El arte y los artistas del nuevo milenio han sido sumamente criticados debido al auge del arte conceptual, aquel que le ha dado la licencia a plátanos pegados en la pared, vidrios rotos, balones y plumas de ave, gritos y cadáveres de animales, de ser vendidos por sumas estratosféricas bajo el concepto de obras de arte.
Así que tal parece que los admiradores del arte más clásico, al arte plástico, se encuentran bastante desencantados, acusando, como buenos viejos, que “era mejor lo que se hacía antes”. Sin embargo, siempre hay jóvenes talentos que destacan por su talento y originalidad, tal es el caso de un artista londinense conocido como Zulf, quién tiene un dominio perfecto de luz y sombras, cualidades que le han dado el honor de haber sido comparado con el talento de Caravaggio.
Caravaggio es reconocido por el lenguaje que creo en sus dramáticas obras con la iluminación y el contraste, con el cual pudo transmitir un sentimiento de poder y terror. Un parteaguas en la historia del arte, después de él una infinidad de pintores quisieron imitar su estilo.
Quizás es un tanto exagerado comparar toda la genialidad de Caravaggio con Zulf, finamente las técnicas son sumamente diferentes y vienen de contextos históricos abismales, así como las temáticas de sus obras. El paralelismo únicamente recae en su dominio por la luz y el interés por marcar los contrastes, los cuales son los protagonistas de su obra.
Zulf crea retratos de mujeres ocultas en las sombras, el artista utiliza color pastel y carbón sobre negro papel negro. Zulf comienza dibujando la cara completa de la modelo en la página, después el artista imagina una fuente de luz en la composición y dibuja únicamente las partes iluminadas de la cara, el cabello y el cuerpo de su modelo. Además de mostrar su dominio de luz y sombra, también sobresale su estilo minimalista, aunque no lo parezca.
Algunas veces, Zulf se permite incorporar otro tipo de elementos a sus dibujos, como carboncillos o colores más claros para detallar con delicadeza sus dibujos. Por ejemplo, en algunos de los retratos de mujeres de cabello largo, dibuja con cuidado el blanco en el papel oscuro, mezclando parte de él en la sombra, mientras deja otras partes más oscuras. Luego, para imitar ciertas luces brillantes, el artista capta los pelos extra finos del sujeto que de otra manera serían invisibles a simple vista.
En otras piezas, experimenta con los juegos de reflejo o con la fuente de luz. Zulf incluso le da tanta importancia al detalle que es capaz de texturizar la piel como la misma piel aterciopelada de un durazno para acentuar aún más una sensación de realismo y vida detrás de la luz y las sombras.
Al utilizar el papel negro como el escenario de sus obras, Zulf logra un equilibrio de luz y oscuridad a tal grado que el detalle y el espacio vacío hacen que estas piezas sean casi fotografías en blanco y negro.
No te pierdas las maravillosas obras a través de la cuenta de Zulf en Instagram, ¡más artistas y menos influencers!
Todas las fotos fueron tomadas del Instagram de Zulf @iamzulf