La realidad no debe ser más que un telón de fondo, seguro detrás de él hay un mundo lleno de fantasías, paisajes y sueños. Hay muchas maneras de entender la realidad, una de ellas es el arte, que entre pintura, murales y dibujos, ofrece una ventana a eso que no entendemos pero nos mueve constantemente y evita que caigamos en la locura.
Así inicia el proceso de creación: todos saben que “una línea es un punto que fue a dar un paseo” y cuando regresa ya tiene historias que contar; las presenta a través de elementos alegóricos y simbólicos que cambian por completo los atributos que acompañaron al punto que inició dicho viaje. Así se cuentan las historias en el arte, pues a través de detalles despiertan emociones que precisan un sentimiento definitivo, como los sueños imposibles de contar.
Quizá lo más real que tenemos es nuestro entorno, por eso hacer el retrato de él va más allá de trazos; la ciudad es, como la vida, descubrir que cada parte que la compone partió de una idea, un sueño o una realidad . Todo lo que hay en la ciudad es parte de su historia: su cuerpo físico de ladrillo, piedra, acero, vidrio y madera, convive como la sangre vital de hombres y mujeres que viven y respiran en ella.
Esto lo descubrió la artista mexicana Bety Ávila, quien presenta una visión retratista del mundo y su relación con los sueños que pretenden alcanzar una realidad, para así demostrar que lo que debemos vencer es el olvido y hacer de los sueños una realidad en construcción y renovación constante.
A través de pensamientos esbozados a lápiz, su obra se centra en retratos de fuertes miradas y en pequeñas personas que hablan de lo que pasa a su alrededor, construyendo, por medio de la imaginación, historias contadas en un diseño tradicional, bajo la búsqueda de representar un momento del mundo que nos rodea.
La artista nació en Durango, México. Egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) de la Facultad de Arquitectura y acreedora al Premio Abraham Zabloudovsky en 2010 por la mejor tesis a nivel Licenciatura, Bety realizó un posgrado en Restauración de Pintura y Escultura Lineal en la Academia Riaci de Florencia y formación práctica a tiempo completo en el laboratorio Elena Gianetti en Florencia, Italia. Además, es de las mujeres muralistas más reconocidas a nivel nacional y encuentra un vínculo fascinante entre la construcción arquitectónica y los sueños, pues utiliza estos elementos para crear historias a lápiz que esconden, en pequeños detalles, grandes significados y construcciones, como una ciudad que crece poco a poco, como nuestro sueños, mente y espíritu.
Muy pronto podrás ver el trabajo de Bety en la Galería CC186. Mientras tanto, puedes visitar y ver más de sus mundos en su fanpage e Intagram.
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