Ningún personaje de Inglaterra del siglo XIX escapó del ojo de James Gillray (1756- 1815), famoso caricaturista quien satirizó a la sociedad a partir de una crítica política y de la vida cotidiana.
La Inglaterra de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX fue una sociedad fragmentada en la que había una tensión entre el progreso y el retroceso, entre la modernidad y la decadencia. Gracias a esto, Gillray realizó cerca de mil grabados e incluyó todo tipo de temáticas. Se burló de las ideologías radicales, de los sans coulottes, los partidos políticos, las revoluciones, la doble moral, los nobles, la aristocracia y sus vidas llenas de excesos. Sacó a relucir los aspectos más malfamados de la alta sociedad británica e hizo que sus caricaturas fueran consumidas precisamente por ellos mismos.
Las caricaturas aparecieron, entonces, como prueba exagerada y burlesca de las incongruencias y paradojas de esta sociedad. En medio de un contexto en el que los impresos y el uso de las imágenes eran la forma mediática más importante, los periódicos y la producción de libros le dieron a la imprenta un lugar protagónico; era la forma de transmitir ideas y conocimiento.
James Gillray criticó las costumbres y la política, los excesos de la vida cotidiana de los británicos, la decadencia y la prosperidad, la aristocracia que rodeados de lujos tenían grandes deudas externas, pero se permitían todo tipo de abusos en sus hábitos cotidianos. El consumo excesivo de comida y alcohol, la hipocresía y los chismes de las esferas más elevadas, la política, la aristocracia, la corrupción, la intriga sexual y los roles sociales: todo lo que componía a la Inglaterra finisecular.
A través de su obra pone en tensión el valor estético de sus caricaturas y la temática de las mismas, ubicándose así en el limbo entre la historia política y la historia del arte.
En el grabado Punch cures the Gout, the Colic and the ’Tisick critica el abuso del alcohol en la clase alta. El punch es una bebida que mezcla cinco o más ingredientes de licor y jugo de frutas muy popular en el siglo XVIII, y el cual sólo era consumido por gente adinerada. El tazón en el que se encuentra la bebida es de porcelana china, retratando a la sociedad burguesa como pretensiosa además de ebria. La caricatura retrata tres personajes con distintas enfermedades, y cómo buscan en el alcohol la cura de sus males.
Además del consumo excesivo de alcohol, criticó el abuso en la comida: pan, papas y té eran alimentos básicos en la dieta de Inglaterra, sin embargo, para las clases media y alta la glotonería estaba de moda y era algo socialmente permitido. En A Voluptuary under the Horrors of Digestion el príncipe de Wales se representa justo después de haber comido, con una gran panza y sus botones a punto de estallar. A lado de la silla del príncipe se muestra debajo de una olla varios recibos de cuentas sin pagar, y de lado izquierdo unos dados y un cubilete que indican su afición por las apuestas.
Gillray criticó a príncipes, reyes y reinas como devoradores no sólo de comida, sino de la riqueza del país. En la caricatura Monstrous Craws at a New Coalition Feast se muestra nuevamente al príncipe de Wales como devorador de dinero y como un personaje quien pedía grandes sumas de dinero para pagar sus deudas. También, el rey y la reina eran criticados por consumir toda la riqueza de la nación por quienes lo acompañan en el banquete de monedas.
Por otro lado, también abarcó una perspectiva de género; criticó la manera en que las mujeres pudientes y ociosas eran mantenidas por el marido y, además, lo explotaban. En A Sphere projecting against a plane una señora gorda está con su marido muy flaco, siendo una carga para él. De forma irrisoria convierte a la mujer en una esfera que necesita ruedas en oposición a un marido más bien plano.
Solía representar a las mujeres en fiestas o reuniones en las que demostraba la ociosidad de sus vidas. La opulencia en su vestuario, las plumas, las joyas, la abundancia en la comida y al mismo tiempo el vacío de sus vidas. Se retrataba el ambiente cada vez más artificial de la vida moderna como en Tales of Wonder y Lady Godina’s Route, en las que critica la lujuria, cuestionando la moralidad de estas señoras de élite cada vez más alejadas de los valores. Critica precisamente la pérdida de virtud e integridad de las clases altas.
La intriga sexual y las prostitutas fueron otro aspecto de la sociedad que Gillray no pasó por alto. En The whore’s last shift se ve cómo la prostituta, después de su jornada de trabajo, recoge sus cosas y se dispone a descansar. La prostituta está ataviada con un sombrero de plumas, tacones rojos y altos y medias blancas que además de enfatizar su desnudez, evidencian su pertenencia a la alta sociedad.
En The Morning after Marriage muestra al príncipe de Wales y su amante favorita. Está basada en una escena de William Hogarth titulada “Matrimonio a la moda”, en la que los matrimonios se hacían por mera conveniencia; la amante sugiere con su gesto del brazo que la pareja debería retornar a la cama, mientras que el rey no lo desea. Esta idea es enfatizada por el símbolo fálico de la vela que está doblada y el vino derramado sobre la mesa. De este modo se pone en tela de juicio la validez de los matrimonios y lo que es permitido dentro de ellos.
Gillray, también, criticó la moda como principal preocupación de la sociedad: buscaban siempre estar a la vanguardia en todos los sentidos. Gillray da cuenta de esto en su caricatura Siguiendo la manera, en la que retrata a dos mujeres, una esbelta y la otra obesa, luciendo el mismo vestido que es la última moda.
Estos fueron algunos de los factores que Gillray retomó y criticó de la sociedad inglesa, una sociedad que aun en plena metamorfosis estaba siempre sujeta a sus defectos y sus extremos, sus contradicciones y su tan refinada cultura que buscaban crearse a sí mismos inmersos en una moralidad que distaba mucho de serlo. Gillray contribuyó a la creación de una imagen de lo que llamamos británico. Logró crear caricaturas que satirizaban los peores aspectos de la sociedad, pero que, también, eran parte fundamental en ella. Puso en tensión a su sociedad mediante la exageración y la sátira, pero al mismo tiempo dejó un legado de imágenes que con un estilo muy particular ayudan a descifrar a la sociedad de transición de siglo.
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Pies de foto
Fig. 1 James Gillray, Punch cures the Gout, the Colic and the ’Tisick publicado por H. Humphrey, aguafuerte, 1799.
Fig. 2 James Gillray, A Voluptuary under the Horrors of Digestion, aguafuerte, 1851.
Fig.3 James Gillray, Monstrous Craws at a New Coalition Feast, aguafuerte, 1787.
Fig. 4 James Gillray, A Sphere projecting against a plane. Publicado por H. Humphrey, aguafuerte, 1792. The British Museum.
Fig. 5 James Gillray, Tales of Wonder This attempt to describe the effects of the sublime and wonderful, aguafuerte, sin fecha.
Fig. 6 James Gillray, Lady Godina’s Route, sin fecha.
Fig. 7 James Gillray, The Whore’s Last Shift. Publicado por H. Humphrey. 1779. National Portrait Gallery, London
Fig. 8 James Gillray, The Morning after Marriage, aguafuerte, 1851.
Fig. 9 James Gillray, Siguiendo la manera, 1794.