Los trayectos que realizamos día a día se vuelven toda una rutina; sin embargo, por los malos hábitos o ajetreos que se presentan nos hacen ser poco observadores; descartamos la posibilidad de que el día de mañana esos lugares estén llenos de magia visual.
En la ciudad de New York se han registrado consecutivamente la presencia de extrañas exposiciones de figuras tridimensionales, mismas que han cautivado a los habitantes y turistas.
El equipo de diseño Softlab, especialistas en esculturas urbanas, llevaron a New York su reciente exposición llamada Nova, figuras caleidoscópicas de forma humana.
La empresa utilizó una mezcla de materiales ópticos, incluyendo película dicroica para que el diseño pudiera crear un caleidoscopio de escala humana. Con el efecto caleidoscopio que se forma, las personas podrán ser testigos de figuras que se forman en el interior de las obras.
Tras haber ganado el concurso anual del Instituto Van Alen, 18 de noviembre Nova toma la Plaza de Manhattan.
La estructura parece una estrella de siete picos invertida y está hecha de aluminio ligero con centro de esponja, ahí recae todo su peso. Cada célula está hecha de dos paneles dimensionales que se unen entre sí para formar una célula tridimensional, éstas actúan como una piedra. Los siete arcos se unen para crear una estructura estable, en su base hay una esfera platónica y exhibe los matices de las células. El toque final es su acabado espejo, el cual permite a los espectadores verse y ver al mismo contexto urbano por el que son rodeados día a día, pero de una forma divertida e inesperada.
Con el apoyo visual de Alan Tansey (fotógrafo) y 3M (archivo de fotografías) fue posible una serie de fotografías de la exposición en la que se puede observar la impresión que adoptó cada uno de los visitantes.
Los cambios de color que existen en las esculturas son brillantes; muestran la constante saturación y reflejos de cada ángulo, es una visión de un caleidoscopio peatonal.
Por la noche el exterior refleja la luz de los vehículos, el caminar de los peatones y el resplandor de los edificios, creando una interacción dinámica en constante movimiento.