Arte, infinito abanico de posibilidades, representante de la existencia humana, confidente íntimo de un artista que con su curiosa mente inmortaliza en una triza de eternidad la cruda realidad.
Artistas que no tienen miedo de palpar la vida y hacerla suya como si fuera parte de su obra, artistas controversiales que crean obras impregnadas de ideología rebelde, arbitraria; obras que no se contentan con su realidad social, que buscan provocar en el espectador la necesidad de reformarse en contra del sistema que creo el rígido entorno en el que viven. Voces que desde las distintas expresiones artísticas son protesta de acontecimientos sociales que arremeten contra el valor del ser humano, son crítica de un mundo al que le hace falta más valientes, más artistas que no teman gritar la verdad, recordar que antes de ser sociedad, son alma y espíritu.
Era agosto de 1957 en Beijing (Pekín), el mundo le dio la bienvenida a un niño que sería el valiente denunciante de las atrocidades que cometía su gobierno, un joven que en las letras de su padre y el dolor de su pueblo encontró la inspiración para plasmar en una obra de arte su lucha a favor de los derechos.
Ai Weiwei es un artista contemporáneo que en los años 60 fue exiliado junto a su familia por la poesía revolucionaria de su padre. Su vida, marcada por la persecución de su padre, las ideas guerrilleras y las decepción de la turbulenta época artística y social de China lo encaminaron a mudarse a Nueva York.
Una vez ahí descubrió un mundo en el que el arte con el que soñaba podía ser como el deseaba; donde la gente podía expresare y el gobierno actuaba a favor de su pueblo; fue entonces que incursionó en la fotografía, siendo influenciado por Andy Warhol y Marcel Duchamp.
Actualmente, el artista ha vuelto a China varias veces, convirtiéndose en un artista responsable de denunciar la terrible situación política y social a través de un arte cargado de simbolismo y significados culturales que van en contra del contexto en el que se desarrolla. La obra de Ai Weiwei es una propuesta artística que mezcla el tradicionalismo chino con la sociedad contemporánea y las ideas del consumismo que cuestionan a la autoridad.
Cuando en mayo de 2008 un terrible terremoto azotó al suroeste de China, matando a 69 mil personas, entre ellas millones de jóvenes aplastados en sus escuelas por la pésima infraestructura; Ai Weiwei publicó una lista con más de 5 mil nombres de estudiantes fallecidos en su blog, causando que éste fuera censurado y el artista llevado a la cárcel, un acontecimiento que cambió su perspectiva artística e ideológica.
Desde entonces Ai Weiwei ha sido considerado como un artista contemporáneo dedicado al activismo y la creación de arte a través de Twitter e Internet que cuentan la tortura y sufrimiento que se vive en las cárceles chinas.
Hoy, Ai vuelve a ser noticia en el mundo artístico, pues a pocos meses de la inauguración de una exposición que presentará su trabajo junto con el de Andy Warhol en el museo National Gallery of Victoria, Australia, ha publicado una serie de acusaciones, en redes sociales, en contra de la empresa LEGO.
En un post de Instagram publicado el 24 de octubre, el artista mencionó: “En septiembre, LEGO se rehusó a donar una cantidad de LEGOS al Estudio Ai Weiwei para crear arte que será expuesto en la National Gallery of Victoria, puesto que no permiten el uso de LEGOS para fines políticos”.
Ai Weiwei continuó publicando su descontento dando pie a que sus seguidores inundaran las redes sociales con propuestas para donar LEGOS al artista bajo el hashtag “#legoforaiwewei”. Pero esta no es la primera vez que Ai Weiwei ha utilizado LEGO para crear arte, en 2014, durante su exhibición en la Isla de Alcatraz, exhibió la imagen de 176 personas provenientes de 33 naciones, quienes fueron encarceladas o exiliadas debido a sus creencias, todas creadas con piezas de esta marca de juguetes.
Roar Rude Trangbaek, portavoz de LEGO, habló con CNN sin referirse específicamente a la situación de Ai Weiwei y dijo: “Nos abstenemos –a nivel global– de envolvernos o donar bloques de LEGO a proyectos que se relacionen con contextos políticos”. De igual forma, afirmó que ellos no están en contra y mucho menos prohíben el uso creativo de los bloques de LEGO pues saben que actualmente se usan como medio para expresar la imaginación y creatividad, pero ninguno de estos proyectos está patrocinado por el grupo LEGO.
Y aunque la postura de LEGO es definitiva, se espera que el artista, con la ayuda de sus fans, recolecte las piezas necesarias para devolverle el color a un mundo que se ha visto opacado por el consumismo y la brutalidad.