La divina proporción es conocida de muchas maneras como: Número de oro, proporción áurea, razón áurea, razón dorada, razón extrema y media, media áurea, y divina proporción. Es la respuesta a la búsqueda incesante de belleza y armonía dentro del arte y la misma vida.
Durante años se ha estudiado la proporción áurea, ya que se ha encontrado en múltiples objetos al trasladar la perfección natural a la que se le atribuye un carácter estético, de tal manera que algunas personas a lo largo de la historia han decidido creer que posee una importancia mística.
Origen matemático
El famoso matemático Leonardo Pisano, o mejor conocido como Fibonacci, originario de Italia que dedicó su carrera a popularizar por toda Europa el sistema de numeración árabe con base decimal y a también con un valor nulo, de tal manera que escribió un libro ‘Del ábaco’ en el año de 1202. No obstante, su mayor descubrimiento matemático fue la ‘Sucesión de Fibonacci’, la cual, posteriormente, dio lugar a la proporción aurea.
La sucesión de Fibonacci es un sistema numérico que consta de la suma de los últimos dos números da como resultado el siguiente número, de tal manera que esta serie se da de esta forma: 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, etc. Si se divide la relación que hay entre cada pareja de números consecutivos entre el número anterior, éste aproxima al número de oro: 1,618034.
Si esta serie se interpreta de manera gráfica, podemos vislumbrar que cada uno de los rectángulos se une al más pequeño por medio de la conexión con una línea entre un vértice y otro, creando así la imagen perfecta de la proporción áurea.
Se debe entender que el cálculo de la proporción áurea se obtienen a través de crear un punto medio dentro de un segmento de la línea recta, a partir de ahí, se crea un arco que esté del medio de la línea hasta la punta de la segunda línea recta que se crea en contra posición de nuestra primer línea.
Una vez que esta curva se ha generado, podemos obtener nuestra hipotenusa para así trazar una segunda curva que duplique la primera y que ésta llegue a la línea de la hipotenusa para así crear un punto más de unión entre las dos curvas anteriores y duplicando la primera; y así, encontrar el punto en la recta en el que se encuentra la medida perfecta de la sección áurea.
Cómo se ha utilizado conforme a los años
La proporción áurea ha sido una herramienta no solo para los matemáticos, sino también para biólogos, artistas y curiosos que han encontrado la proporción áurea en múltiples muestras de la naturaleza; los artistas la utilizan para crear sus obras, sin importar si se trata de un pintor, artista plástico, fotógrafo, etc.
La proporción áurea puede estar presente en todo lo que hacemos en más de una forma sin darnos cuenta. También las marcas han creado sus logotipos a partir de la sección áurea ya que así logran tener un mejor equilibrio dentro de la imagen y llamar la atención del cliente.
De igual manera se ha utilizado en edificaciones a lo largo de la existencia del ser humano ya que la proporción aurea ayuda a crear el equilibrio entre estética y reducción de costos en la adquisición de materiales para las construcciones, además de dar paso a la utilización de nuevos materiales más ligeros y sustentables.
Creencias alrededor de la proporción aurea
La fascinación por este fenómeno a lo largo de la historia ha sido tal que el matemático y teólogo Luca Pacioli (italiano) publicó un libro que lleva por nombre: ‘La Divina Proporción’ en el año de 1509, en este se explicaban cinco principales razones para conocer el por qué el número áureo es considerado como “divino”:
O Dios dio ser al universo a través de la quinta esencia, representada en un su momento por un dodecaedro, y el número de oro dio ser al dodecaedro.
O El hecho de que esté definido por tres segmentos de una recta, que asemeja a la Trinidad.
En la historia se ha pensado que este número es más que solo el uso de perfección estética, sino que además representa algo divino ya que los cálculos y la manera en la que encaja perfectamente con la naturaleza desde una hoja hasta la forma fisiológica de un caracol.