Felice Varini, perspectiva bidimensional

Todo es cuestión de perspectiva, afirman muchos; aquellas personas quienes no están dispuestas a observar las cosas desde otro punto de vista están condenadas a mantenerse estáticas o, por lo menos, a necesitar de una fuerza externa que las obligue a ver algo de forma diferente. La obra de Felice Varini tiene la peculiaridad de hacer que las personas vean su obra desde distintas perspectivas.

Al entrar a las instalaciones de Varini, si no se encuentra en un punto determinado, el observador puede hallarse frente a manchas al azar dispuestas sobre la arquitectura del lugar. Quizá, mientras camina y recorre el espacio, que puede ser un cuarto, unas escaleras o hasta un pueblo entero, la obra continuará confusa y sin sentido. Pero es sólo en cierto punto, desde cierta perspectiva, que la obra logra visualizarse de forma coherente, transformando el lugar tridimensional en una instalación geométrica bidimensional.

El juego con la luz, las texturas y las dimensiones son parte de la obra de Varini, quien lleva más de 30 años creando bidimensionalidad a partir de espacios que se interponen a metros de distancia. Para él, la gente debería poder encontrar el punto de perspectiva para ver la obra como un todo, pero, si no lo encuentra, su visión contemplará, también,“parte de la obra”.

A partir de proyectores el artista encuentra los lugares en los que debe trazar su obra. El color y la luz son factores importantes, pues la pintura se superpone en distintos sitios con diferentes texturas e iluminación; por esta razón, y para que la figura terminada pueda apreciarse con una sola tonalidad, el artista debe jugar con el color, el espacio, la luz natural y, por supuesto, la perspectiva.

Un verdadero juego óptico impacta al espectador al ver la obra de Varini en el lugar ideal; las figuras crean una imagen que parece anteceder a la realidad conocida por el espectador. Círculos que cubren pueblos enteros y cortinas que no existen se interponen con escaleras, y más juegos ópticos se aprecian de diferente manera dependiendo el lugar donde el espectador se encuentre.