«El perro es el mejor amigo del hombre». Este dicho no volverá a ser lo mismo luego del sismo que marcara un antes y un después en la vida de los mexicanos y que, por cierto, se convirtió en un dicho popular debido a una tragedia ocurrida en Estados Unidos.
En 1869, un abogado de nombre George Graham Vest representó a Charles Burden, el dueño de un foxhound, un perro de caza que fue asesinado a sangre fría por un vecino que odiaba a los animales. Burden amaba a la fauna doméstica como borregos, gallinas y vacas, pero le tenía cariño especial a los perros, quienes siempre le habían acompañado en la vida.
El condado sabía del amor que Burden le profesaba a su mascota, a quien veía como un miembro más de su familia. Ante semejante derroche de cariño, el vecino, cuyo nombre se desconoce, quedó asqueado al grado de asesinar al perro dejando el cadáver cerca de su hogar con varios disparos en el cuerpo. En el juicio que Charles Burden emprendió contra su intolerante vecino, su abogado, sabiendo que las personas se burlarían del dueño del perro y de él, dio un alegato para hacer justicia en nombre de los que no tienen voz:
«[…] El único, absoluto y mejor amigo que tiene el hombre en este mundo egoísta, el único que no lo va a traicionar o negar, es su perro. Caballeros del jurado, el perro de un hombre está a su lado en la prosperidad y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad. Dormirá en el frío piso donde sopla el viento y cae la nieve, sólo para estar junto a su amo. Besará la mano que no tenga comida para ofrecerle, lamerá las heridas y amarguras que produce el enfrentamiento con el áspero mundo. Si la desgracia deja a su amo sin hogar y amigos, el confiado perro sólo pide el privilegio de acompañar a su amo para defenderlo contra todos sus enemigos.
Y cuando llega el último acto, y la muerte hace su aparición y el cuerpo es enterrado en la fría tierra, no importa que todos los amigos hayan partido. Allí junto a la tumba, se quedará el noble animal, su cabeza entre sus patas, los ojos tristes pero abiertos y alertas, noble y sincero, más allá de la muerte».
En efecto, los perros se postran cuando de emergencia se trata y pudimos constatarlo ante la urgencia del reciente terremoto. No sólo los brigadistas nacionales y extranjeros han puesto todo su empeño en ayudar al país que se caía a pedazos, sino que hubo héroes anónimos que dejaron el alma sin importar si eran abogados, cineastas, rockstars o enfermeros, pusieron todo a su disposición, pero si alguien logró ganarse el corazón de todo un país sin siquiera saber la magnitud de la labor que estaban haciendo fueron los binomios caninos, rescatistas de cuatro patas que son entrenados para salvar personas de los escombros mientras ellos creen que están jugando.
De este modo pudimos conocer a Zorro, Balto, Titán, Chichi y la tríada más popular: Evil, Frida y Eco, cuyo legado permanecerá por muchos años recordándonos que los héroes no tienen por qué ser humanos. Pero no somos los únicos en amar a los perros, algunos artistas han reconocido su labor y ternura a través del tiempo en sus obras y colecciones.
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“Frida”
Ya que mencionamos a los perros rescatistas, la que más ha sobresalido es Frida, la canina que ha salvado a más de 50 personas a lo largo de su vida y ha estado presente en sismos e incendios. En esta ocasión ha colaborado en la búsqueda de vida en varios puntos del desastre, destacando el Colegio Rébsamen. La perrita, de raza labrador, se ha ganado el corazón del mundo entero. Actores, músicos y diseñadores han hecho de Frida una figura emblemática del país. Esta ilustración es de Fher Val.
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“Cabeza de perro ‘Bob'”
Edouard Manet
El pintor francés Edouard Manet también tiene algunos cuadros en los que aparecen perros, el principal y más famoso es éste en el que plasmó a un perro despeinado y juguetón llamado Bob. No se sabe si era suyo o de algún amigo, pero tiene una expresión muy específica, está asustado y desconcertado; sin embargo, emana ternura. Se convirtió en uno de los cuadros más famosos de Manet por la combinación de su talento y la imagen poco común. De igual manera, tiene otros retratos de perros con expresiones diversas.
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“Balloon Dog”
Jeff Koons
Según Koons, su escultura fue hecha para representar a los seres humanos ya que su creencia dice que nosotros también somos inflables puesto que inhalamos aire y lo exhalamos demostrando que tenemos vida. Entonces, el aire es para él la representación de la vida, es un gesto de enfrentamiento directo con la muerte. De este modo representa la fragilidad de la vida y la elasticidad de la misma. Sin duda, una enseñanza que los mismos caninos nos han dado.
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“Dachshunds”
David Hockney
Este artista ha pintado cientos de retratos en honor a sus mascotas que viven con él dándole compañía y cariño. Muchos críticos lo trataron mal tachando su obra de falsa y absurda; no obstante, él dijo que le tenían sin importancia las críticas, puesto que Stanley y Boodgie, los perritos, eran sus amigos y parte fundamental de su familia.
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“Pride of Parenthood”
Norman Rockwell
En el afán de volverlos parte de la familia, Rockwell involucraba a las mascotas en su arte relacionándose con niños o personas en escenas de la vida diaria demostrando que una mascota es mucho más que un animal doméstico. Para él, las mascotas formaban parte de las familias ya que no sólo compartían hogar, sino que le brindaban diversión y cariño a sus dueños, por ello eran de suma importancia en la vida.
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“Retrato de Maurice”
Andy Warhol
Andy Warhol amaba a los gatos, tenía uno muy amado que falleció dejando al artista sumamente desconsolado. Ante tal situación, su pareja le sugirió que compraran un cachorro. Warhol se negaba puesto que pensaba que traicionaría a su mascota; no obstante, se convenció cuando vio a Maurice, un pequeño perro de mirada triste. Desde aquel momento se convirtió en parte fundamental de la vida de Warhol.
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“Las Meninas”
Diego Velázquez
El español Diego Velázquez era un gran fanático de los animales, en especial los perros. Eran una gran influencia e inspiración para sus cuadros por lo que su pintura más famosa, “Las Meninas”, tiene un mastín en primer plano que no sólo le da un toque extra a la pintura, sino que hizo que el perro fuera uno de los elementos claves del cuadro.
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“Dancing Dogs”
Keith Haring
No hay nada más divertido que las ilustraciones de Keith Haring. Si bien son una crítica social, sus creaciones son tan llamativas que aparecieron en camisetas, tazas, lápices y hasta stickers. El amor de Haring por el color, la ilustración y los perros lograron que hubiera un espacio en Nueva York en el que había seis perros de colores danzando y ladrando (aparentemente). Al ser figuras humanas con cabezas caninas, Haring quiere demostrar que, en ocasiones, las mascotas suelen ser más humanas que algunos homo sapiens.
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“A Friend in Need”
Cassius Marcellus
Con cientos de parodias, este cuadro ha sido uno de los más famosos del mundo desde su creación en 1903. Cómo no lo sería si es una pintura irreverente y llena de sarcasmo. Es cierto que es muy anormal ver mascotas jugando póker y fumando o bebiendo, pero como dijo su autor, en la imaginación de cada artista hay una infinidad de posibilidades, así que ¿cuál es la extrañeza?
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“Escultura en vidrio”
Marta Klonowska
Luego de formar figuras pequeñas con trozos de vidrio, decidió crear grandes esculturas con vidrio cortado de tal manera que las dimensiones crearan efectos visuales en cuanto al tamaño y los colores. Para ella, las mascotas como los canes son tan importantes como los seres humanos, por ello hay que tratarlos con delicadeza, como a cualquier ser querido.
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“Perra de la Luna”
Rufino Tamayo
Rufino Tamayo tenía cierta fascinación por los perros, incluso hay un parque que lleva su nombre por el amor que éste le profesaba a los caninos. La perrita que aúlla hacia el astro es un ejemplo de que no tenemos que ser humanos para amar a la luna y su magnificencia, misma que ha inspirado a poetas, músicos y novelistas, sin olvidar a los pintores como Tamayo. El pintor no sólo plasmó una perra, sino muchas, incluida alguna que estaba enferma y ladraba de dolor, otras felices y unas más siendo ellas mismas.
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Así como Frida, la mayoría de los perros suelen ser arriesgados y fieles a los humanos, por ellos, pensemos dos veces antes de maltratarlos o darles una mala vida. Ellos siempre están alerta y al pendiente de lo que pueda ocurrir. No sabemos en qué momento necesitaremos una Frida o un perro bailarían de Haring, por ello podemos asegurar que el dicho «El perro es el mejor amigo del hombre» es mucho más cierto ahora.
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