Cuando lejos, te recorro… de a poco pienso en ti,
imagino tu forma, desdibujo tu silueta.
Voy creando tu ser,
¡Una luz violeta te rodea!
Inicio con tu cabello, marco de tu rostro,
ese rostro divino donde anidan tus ojos,
sucursales del cosmos,
que me llenan de luz, cada vez que me miran.
Tu boca, esas líneas finas y fantásticas,
La puerta de tus miles de ideas
que resguardan esa voz que adoro.
Tu boca, tesoro de mi existencia,
me entrega el arcoíris.
¡Suspiro y sonrío! Inevitablemente,
al pensarte, mi cielo.
Ahora voy en tu pecho,
grandioso destino para soñar y recuperar el aliento,
mi lugar favorito indudablemente.
Tus brazos, la más grande señal de amor,
me rodean y floto,
te siento conmigo y todo un mundo nace.
Tus manos dulces que me hacen florecer.
Tu esencia, esa mezcla de tu alma y tu corazón,
y todo lo que te constituye, es única.
Adoro sentirte cerca mientras te imagino,
mientras de a poco pienso en ti.
**
La literatura es tan vasta que nos ayuda a tomar decisiones, a cuestionar aquello que nos rodea y a crear consciencia por cómo llevamos nuestra vida, incluso también nos ayudan en las relaciones; por eso, estos 10 libros harán que aprendas a amar incondicionalmente.
**
Las fotografías que acompañan al texto pertenecen a Bejamin Patch.