Las cartas que escribió Vincent Van Gogh a su hermano Theo son un documento histórico de suma importancia, ya que aquí se encuentran por escrito todos los sueños, necesidades, derrotas y conclusiones del artista, son de mucha utilidad para comprender su obra y la visión creativa y sensible que tenía del mundo.
Gracias a esta correspondencia se conoce el entusiasmo con que el pintor contemplaba y absorbía los temas, estética y técnicas orientales. Por ejemplo, en julio de 1888, escribió: «El arte japonés es algo así como los primitivos, como los griegos, como nuestros antiguos holandeses, Rembrandt, Hals». Aunque el pintor nunca tuvo la fortuna de viajar a esas tierras, a partir de la observación y la práctica pudo estudiar a profundidad el trazo y colorido de los grabados.
Foto: Van Gogh GalleryLos expertos dicen que Van Gogh desarrolló una mirada japonesa a través del constante estudio y reproducción de las ilustraciones de geishas, kimonos y abanicos; «Su trabajo es tan sencillo como respirar, y pueden hacer una figura como si estuvieran abrochándose el chaleco», le escribió Van Gogh a su hermano.
Tras el famoso incidente de la mutilación de su propia oreja, Van Gogh hizo el autorretrato de 1889 «A pesar de la herida, se retrata con una lámina japonesa detrás, señal de su esperanza en el arte», explica la experta, Matilde Asensi, en su novela titulada Sakura, donde habla sobre la conexión entre el pintor holandés y el arte japonés.
Foto: Wikimedia CommonsOtros ejemplos, para Asensi, son las copias o inspiraciones que encuentran obras del pintor como Ciruelo en flor o Puente bajo la lluvia, con obras del artista japonés Utagawa Hiroshige. Al referirse al primero Asensi detalla:
«Todavía se conservan los dibujos que hizo Van Gogh para copiar la obra al lienzo con un tamaño mayor. Y lo mismo ocurre con Puente bajo la lluvia, en la que copia de nuevo a Hiroshige. Copió, o como diríamos actualmente, plagió a muchísimos pintores japoneses: Hokusai, Eisen, Yoshitora, Kunisada».
Foto: Arte Historia
Foto: Wikimedia CommonsA pesar de que Van Gogh describía su sentir como envidia, los historiadores de arte hablan del nexo entre Van Gogh y el arte japonés en términos de inspiración y admiración. Actualmente la pasión es recíproca, ya que el público japonés predominó en el museo del artista en Ámsterdam, cuando este presentó una exposición detallando esta relación con ayuda de los museos Nacional y Metropolitano de Arte de Tokio, y el de Arte Moderno de Sapporo en marzo del 2019.
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