo es testigo de lo demandante y exigente que es la carrera artística, lo ha aprendido después de cinco décadas de dedicación, consolidándose como uno de los principales exponentes de la pintura en México y Latinoamérica. Cuando Rebolledo llegó a México, en 1975, la herencia de la escuela muralista permanecía en vigencia y aun ejercía presión sobre la Generación de los Grupos, jóvenes artistas reunidos para generar rupturas estéticas y sociales. A ese arriesgado marco histórico que definió el arte contemporáneo nacional pertenece Rebolledo, miembro del grupo SUMA cuyas intervenciones urbanas rompieron los límites del lienzo para llevar el arte a calles, banquetas y bardas, abriendo el camino hacia la libertad de los artistas actuales.
Rebolledo ha derrotado al tiempo y con su particular estética ya participó en más de 40 exposiciones individuales y 120 colectivas en México, Colombia, Cuba, Ecuador, Brasil, España, Italia, Francia, Holanda, EE.UU, entre otros.
Actualmente presenta su nueva exposición Muros Culturales, la breve retrospectiva de su trabajo que rinde homenaje a una vida dedicada a la pintura. De manera exclusiva, el artista nos compartió algunos consejos para dedicarse exitosamente, como él, toda la vida al arte.
Un artista debe responder a su contexto
Un artista debe involucrarse en todo aquello que pasa a su alrededor, ya sea en cuestiones políticas, sociales o culturales. El artista es también un ciudadano y utiliza los medios que tiene a su alcance para transmitir mensajes.
El artista no debe permanecer callado, y por ello en respuesta a la tensión actual por las políticas de migración en EEUU, Rebolledo asegura que si nuestro vecino del Norte hace muros que nos separan, él seguirá creando muros que nos unan, y en su obra hace uso de la jaula que remite al encierro, a coartar la libertad del ser humano. Jaula es condena y prisión en la obra “Campos minados”, creada como una denuncia directa a la violencia en su país natal, sumido entre las minas del ejército colombiano y las FARC que mantienen a la sociedad presa del miedo, tras las rejas y la incertidumbre.
_
La clave está en los materiales
Rebolledo se declara un recolector nato de objetos que aparentemente ya no tienen una función que cumplir: brochas gastadas, tapas de plástico, paletas de pintura, alambres, espátulas, arenas y hojas secas. Sus composiciones suelen responder a fenómenos como la corrosión, porque a pesar de todo no pierde la capacidad de asombro ante las texturas que de una manera artificial no podrían existir en el lienzo.
Ha desarrollado una adaptación propia del arte objeto en estructuras que se unen y conectan casi orgánicamente las superficies, de esa manera analizar sus obras resulta revelador para aprender a ver las cualidades plásticas de todo lo que nos rodea. “Me gustaría, por ejemplo, que fuera -esta práctica de recolección- una clase en artes visuales, que en un momento se hiciera un curso, una clase de materiales de desecho. Se abre un campo inmenso”.
Rebolledo es también un maestro de las texturas, como la porosidad de la arena intercaladas con el óleo, arena que confiesa haber recolectado en sus viajes, actividad que convirtió en hábito y con el que ha conseguido arena de colores rojizo y blanco puro de las playas de Quintana Roo.
_
El artista debe encontrarse a sí mismo en su estilo
Aunque el lenguaje pictórico cambia con los años, Santiago Rebolledo halló su personalidad en las cajas y el dibujo. Desde el inicio las cajas le llamaron la atención más que el óleo, al igual que el dibujo, el cual asegura es la base de toda creación. Le apasiona además recolectar cosas, objetos que sirvieron en algún momento, desechos con historias que coloca en cajas como si fueran documentos resguardados en vitrinas de museos. Desde la década de los 70, Rebolledo escucha atento los secretos que el óxido y el desgaste graban en los objetos, dedicarse a recopilar esas memorias es la huella que ha identificado al autor a través de los años y de las transformaciones.
Esta búsqueda de sí mismo responde a una afirmación presente en su obra: “la pintura siempre ha existido, pero es el alma del artista la que le da sentido”.
No hay nada nuevo bajo el sol, eso es cierto, pero tiene claro que encontrarse uno como artista es encontrar su propio estilo, porque ese “ser” no existía antes ni se va a repetir.Rebolledo comparte a cada persona que sueñe con ser artista una lección del pintor David Manzur, uno de sus maestros: “Les voy a enseñar todo lo que sé, pero no puedo hacer artistas, el artista se hace sólo, y hasta decía: cuando aprendan todo lo que les enseñé denle una patada a todo lo que aprendieron y hagan lo de cada uno.”_
La Academia no hace al artista
“La Academia no me molesta pero, por ejemplo, las cajas no me las enseñó la Universidad, en ese estilo soy autodidacta”.
Santiago Rebolledo admite que no es fundamental pasar por la escuela de arte, pues hay muchos artistas que no tuvieron esa educación y aún así son exitosos, sin embargo enfatiza que lo que un maestro sí enseña es técnica aunque no puede hacer artistas, son necesarias las bases para indagar hasta hallar su estilo. ” Yo puedo estudiar pintura, pero de ahí a ser pintor es distinto. Una cosa es tener el conocimiento y otra es ser pintor, eso ya le corresponde a cada persona con o sin Academia, y la Academia no hace al pintor, el pintor se hace con lo que aprende y con lo que el pintor como pintor descubre de él mismo”.
_
Convertir el arte en tu estilo de vida
El arte es una labor de tiempo completo, y Rebolledo recomienda a cada artista visitar museos, sin importar la disciplina en la que se desarrollan nutrirse de pintura, de fotografía, o performance, pero sobre todo conocer la Historia porque si ahora el arte es digital es porque detrás de eso hubo algo que lo generó, y de ese modo todo se va enlazando.Reconoce como sus principales influencias al arte africano, el arte povera, el dibujo figurativo de Miguel Ángel y, por encima de todo, el caos de la Ciudad de México. Además comparte con Vicente Rojo el interés por lo geométrico, y con la corriente del informalismo, los materiales y el reconocimiento al trazo y forma como elemento artístico. Convirtió el tránsito y la vitalidad de las calles donde transita diariamente en la mayor inspiración para su estética, y eso sólo se logra al convertir el arte en una forma de vivir, siempre en contacto con más artistas, con la historia y con la necesidad de seguir aprendiendo.
_
Pasión
“Cuando uso cajas me divierto muchísimo, juego.”
Rebolledo contagia una pasión genuina por su trabajo, el amor por la carrera que eligió para pasar sus días. Rebolledo se divierte en el estudio, cada que experimenta al chorrear aguarras sobre el óleo o sale en busca de más objetos que se revelen ante su mirada como las piezas faltantes para sus estructuras.
_
Ser y permanecer curioso
“Siempre nos falta experimentar cosas, por ejemplo en pintura yo creo que me falta experimentar mucho, cambiar la forma de las cajas, los objetos sin cajas … falta mucho por aprender”.La experimentación en estilos y formatos es vital para nutrir al arte, al respecto Rebolledo sabe que la clave de todo es abrir caminos con el propio estilo.Si no se hubiera dedicado a esto, habría elegido ser arqueólogo, y eso se nota en su interés por la recolección de materiales, su admiración por los tonos del óxido en un objeto, como arrugas en la piel, y en el respeto por las historias que pueden encontrarse al pasear por las calles de la ciudad.
_
Todas las disciplinas aportan algo a la obra del artista
La relación con la arquitectura le ha permitido reinterpretar los elementos urbanos en el lienzo. Rebolledo se nutre con los trazos de la composición al incluir puertas, ventanas, bardas que encierran la poética del tiempo entre la pintura.
_
Sólo necesitas dos cosas para ser artista
“Primero vocación, segundo disciplina”
No se necesita inspiración, porque esperar a que la idea se presente frente a ti no sirve, se debe ser disciplinado y realmente quererlo.El artista debe ser una persona que ame realmente ese trabajo, que ame la cultura, y cuando es así, con toda seguridad va a triunfar. También hay que ser conscientes y enfrentar el panorama en el cual la mayor parte de los egresados de escuelas de arte se dedican a otro campo porque no continúan preparándose y se limitan a esperar la oportunidad en lugar de moverse y relacionarse con otros artistas y proyectos.
La disciplina es también encontrar propósitos, Rebolledo aconseja mantenerse ocupado, buscar. Cuando no tiene nada que decir o no sabe cómo decirlo, el aspirante a artista debe rayar, romper, pegar cosas sin intención de obra sino como ejercicio manual, pero siempre se debe ser curioso._
Si quieres conocer la obra de Santiago Rebolledo no te pierdas “Muros Culturales”, una retrospectiva de su producción más reciente, desde 2004 hasta la actualidad, en ella se exponen más de 20 obras del artista colombiano que muestran cinco décadas de labor ininterrumpida en la Galería 526 del Seminario de Cultura Mexicana, ubicado en Presidente Masaryk 526, Polanco.
En esta exposición se consolida su interés por el muro como contenedor de historias, desde su travesía para llegar a nuestro país, cinco décadas atrás, durante la cual se dedicó desde Panamá hasta México a tomar fotografías de anuncios y bardas para indagar en sus historias.
“El muro para mí significa una cosa muy especial, por ejemplo: los muros de una casa es donde habitan las familias, o en una galería o un museo es donde se presenta la cultura; Igual en un auditorio los muros toman la acústica y encierran la música”.
La muestra incluye óleos, cajas en técnica mixta, arte libro y collages que remiten a las calles de la Ciudad de México, cuadros que son vitrinas y piezas que remiten a puertas hacia la mente inquieta de este pintor de muros culturales que nos unen, porque en la cultura cabe todo, cabemos todos.
_
Conoce más de la obra de Santiago Rebolledo en su página web y descubre cinco razones para decidirte a vivir rodeado de arte y los momentos que debes conocer para entender el arte contemporáneo en México.