Sentada a las cinco de la tarde en una banca del Parque de las Riberas del río Humaya, en la ciudad de Culiacán, Cutzi Salgado comenzó a quitarse la ropa. Una vez desnuda se cubrió la cabeza con una hielera del Oxxo e inició su caminata por el puente Bimodal. Varias veces tuvo que detenerse porque las personas se acercaban a ella a tomarse selfies y video. Después de un rato llegó al otro lado del puente. #Ladyoxxo, hashtag con el que la caminata de Cutzi se dio a conocer, no fue ninguna locura en medio del parque, sino el performance con el que esta artista se arriesgó a ser arrestada, agredida y rechazada para demostrar los deshumanizada que está nuestra sociedad, misma que está acostumbrada a la muerte.
En Culiacán, una ciudad violenta donde es normal encontrar un cadáver sobre la acera, resultó “agresivo” el recorrido que la joven artista hizo sin ropa. Lo cual resulta irónico, pues mientras muchos se indignaron por ver a una mujer caminar con los senos al aire, la mayoría continúa ignorando que del año 2011 al 2016 se registraron un total de 409 asesinatos de mujeres. Los feminicidios y la deshumanización fueron dos de los temas que el misterioso performance de Cutzi abordaron.
La hielera con el isologo de Oxxo no fue una coincidencia y mucho menos un chiste, este elemento fue parte de la denuncia artística que Cutzi planeó en contra del narcotráfico. Ya que este objeto fue encontrado en una de las escenas homicidas que han resultado de la venta ilegal de drogas. Así de interesante fue su acto y a pesar de la polémica que éste produjo, la caminata por Culiacán sin una pieza de ropa fue sólo el comienzo. Antes de que la artista pudiera terminar su montaje el regidor panista, Jorge González Flores, mismo que se ha opuesto a emitir una alerta de género en el estado de Sinaloa, exigió que la mujer desnuda fuera arrestada. Finalmente, Cutzi no fue detenida.
Después del escándalo y la viralización del video de “#Ladyoxxo” Cutzi se enfocó en terminar los performance restantes de la exposición colectiva de arte feminista titulada: “Ni de Venus, ni de Marte… Feminismo, Arte y Diferencia”. Mónica Mayer fue la curadora de la instalación en la que distintas artistas y feministas sinaloenses montaron sus piezas en un salón de la GAALS y parte de la explanada del Centro Cultural Genaro Estrada, lugar en el que se reveló la identidad de la artista. En ese momento todos entendieron que el acto de Cutzi se trataba de una parte más de la pieza titulada “Acciones para convertirme en los otros”.
Posterior a la caminata Cutzi inauguró las instalaciones del proyecto artístico el 15 de octubre a través de un acto en el cual se cubrió de barro para ser limpiada con paliacates rojos por otras artistas. De acuerdo con cifras de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) ya se suman más de 700 muertos en lo que va del 2016 y la forma en la que la autora quería hacer hincapié en ese triste fenómeno fue cubriéndose de la misma forma en la que los cuerpos que son arrojados a los ríos de Culiacán perecen en el fondo.
Ponerse en el cuerpo del otro, ése siempre fue el objetivo de cada acto de Cutzi y el colectivo. Todas estas mujeres crearon obras con las pudieron mostrar a cada uno de los espectadores cómo es que la muerte, violencia y el crimen se ha convertido en parte de la normalidad. La impunidad rige las vidas de los que siguen guardando silencio.
A pesar de las intenciones de Mónica Meyer, Cutzi Salgado y otras artistas y activistas, el linchamiento mediático fue inevitable. Para Sinaloa y otros rincones a los que llegó el video sin censura, las actividades no formaron parte de algo “normal, correcto, moral” y mucho menos artístico, sino acciones morbosas e irrespetuosas.
Aún después de la decepcionante, mas no sorpresiva reacción del público, Cutzi aclaró en una entrevista que todo su trabajo se trató de una confrontación con ella misma y no con el auditorio. Cada acto realizado por ella y sus compañeras la conmovió hasta las lágrimas, pues sabe que su proyecto es parte de ese mundo en el que las personas aún se sienten heridas por esta problemática. La pieza final surgió inesperadamente cuando el último rasgo de barro cayó el cuerpo de Cutzi, a quien su compañeras abrazaron satisfechas de haber terminado una serie de performance con los que pretendieron regresarle un poco de sensibilidad a una sociedad tan deshumanizada como la que hoy somos.
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Referencia:
Olegario