A partir de la Manifestación de El Cairo, Egipto, el 17 de diciembre de 2011, “la chica del sostén azul” se volvió un símbolo de la mujer. Aquella mujer pegada, pisoteada, arrastrada en la calle por distintos soldados, con su abaya negra puesta sobre la cabeza.
Esa violencia empleada por el Ejército Egipcio era usada para dar la muerte… afortunadamente está viva.
Se descubrieron imágenes que muestran lo que los soldados hicieron, lo que terminó en disparos hacia la gente aunque no lo reconoció el gobierno; sobre manifestantes no armados. La prueba de lo que pasó está en esas fotografías.
El instituto de Egipto que acogió millones de libros fue incendiado por los manifestantes. La periodista estadounidense Lara Logan fue víctima de una agresión sexual por una decena de hombres. Quizá los que actuaron así no pertenecieron a los mismos manifestantes pero llamaron y provocaron la violencia.
En esos momentos, donde ocurre el hostigamiento constante en las calles de El Cairo, las mujeres son supuestamente protegidas por los policías y los soldados. En efecto deben asegurar el orden.
Entonces nos intriga saber quién causo el motín… Se muestra que las mujeres son víctimas en todos lados, no solamente en la calle sino también en la casa, y aun por dioses cuya interpretación hecha por sus fieles es opuesta a todo feminismo. Es decir, la defensa de los derechos de las mujeres, así como la promoción de la equidad entre los sexos.
La francesa Françoise Vergier hizo una obra llamada “la chica del sostén azul” o “La Venus de la plaza Tahrir” (de la liberación, en árabe). Está hecha con yeso y madera. La obra de la artista permite discutir esa persecución de las mujeres. Su forma logra clamar la belleza como la fragilidad del cuerpo femenino.
Este cuerpo pleno de gracia parece dulce, ligero y tranquilo. Tiene algo místico que te hace ir de la tierra al cielo sobre nosotros, el universo. Es como si se trataba de una manifestación llena de la evocación de la potestad creativa de la naturaleza… colocada en la mujer.
Françoise Vergier nació en 1952. Actualmente vive y trabaja en París y Grignan. A partir de los años ochenta, realiza esculturas de figuras femeninas. Hizo tanto trabajos individuales como colectivos. Su obra “La chica del sostén azul” está expuesta en la galería Papillon, en París.