No, no es que de repente todos nos hiciéramos pasar por fotógrafos profesionales; simplemente Instagram llegó en la mejor época de nuestras vidas. Justo cuando todo lo vintage comenzó a salir de las viejas tiendas de antigüedades para pasar a ser parte de la decoración básica de nuestros hogares y espacios de trabajo. Aunque a veces parece una paradoja demasiado graciosa; nuestra generación vino a hacer de lo viejo un símbolo de juventud y resistencia que poco a poco se fue convirtiendo en la imagen de todos nosotros.
Aunque lo que hizo de Instagram un grande de la fotografía digital no fue sólo el hecho de que trajo a nosotros la textura de las Polaroids y la calidez de las cámaras Fuji; fue la capacidad de expresarnos y comunicarnos a través de imágenes personales lo que hizo a esta red social crecer como ninguna otra. Ahora, considerando que a través de las fotos que compartimos todos los días en esta plataforma son un reflejo de nuestras propias vidas, ¿no sería lógico suponer que cada escena debería lucir perfectamente bien?
Obviamente ese buen aspecto no es para fingir que todo va bien en nuestras vidas, sino para darle a nuestros seguidores una imagen detallada de cómo nos sentimos y cómo luce ese sentimiento. Claro, la aplicación cuenta con filtros que pueden transmitir fácilmente sentimientos que van desde la melancolía más profunda hasta la alegría más elevada; no obstante, ¿qué pasa cuando ninguno de estos efectos luce justo como nuestros sentimientos? Si no tienes idea de cómo editar una fotografía, lo lógico para muchas personas sería conformarse con lo que ofrece la app; pero como esto se trata de expresarnos, es necesario que aprendas a usar su editor hasta el más mínimo detalle.
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Olvida los filtros
Lo bueno de Instagram es que no hay filtros malos. Sin embargo, lo mejor es que puedes crear tus propios filtros jugando con el editor. Aunque a algunas personas “les asusta” un poco la cantidad de opciones que hay en esta parte de la aplicación, en realidad no es nada complicado; de hecho, para lograr una buena fotografía sólo tienes que subir o bajar los niveles de contraste, saturación, luces, sombras y brillo. Si quieres un efecto un poco más vintage, te recomendamos probar con atenuar y viñeta.
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Rejillas
Seguro más de una vez has visto cómo la pantalla de tu Instagram se divide en nueve cuadros cuando al momento de tomar una foto. Esto se conoce como regla de los tercios y sirve para que sepas identificar los puntos en donde un espectador o usuario pondrán más atención al mirar tu foto; las principales zonas de interés son las esquinas del cuadro que se forma justo al centro de la pantalla. Justo en ese sitio es donde se deben colocar los elementos principales de tu foto.
En caso de que tu celular no tenga esta opción al tomar la foto, seguro aparecerá a la hora de la edición para que la puedas recortar.
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Enfoca bien
A diferencia de las cámaras profesionales, los smartphones no tienen opciones para hacer enfoques manuales en cuestión de segundos. Si quieres que todos los elementos de tu fotografía luzcan perfectos y bien definidos, tienes que esperar un par de segundos para que el lente logre calibrarse y pueda generar la imagen que estás buscando. Puede ser un proceso algo fastidioso, pero los resultados valen mucho la pena; por ello, a menos que tu celular tenga una cámara extremadamente buena, no busques tomar tantas imágenes en movimiento.
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Zoom y flash
Recuerda nunca utilizar estos elementos en tus fotografías; por más luz que necesites y más lejos que estés de tu objetivo, este tipo de herramientas nunca le hacen bien a tus tomas. El zoom no hará más que darte imágenes borrosas y de poca calidad, pues los lentes de los smartphones son bastante limitados; por otro lado, el flash quitará colores importantes que querrás observar en tus fotografías, así que siempre es mejor editar tus fotografías con las herramientas de Instagram que querer “lograrlas” de un sólo disparo.
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Vigila el espacio
Antes de tomar una selfie o cualquier otra fotografía siempre debes vigilar todo lo relacionado con el fondo y los elementos que van a componer la imagen. Es necesario “curar” el espacio donde vas a tomar tu foto para que no luzca sucio o con elementos que podrían romper el equilibrio de colores en tu toma. Así que incluso cuando sea una bolsa transparente; si no sirve, no va.
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Combina apps
Para hacer que tus fotografías no sean tan comunes como el resto, Instagram utiliza otras apps como complementos para sacar a sus usuarios de la monotonía. Boomerang, Hyperlapse y Layout son efectos excelentes para que tu feed no se vea como el de cualquier otro perfil que hayas visto en la aplicación.
Boomerang: te permite hacer videos en forma de gif que se repiten una y otra vez.
Hyperlapse: cuando quieres grabar un video un poco largo, esta opción es perfecta para ti. Como Instagram sólo permite unos cuantos segundos de video, esta función acelera el tempo de tu video para que se reproduzca en cámara rápida.
Layout: si te gusta hacer collages para Instagram ya no tienes que salirte de la app para poder conseguirlos. Ahora es posible gracias a esta opción que te da plantillas para poder hacerlos rápidamente.
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Cuida los detalles
Al tomar fotografías muy generales de algún objeto o escena, tus fotos se convertirán en cuadros genéricos y sin nada nuevo que ofrecer. Sin embargo, si te centras en detalles específicos de aquello que quieres fotografiar, la imagen tendrá mucho más sentido, incluso lucirá mucho mejor que si tomaras un “paisaje cualquiera”. Si hay varios detalles a resaltar, siempre está la opción de hacer álbumes.
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Conociendo estos pequeños trucos, los pretextos para no tener un feed espectacular salen sobrando. Lo único que falta son momentos que quieras compartir con tus amigos para que no sólo vivan en la red, sino en la memoria de aquellos con los que los viviste y disfrutaste cada segundo.