La carrera del fotógrafo Chad Santos comenzó al retratar la práctica del deporte callejero en cuatro ruedas; el skate, mientras se fue especializando y afinando su técnica en la calle, logró dominar y entender el lente, la cámara y los encuadres.
Estos conocimientos lo llevaron a ser el responsable del archivo histórico de la Liga Mexicana de Béisbol, en donde nuevos retos profesionales se sumaron. Santos aprovechaba las largas temporadas sin coberturas para salir a la calle y seguir practicando sus tiros en la calle o el metro.
En estos intervalos de práctica un usuario francés hizo una comparación del trabajo de Santos con el de Bruce Davidson. Fue en este momento cuando el fotógrafo mexicano se percató de que existía un género de la fotografía que se especializaba en retratar calles o personajes locales.
A partir de este momento el trabajo de Santos se dedicó a enfocar en su mayoría a transeúntes callejeros, extravagantes usuarios del transporte público, manifestaciones sociales, eventos deportivos, coloridas multitudes o procesiones masivas.
Santos tiene un amplio bagaje cultural, «No hay práctica sin teoría» suele decir. Su formación autodidacta lo obliga a estar buscando libros o documentales sobre street photography.
Mientras que el lado creativo de sus composiciones está influenciado por pintores como Caravaggio, Francisco de Goya y Paul Lempa, «la foto es pintar con luz y ellos te dan la clave».
«Las canciones de Chava Flores me inspiran mucho, tengo nostalgia por esa Ciudad de México que no conocí. Hay muchas cosas bellas en la vida diaria que pocos quieren ver».
Nacho López, Héctor García, Francisco Mata Rosas y Marco Antonio Cruz son una profunda fuente de inspiración para el fotógrafo, quien no solo se siente motivado por la perspectiva creativa y artística de la fotografía, sino también, por su trascendencia como documento histórico.
La influencia japonesa en el trabajo de Chad Santos es innegable,
«Me gusta mucho el trabajo visual del japonés Toshihiro Oshima, cuando vi sus fotos decidí tomar esto de forma seria y comencé a devorar libros japoneses como los de Ume Kayo y Kotori Kawashima».
El trabajo urbano de Santos llama mucho la atención de extranjeros y mexicanos gracias al excelente manejo de luces, colores y retratos espontáneos de festividades mexicanas, como el Día de Muertos.
«Hace como 8 o 9 años hicieron un concurso de disfraces en Plaza Tolsá y yo traía la cámara, me gustó lo que vi y se me hizo tradición año con año postear esas fotos en mis redes, la comunidad de Estados Unidos que me seguía en Tumblr las viralizó, luego ocurrió lo mismo años después con Instagram y otras páginas extranjeras. En ese momento no existían desfiles de Día de Muertos o marchas de Catrinas, creo que la implementación de estos fue un acierto, nuestra ciudad necesitaba demostrarle al mundo que Día de Muertos no es nada más Oaxaca, Michoacán o Mixquic».
Su última serie muestra el desfile de catrinas y catrines que desfilaron por la Ciudad de México como parte de las celebraciones del Día de Muertos. Mujeres y hombres, jóvenes, niñas, pintaron sus rostros y se vistieron con exuberancia para rendir homenaje a uno de los personajes icónicos de al tradición prehispánica con adaptaciones de nuestro siglo.
«No le veo ningún inconveniente a esas modificaciones, las tradiciones siempre van a tener una aportación cultural de su tiempo, todos conmemoramos algo como lo hacían nuestros padres o abuelos incorporando un toque de nuestra generación».
Chad Santos continuará recorriendo las calles con su cámara, buscando algún gesto que inmortalizar, llevando las tradiciones mexicanas al resto del mundo a través de sus cuentas en las redes sociales y descubriendo todo lo que pueda aprender detrás de un lente.
Puedes seguir su trabajo a través de su cuenta de Instagram @elchadsantos
Fotografías cortesía de Chad Santos.
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